miércoles, 5 de diciembre de 2012

“The Pro: La Profesional”, de Garth Ennis, Amanda Conner y Jimmy Palmiotti




Esta tarde repasando viejos cómics –bueno, no tan viejos- ha vuelto a caer en mis manos “The Pro: La Profesional” esta curiosa sátira publicada hace años por Aleta/Recerca y que Ennis y Conner, publicaron dando su contenido difícilmente encajable dentro del mainstream más formulaico en la independiente Image. Una obra en la que tras la satira esperpéntica y cafre que tanto gusta a Ennis hace una interesante reflexión en torno al género y su propio posicionamiento respecto al mismo.

La historia nos cuenta cómo una chica de la calle que se dedica a hacer mamadas para sacar adelante a su bebé es convertida por los azares de unos alienígenas curiosos en una superheroina. La tipa, que es vulgar y chabacana como ella sola, acaba enrolada en un supergrupo la Liga del Honor por la pasta, pero no acabará de encajar ya que sus modales y terrenales inquietudes chocarán con los altos ideales y las formas estiradas de los miembros del grupo. Sin embargo, en el momento clave, La Profesional acabará comportándose como toda una superheroina.

En una lectura rápida “The Pro” no va más allá de la mera sátira superficial y salvaje al género superheroico que tanto disgusta a Ennis. Sin embargo, bajo esa patina de humor facilón y machista que tanto mola a sus seguidores, el guionista deja entrever más de una interesante reflexión en torno al género superheroico exponiendo los motivos de su disgusto.

En el fondo, “The Pro” es la enésima vuelta de tuerca en torno al mito de Pigmalión en el que unos moralistas superhéroes émulos de los más icónicos miembros de la Liga de la Justicia de América de DC intentan llevar por el camino recto a la descarriada prostituta lo que da lugar a situaciones de lo más cafre y excesivas propias del humor grueso que tan bien practica Ennis.

A pesar de ello y más allá de su superficie chabacana, infantil y excesiva que puede provocar el rechazo inicial, “The Pro” es uno de los mejores trabajos de Ennis  Un tebeo en el que sin ser Bernard Shaw ni George Cukor, plantea con lucidez los contrastes entre los problemas “reales” de la protagonista frente a la fantasía ideal y edulcorada de los icónicos superhéroes, poniendo incluso en  boca de aquella buena parte de las razones por las que el autor desprecia el género. Este planteamiento antitético entre realidad y fantasía como fuente de situaciones cómicas, violentas y extremas sería la base que años más tarde Millar explotaría en su aclamada “Kick-Ass”.

También resulta curioso comprobar como, a pesar de ese desprecio continuo y el humor gamberro e infantil general de la obra, Ennis conoce perfectamente los engranajes del género superheroico y sus personajes más icónicos a los que satiriza plasmando con acierto versiones chuscas de algunos de los más reconocibles a los que hace objeto de su escarnio descarnado. Sin embargo, y a pesar de toda su pretendida radicalidad, en el fondo Ennis no se atreve en el desenlace de la obra de transgredir las convenciones que crítica,  convirtiendo finalmente a la antiheroina protagonista en una auténtica heroína, lo que en buena medida pone en enteredicho toda su crítica anterior.

En el aspecto gráfico, Amanda Conner realiza un gran trabajo imprimiendo el toque caricaturesco que la obra precisa y reflejando con acierto los gags chuscos y suavizando la violencia extrema que Ennis prodiga y reflejando con acierto  las esperpénticas versiones de los héroes DC que satiriza.

Sin ser tan salvajemente demolera y desprejuiciada como “Marshall Law” ni tan reiterativa como la versión extendida que el mismo Ennis ha realizado años después en “The Boys”, “The Pro” es una obra original que de un modo ingenioso e inteligente introduce una crítica perspicaz a algunas de las principales convenciones del género superheroico desde un saludable planteamiento cómico aunque, en mi opinión, parte de su brillantez se difumina en los tics y tópicos de los que tanto abusa Ennis cuando se desata. A pesar de todo, “The Pro” es un cómic lo suficientemente interesante como para merecer una segunda relectura.