sábado, 3 de noviembre de 2012

Disney compra Star Wars. ¿Y qué pasa con los cómics?



Pasados un par de días desde el anuncio de la compra por Disney de Lucasflim a George Lucas por cuatro mil millones de dólares (millón arriba, millón abajo) y el anuncio de una nueva entrega de la otrora incuestionable “Star Wars  para 2015 y acallados un poco los chistes nerviosos de la muchachada en las redes sociales, que bajo su irónico e ingenioso distanciamiento ocultaban más de un oscuro anhelo onanista, podemos empezar a realizar algunas conjeturas y constatar alguna obviedad que alimentan nuestras calenturientas mentes de aficionados:

Para empezar, poco han de celebrar los jóvenes talentos creativos y soñadores como el Lucas de sus inicios, esos que tengan proyectos inspiradores y originales de nuevas películas porque muchos se quedarán en el aire ante este anuncio. El riesgo que conlleva apostar por cualquier iniciativa novedosa -y más en tiempos de crisis- implica  que los grandes emporios del entretenimiento como Disney apuestan por los valores seguros por muy desgastados que estén  y el  encanto  de los grandes fósiles. 

Por otro lado, en esta operación maestra en la que ganan todos los implicados, un cansado George Lucas se quita el lastre de las obligaciones que una empresa como Lucasfilms y vinculados le proporcionaba y se asegura un retiro dorado (como si lo necesitase) al tiempo que asegura su posición de pope ortodoxo ante el fandom frente a las nuevas entregas prometidas.  La conservadora Disney apuesta por el archiconocido y seguro Universo Star Wars antes de lanzarse a explorar nuevos universos de ficción.

Pero, además, es que a los señores de negro de Disney en sus cálculos las películas futuras le deben parecer lo de menos frente a las expectativas de los suculentos dividendos que les proporcionarán todo el atrezzo, merchandaising, videojuegos que Star Wars lleva asociado. Una perfecta maquinaría de hacer dinero a la que habrá que engrasar a poquitos con nuevas películas que cada vez menos tendrán que ver con la trilogía original.

Y a todo esto, ¿qué va a pasar con los cómics? En los últimos años, era Dark Horse la editorial que ostentaba los derechos para realizar cómics sobre el Universo “Star Wars” que por estas tierras venía publicando Planeta. No creo que a mucho tardar –lo que tarden en expirar los contratos en vigor, vamos- comprobemos como en una curiosa vuelta a sus orígenes los cómics sobre “Star Wars” regresan a La Casa de las Ideas y, por extensión en España, a la todopoderosa Panini.

No dejará de ser divertido ver como esos hipotéticos nuevos cómics vienen firmados por tipos como Bendis, Remender, Pak o Aaron  y, para Disney, quizás lo menos arriesgado y más lógico sería dejar que estos avezados guionistas hiciesen de esos cómics el campo de pruebas ideal antes de invertir en las nuevas películas (aunque parece ser que, por lo menos, con este Capítulo VII anunciado para el no demasiado lejano 2015 –algo me dice que el astuto Lucas también les ha colocado esta historia- no va a ser así).

De momento, lo único claro es que Disney se vuelve un Imperio mucho más fuerte de lo que ya de por sí era y habrá que ver si por algún lado salen rebeldes independientes dispuestos a sorprendernos con propuestas innovadoras alejadas de tanto pensamiento único en  la Ficción evasiva.  En fin, mis queridos padawans, una distorsión en la Fuerza hay, y ya veremos como acaba todo esto.