martes, 29 de enero de 2013

“Arma X”, de Barry Windsor-Smith.




Si algo está absolutamente probado empíricamente en la historia de los cómics de superhéroes, en general, y de los superhéroes Marvel en particular, es que cuanto más marginal y pobres son las ventas de una publicación  más libertad creativa se les suele otorgar a los artistas con talento y, por tanto, más posibilidades existen que estos creen  obras llamadas a dar prestigio a la editorial y sobreviva en la memoria de los aficionados mucho más allá que sus contemporáneas.

Un buen  ejemplo de ello es “Arma X” publicada seriada a lo largo de doce entregas originalmente en “Marvel Comics Presents” a principios de los noventa, un titulo secundario, contenedor variopinto de aventuras en solitario protagonizadas por personajes mutantes en la época de gloria de la franquicia. En ese poco atractivo contexto decidieron los editores Marvel del momento dar respuesta a algunos de los misterios en torno al pasado de Lobezno, uno de los personajes más carismáticos de la época y para ello contaron nada menos con el talento de Barry Windsor-Smith quién años antes había marcado una época en “Conan, El Bárbaro” junto a Roy Thomas y en una primera etapa ya había tenido sus más y sus menos con la editorial al abogar por la independencia autoral frente a las injerencias editoriales. Para esta obra,  Smith impuso sus condiciones y asumió la autoría completa de la elaboración de la historia a partir de unas nociones establecidas por Chris Claremont para coordinar la obra con la continuidad del resto de las series mutantes. El resultado fue una obra de arte inclasificable que para muchos se encuentra entre las mejores  protagonizadas por Lobezno.

Antes de incorporarse a La Patrulla X, Logan ahoga sus atormentados días  en vapores etílicos. En una de sus memorables borracheras, Logan es secuestrado por una misteriosa organización dispuesta a usarle como cobaya humana para su proyecto de arma definitiva, el arma X, para lo que sometiéndole a una serie de dolorosas operaciones revisten sus huesos de adamántiun y le dotan de sus mortales garras al tiempo que intentan anular su personalidad para convertirlo en una obediente y perfecta máquina de matar.

Superando la limitada previsión inicial de la editorial, Smith catapultó “Arma X” a una categoría de cómic superior a la prevista construyendo ya no una tópica y convencional historia de superhéroes al uso sino  una obra original y contracorriente en la que el protagonista – y supuesto héroe- se convertía en la víctima de una historia de terror que bebía directamente en sus trasfondo de obras clásicas como “Frankenstein” o más actuales como “Robocop” en la que contraponía la humanidad indómita e individualista de Logan frente al ansía de alienamiento de la anónima corporación tecnológica representada por El Profesor y sus ayudantes. Lejos de seguir una estructura lineal, Smith concibió la historia para que la realidad y la fantasía del protagonista se confundieran al tiempo que la seriación en capítulos de ocho páginas le otorgaba una curiosa irregularidad narrativa que ayudaba a disimular las carencias como guionista de Smith al tiempo que potenciaba la sensación de confusión buscada por el autor para reflejar la irrealidad de la situación,

Donde la obra sin duda sobresale es en el apartado gráfico. BWS que había demostrado su dominio de la anatomía humana y su gusto por el barroquismo y la fantasía cumple sobradamente para desarrollar un opresivo y oscuro escenario tecnológico en el que experimenta con las más complejas perspectivas y arriesgadas composiciones cuidando al detalle la narración para perturbar al lector con las sofisticadas torturas a las que los científicos someten a Logan al tempo que en lacónicos comentarios incluidos en cartelas sus anodinas conversaciones asociando a cada uno de los personajes un color para identificarlo.

En su momento, “Arma X” no fue un éxito de ventas, quizás por estar más cerca a las premisas del "Metal Hurlant" de Los Humanoides Asociados que a las rigideces de los comic books Marvel al uso, y solo gracias al boca a boca y el reclamo de calidad que suponía la firma de su autor empezó a reivindicarse por la crítica y los aficionados,  Marvel la reeditó en tomo sin tener en cuenta las modificaciones que el inconformista Smith quería incluir en la obra lo que supuso una nueva ruptura con la editorial. A pesar de ello, “Arma X” es uno de los mejores tebeos de la década de los noventa  que gustará tanto al aficionado conocedor del género como a cualquiera que solo quiera disfrutar de un entretenimiento sobresaliente, adulto y sofisticado.