miércoles, 9 de octubre de 2013

“Gravity”, de Alfonso Cuarón.



El Espacio, la última frontera, decía la famosa serie. El Espacio siempre ha sido objeto de fascinación para la imaginación del hombre reflejándose en sus obras pero especialmente ha sido escenario para adaptar  aventuras imaginadas en el Cine y el género de la Ciencia Ficción en las que se ha visto fagocitado, trillado y mancillado hasta la extenuación. Por eso resulta bienvenida una propuesta como la de “Gravity” que pone las cosas en su sitio y recupera el respeto por esa bella inmensidad vacía aportando un sutil cambio de perspectiva al reflejar toda la opresiva grandeza del vacío estelar y su peligro mortal desde una perspectiva de género solo aparentemente más realista, la del llamado cine de catástrofes.

El argumento de la película es tan desnudo como simple: mientras una misión estadounidense está realizando reparaciones rutinarias en el espacio se produce un fatal accidente y pierden contacto con el control de Tierra. Aislados en sus trajes espaciales, los dos astronautas supervivientes inician una carrera para intentar alcanzar una nave en condiciones que les permita regresar a la Tierra antes que se les acabe el oxígeno de sus tanques.

Gravtity” es una más que satisfactoria dramatización sobre un accidente espacial, aceptando la hipótesis poco probable que de producirse uno real de las características expuestas pudiera haber supervivientes.  Aceptando por tanto que estamos en la ficción del cine, Cuarón se dedica a hacernoslo pasar mal desarrollando esta historia de supervivencia en un escenario tan complejo y desconocido como el Espacio apoyado en las  solventes interpretaciones de George Clooney y Sandra Bullock, en unos papeles ideales  para su lucimiento. Clooney, como el encantador veterano en el espacio que afronta la dramática situación a base de profesionalidad y sangre fría, y la Bullock, como una sufriente mujer marcada por sus perdidas que saca fuerzas de flaqueza para asirse a la vida. Es precisamente en estos papeles en los que hay que sufrir y requieren un importante esfuerzo físico en los que más luce Sandra Bullock y en este hay que reconocer que la veterana actriz lo borda rivalizando desde ya con  la mítica Ripley de Sigourney Weaver en el rol de diva espacial. La pareja se complementa y logra una química a pesar de la poca expresividad que les permite durante la mayor parte de la película estar atrapados dentro de sus trajes espaciales.

Por lo demás, Cuarón hace del Espacio el verdadero protagonista del filme con una acertada y sobria dirección en la que se ahorra florituras y se limita a ofrecer en toda su inmensidad la esencia de la historia sacando el máximo partido del inmenso escenario por el que deambulan los personajes y no obviando la influencia de Kubrick para trasladar al espectador la omnipresente peligrosidad y belleza hipnótica del Espacio sin descuidar  la claustrofóbica tensión del drama de los protagonistas luchando por su vida. Cuarón logra equilibrar en ese sentido lo pequeño y grande de la historia y comprimirlo todo no más allá de los noventa minutos de la película con lo que las desdichas que viven los protagonistas no acaba por resultar plomiza al espectador ni cae en la tentación del ensimismamiento del plano frecuencia poniendo la belleza del escenario al servicio de la historia y renunciando a los añadidos facilones.

 Gravity” es una película más que interesante sustentada en unos cuidados efectos especiales al servicio de la historia, una excelente fotografía y el buen trabajo de la pareja de actores implicados hasta la extenuación con la historia. Todo junto consigue que “Gravity” convenza en su tramposa verosimilitud  especialmente en la versión 3D. Recomendable.