martes, 24 de julio de 2012

“Usagi Yojimbo: El regreso del alma negra”, de Stan Sakai.




Vaya por delante que disfruto como pocos tebeos actuales cada tomo de Usagi publicado por Planeta. Y es que cada nueva entrega no hace más que refrendar la calidad de una de las mejores series regulares que se está publicando en el mainstream y que por su carácter minoritario – el hecho que lo edita Dark Horse y no ninguna de las grandes- y los prejuicios que muchos todavía sienten hacia los funny animals no tiene ni el respaldo ni la repercusión que merece.
Esta nueva entrega, tras una elipsis en la que Sakai nos descubre los orígenes del vengativo demonio Jei, el autor retoma la narración de los hechos donde quedaron en el tomo anterior con distintos grupos de cazarecompensas a la búsqueda de la poseída Inazuma. Esta, gravemente herida, se esconde en un viejo templo mientras Usagi se une a viejos camaradas como Gen, Perro Callejero o el sacerdote Sanshobo y un misterioso y despiadado samurai para encontrarla antes que el resto. Cada miembro de la partida tiene sus propios intereses en encontrar a la mortífera espadachina.


Sakai ha llegado a una madurez creativa en la serie del conejo samurai en la que no necesita mantener a su protagonista en primer plano para mantener el interés por la historia. De este modo, a lo largo de las aventuras recogidas en este volumen la presencia de Usagi es en buena medida testimonial, centrándose en el desarrollo de la adictiva trama en la que los encuentros y desencuentros – en la mejor tradición de Kurosawa cuya influencia es bien patente en toda la obra- entre los distintos personajes es constante. Sakai asimismo es capaz de adaptar a la corriente de la novela río que es la historia reencuentros con personajes aparecidos en anteriores y lejanas entregas ajenos a la historia que está contando pero que en un parpadeo vuelven a aparecer para hacer participe al lector de su evolución y dar solidez a la estructura de la obra.

En el apartado gráfico, nada nuevo. Sakai vuelve a mostrar su maestría con un estilo sobrio pero efectivo en el que cuida al máximo la ambientación del período histórico en que se engloba la obra y un magnífico sentido de la narración que permite que la trama vaya desplegándose con exquisita fluidez, escondiendo para el lector atento distintas referencias. Especial mención merece el tratamiento de las onomatopeyas y la rotulación en las que Sakai es un maestro y refuerzan la historia como en pocos cómics actuales podemos apreciar.
En fin, “Usagi Yojimbo”, discretamente, es una de las mejores series regulares que se vienen publicando actualmente y reivindica la validez del siempre acosado cómics de género de calidad frente a las modas y tendencias.