jueves, 30 de mayo de 2013

“Conan El Bárbaro 2” de Brian Wood, Becky Cloonan, Vasilis Lolos, Declan Shalvey y Dave Stewart.




Tras haber leído la primera entrega del “Conan, El Bárbaro” de Brian Wood, publicado por Planeta y de la que ya comenté algo por aquí, esperaba con cierta expectación esta segunda, pero tras la lectura de este  volumen, que incorpora dos historias de producción propia, “Border Fury” y “The Death” desarrolladas a lo largo de  los números siete a doce de la serie regular de Dark Horse he de decir que me he llevado una decepción bastante grande pues a Wood parece haberle dado un ataque de divismo y cae en el que para mí es el peor de los errores posibles - y en el que no cayeron sus predecesores, Busiek ni Truman- al  querer enmendarle la plana al mismísimo Robert E. Howard con una versión de Conan excesivamente contemporánea y excesivamente alejada de la esencia icónica del personaje.
En la primera de estas historias, “Border Fury” Bélit y Conan dejan el Tigresa y la placentera vida como piratas que llevan en los mares de la Costa Negra para presentarse en la alejada y agreste Cimmeria natal de Conan donde este ha de vérselas con un suplantador de su identidad que está sembrando el terror en los poblados cimmerios. En la segunda historia, “The Death”, al hacerse con un barco a la deriva, una enfermedad mortal se propaga por el Tigresa afectando a todos los piratas menos a Conan incluida Belit  Un desesperado Conan desembarca en Bahal, una ciudad de Shem, para intentar encontrar una cura aun cuando ello suponga tener que enfrentarse a todos sus habitantes.

Wood siempre se ha mostrado como un autor arriesgado y si ya en las primeras aventuras que ideó del personaje su visión moderna de Conan y Bélit podía levantar las críticas de los más furibundos defensores de la herencia de Howard y Thomas, mucho me temo que en esta segunda  entrega las críticas van a ser unánimes al subvertir completamente a los personajes originales para ofrecer una serie de historias que partiendo de tramas simples con cierto componente de acción suponen nuevas pruebas para su historia de amor y en cierta forma le permiten ahondar y explorar esa relación.

 De este modo, contra todo el canon  howardiano, Wood monta una poco convincente incursión de los personajes en Cimmeria para mostrar la capacidad de sacrificio de la pirata a la hora de seguir a su hombre en un terreno terriblemente hostil para ella mientras que la segunda historia más cercana a los referentes habituales de la relación Conan/Belit es a Conan a quién tiene a prueba al tener que decidir si abandona a Belit y sus compañeros a una muerte segura por la enfermedad o se mantiene fiel a ellos.
El defecto que yo veo que hace rechinar ambas historias es que para presentar esos problemas complejos Wood no tiene en cuenta para nada ni la esencia de los personajes ni su contextualización dentro del universo de espada y fantasia howardiano con lo que la decisión de sus reacciones y su presentación resulta poco creíble e ilógica. A ello poco ayuda, en esta ocasión, el redundante sobretexto con el que Wood pretende aclarar esas reacciones de los personajes – a mí me da la sensación que quiere imitar malamente a Roy Thomas- lastrando en parte la efectividad minimalista del buen hacer gráfico de Becky Cloonan,  Vasilis Lolos y Declan Shalvey, soberbiamente coloreados por Dave Stewart. También resultan especialmente destacables las bellas portadas de Massimo Carnevale.
 La versión deconstruida, excesivamente realista y antiépica, del Conan de Wood en esta ocasión nos ha dado la de arena centrada en desarrollar de una manera obsesiva la historia de amor de los protagonistas aunque ello suponga ir contra las mismas personalidades de los personajes. Una visión a ras y contracorriente, que rechaza las convenciones propias del género en que se han desarrollado estos personajes desde su gestación y que precisamente por ello fracasará ante los aficionados a ultranza de las aventuras del bárbaro que encontrarán algo muy alejado de lo que esperaban o están acostumbrados. Esperemos que en las próximas entregas, Wood vuelva a cogerle el aire al personaje y lo reconduzca a unos parámetros más reconocibles.