miércoles, 13 de noviembre de 2013

“El juego de Ender”, de Gavin Hood.



Creo que llevo media vida oyendo y leyendo rumores sobre la adaptación cinematográfica del ya clásico de Orson Scott Card,El juego de Ender”, por lo que cuando por fin se puso en marcha el proyecto a mí ya se me había pasado la ilusión chavalera ante esta película y acudí al cine con bastante escepticismo Y, sin embargo, la película ha superado mis expectativas.

La Tierra sufrió hace años el intento de invasión de una civilización extraterrestre a la que a duras penas se logró rechazar. Para prevenir un nuevo ataque que podría acabar con la especie humana, el ejército busca entre niños especialmente seleccionados a su futuro líder poseedor de las cualidades innatas que les permitan resistir. El elegido parece ser el pequeño Ender quién será sometido a un riguroso entrenamiento que forjará su personalidad.

Cuando leí “El juego de Ender” hace ya muchos años me pareció que Card ya manejaba iinteligentemente ideas potentes que desembocaban en un sorprendente y acertado final practicando un estilo parco, llano y directo, que se ajustaba a la perfección a la ambientación de la historia, aunque ello supusiera sacrificar en ocasiones dejar a la imaginación del espectador buena parte de los elementos de ficción. “El juego de Ender” era una novela que iba al grano frente a la imagineria hueca de la mala Ciencia Ficción y “El juego de Ender”, la película, es una  aceptable traslación de la historia de Card al medio cinematográfico pues no solo se ha ceñido fielmente los hechos y mantenido la esencia de la novela original sino que un director, con oficio pero sin imaginación, como el esforzado Gavin Hood ha sido capaz de aprovechar con eficacia los efectos especiales actuales para mostrar las espectaculares batallas y ambientaciones en las que se desarrollaría la historia y sobre las que  Card en la novela pasaba de puntillas y encontrar hueco para plantear las dudas del personaje protagonista embarcado en una cruzada bélica que no comprende. Es cierto que seguramente con otro director con más personalidad muchos de los aspectos más sesudos de la novela se habrían visto reforzados (ya me hubiera gustado a mí que se hubiera animado Stanley Kubrick, que en paz descanse, en su momento) pero el limitado Hood se muestra fiel al guión consensuado con el escritor para ofrecer una película que no avergonzará a los conocedores de la novela original y seguramente fascinará a los que no la conozcan.

Arropado por un reparto de campanillas con veteranos de relumbrón como Ben Kingsley y Harrison Ford, destaca entre el grupo de jóvenes actores que participan en la historia el protagonista, un Ass Butterfiel con un físico a medio camino entre Tobey Maguire y Elijah Wood, que logra una estupenda interpretación del joven Ender Wiggins aunque el que se lleve la palma y destaque pero negativo sea Nonso Anozie,, quién realiza una ridícula y absurda interpretación a medio camino de M.A. Baracus y el Sargento Hartman de “La Chaqueta Metálica”, del Sargento de la Escuela de Batalla. Anozie casi se carga él solo la película por lo que debería replantearse en el futuro su carrera actoral y dedicarse a otros menesteres.

En fin, “El juego de Ender a falta de brillantez cumple trasladando con oficio y corrección la novela a imagen real dejando todo preparado para la adaptación de la segunda novela de la saga, “La Voz de los Muertos”. Y es que me parece a mí que a poco que las cuentas cuadren vamos a tener en la pantalla grande Ender para años. Y si no, al tiempo.