lunes, 29 de julio de 2013

“Tank Girl: La Odisea”, de Jamie Hewlett y Peter Milligan.




Ha recopilado  La Cúpula  en un cuidado volumen – aunque, como pude apreciar en cierto centro comercial, en algunos ejemplares, que espero se retiraran de la venta, había serios errores de reproducción- esta miniserie de finales de los noventa en la que  el creador gráfico de la icónica “Tank Girl”, Jamie Hewlett se alió con el guionista Peter Milligan para reinterpretar la famosa obra de Homero en la clave gamberra y surrealista propia de la chica del tanque.

Mientras Tank Girl anda emborrachándose por Irlanda tras el fracaso de su película, su novio el canguro Booga  es acosado por los productores que pretenden seducirlo con sus tentadoras ofertas para que firme un contrato de exclusividad que los separe definitivamente. Sin embargo, Tele, el hijo de ambos, logra contactar con la Chica del Tanque quien con su dotación de borrachas punkies y sus novios irlandeses para regresar a Australia de inmediato, Sin embargo, Tank Girl la caga al no cumplir con el último deseo de su madre muerta, convirtiéndose el viaje de vuelta en una auténtica Odisea en la que tendrá que sortear sirenas, caníbales y cíclopes antes de poder salvar a su familia de los Productores.

Tras el frustrado intento de Ediciones B de editar en España los recopilatorios de la serie, La Cúpula se ha animado a publicar este volumen, con material que ya apareciera en su momento en la histórica “El Víbora”, pero que no  parece el más adecuado para aquellos que no hayan seguido al personaje puedan enterarse de algo más allá de las constantes gamberradas ideadas por un inspirado Milligan. Y es que sustituido Alan Martin, el guionista cocreador del personaje, por un joven Peter Milligan , que ya se había hecho un nombre en los cómics ingleses y empezaba a ser reconocido más allá de sus fronteras por sus primeros trabajos para Vertigo, esta miniserie se sitúa inmediatamente después de la fracasada adaptación cinematográfica del personaje y usa como excusa La Odisea” para ofrecer la plétora habitual de barrabasadas contestatarias a las que acostumbra la protagonista, aunque Milligan demuestra su buen hacer a la hora de reinterpretar la obra de Homero en la clave del personaje para que el resultado resulte tan original como divertido, aunque su escatológico e irreverente humor no sea apto para todos los gustos, aviso.

En el aspecto gráfico, el creador de la serie y el personaje, Jamie Hewlett, saca partido a un guión ideado precisamente para su lucimiento. De este modo, Hewlett despliega su talento para el dibujo caricaturesco y la gamberrada fácil gracias a un estilo ecléctico desarrollado a partir de los grandes autores underground norteamericanos que emula como Rick Griffin, Sergio Aragonés o Clay Wilson, los no menos grandes dibujantes anglosajones que le precedieron y se foguearon en la legendaria revista 2000 A.D.” como Brendan McCarthy, e incluso el Otomo de “Akira”.

 Como característica habitual de la serie, Hewlett y Milligan hacen que el personaje rompa constantemente la cuarta pared de la viñeta estableciendo la charlatana Tank Girl, una versión femenina, punk y salvaje de "Mad Max", un constante diálogo abierto con el lector al que incorpora a sus aventuras. El dibujo de Hewlett está lleno de recursos y resulta versátil y muy plástico pasando de la caricatura más exagerada a un tratamiento más realista de los personajes e incorpora una frenética narración que permite ir encadenando una tras otra las divertidas idas de olla ideadas por Milligan.

En fin, creo que hubiera sido quizás más aconsejable que La Cúpula hubiera optado por publicar primero la adaptación al cómic que este mismo equipo creativo realizase de la película para una mejor comprensión de esta divertida obra. Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, La Odisea de la Chica del Tanque no ha perdido nada de su chispa y su saludable espíritu contestatario por lo que no deja de ser una refrescante lectura veraniega.

A todo esto, aparte del ya mencionado error con la reproducción en algunos ejemplares, el gran pero de la edición de La Cúpula es no incluir las tres portadas, aparte de la original del tomo que sí se reproduce, que el gran Brian Bolland realizase para la publicación seriada de esta miniserie de cuatro números dentro del sello Vertigo. A continuación las reproduzco para que sepáis lo que os habéis perdido: