lunes, 3 de febrero de 2014

“Wonder Woman 6”, de Brian Azzarello, Cliff Chiang y Goran Sudzuka.





Si hay una serie dentro del NUDC que no pierde su impulso inicial e incluso va acelerando y volviéndose más frenética y adictiva conforme se acumulan los números, esa es la “Wonder Woman” de Brian Azzarello y Cliff Chiang que, en la sexta entrega de la edición española de ECC que recoge los números 20 a 23 de la numeración norteamericana, derrocha acción y épica en el intenso desenlace de uno de los momentos álgidos de la serie hasta el momento.

Las luchas por la primacía entre los dioses griegos continúan y en medio de las mismas se encuentran Wonder Woman y sus aliados dispuestos a todo por proteger a Zeke, el último semidiós nacido de los devaneos de Zeus con una humana. De este modo, Wonder Woman se las tendrá tiesas con Artemisa enviada por Apolo para acabar con el último hijo de Zeus, antes de afrontar incluso un desafío mayor con el enfrentamiento con el brutal Primogénito quién liberado de su encierro ha vuelto dispuesto a reclamar su legado y vengarse de los que lo desterraron. Quizás ni con el apoyo de Lennox, Ares y Orion la poderosa Diana pueda acabar con tan despiadado enemigo.

Azzarello ha logrado algo muy especial en esta serie al reinterpretar los siempre agradecidos mitos griegos y cruzarlos hábilmente con los héroes DC en una trama clásica a toda mitología – el relevo  del padre por el hijo- a la que además ha sabido imprimir su propio personalidad beneficiándose ambas tradiciones por igual, con una riqueza que solo es comparable a lo que hicieran en su momento para Marvel Jack Kirby y Stan Lee con Thor y sobre todo, décadas más tarde, con el mismo personaje Walter Simonson, o en DC, George Perez en su celebrada etapa al frente de las aventuras de "Wonder Woman".

Azzarello ha logrado ya insertar plenamente, sin que nos chirríe dentro de la nueva mitología mestiza que ha creado, a un personaje tan enraizado en el panteón DC como es el Orion de los Nuevos Dioses kirbianos sin renunciar a su propia tradición superheroica por ello al presentarnos a su díscola familia al tiempo que concluye brutalmente el primer encuentro de Wonder Woman con El Primogénito –tranquilos, que seguro que habrá más- con numerosas bajas entre los aliados de nuestra amazona favorita y un cambio en su condición divina que seguro que dará mucho juego en los próximos números y permite explicarnos de paso que Diana pueda enfrentarse de tú a tú a divinidades como Apolo o Artemisa. Pocos autores en el mainstream actual dan tanto en tan pocos números.

En el aspecto gráfico, Chiang que en el primero de estos números cuenta con el apoyo de Goran Sudzuka, sigue manteniendo el alto nivel demostrado hasta ahora, transmitiendo toda la energía de los intensos y brutales enfrentamientos entre los dioses como nunca habíamos visto hasta ahora en la serie y recreando con mucho acierto los diversos escenarios por los que transitan los personajes y sorprendiéndonos con el diseño de los nuevos personajes que va insertando en la historia practicando una estética pop cercana al manga en algunos de ellos y en otros con una línea estilizada que recuerda más al clasicismo elegante que practica Eric Shanower en su recomendable "Age of Bronze".

En fin, lo peor que tiene la lectura de esta sexta entrega de  “Wonder Woman”  es que se acaba demasiado pronto y nos deja  con ganas de más. Tendremos que conformarnos con releer la historia mientras esperamos la publicación de la próxima entrega para comprobar como prosigue esta fantástica aventura.