miércoles, 23 de mayo de 2012

“El infinito”, de Robert Kirkman y Rob Liefeld.


 Reconozco que no he podido resistirme y he dejado que la curiosidad enfermiza me venciese y me he leído “El infinito”, el resultado de la combinación de los dispares talentos del guionista Robert Kirkman y el dibujante Rob Liefeld, editado en un TPB por Planeta en el que la mitad del contenido son extras con comentarios autocomplacientes de los creadores sobre lo molones que son y lo encantados que están de conocerse. La cosa empieza a ser sospechosa desde la introducción porque Kirkman adopta un tono laudatorio hacia Liefeld que incluso hace sospechar que puede llevar a confusión y pensarse que se refiere a otro Rob Liefeld distinto al del autor de “X-Force”. Pero no, basta con echar un vistazo al tebeo para ver que se refiere al inefable Rob de siempre.
El tebeo es una historia de viajes en el tiempo en el que el veterano líder de la resistencia de un futuro tiranizado por una organización conocida como El Infinito viaja al pasado para reclutar a su yo joven y otros resistentes y evitar que el fatal destino se cumpla desbaratando sus planes. Sin embargo, el líder de Infinito y sus sicarios también viajan al pasado para acabar con todos los resistentes.

Como digo, Kirkman se declara el fan número uno de Liefeld y el tebeo está pensado para el lucimiento de este dibujando tipos y tipas de anatomía dudosa, vestidos con armadura y cargados de armas imposibles. En ese sentido, la serie cumple su objetivo y es una sucesión de pim pam pums entre personajes con armaduras dibujados todos con la misma cara y con parecidas armaduras entremetiendo Kirkman en los diálogos una tramilla poco original y tributaria de conceptos como “Terminator”, “Días de Futuro Pasado” o “Cable” -vaya, otra creación de Liefeld- sobre viajes temporales protagonizada por personajes planos e inexpresivos que flotan sobre las páginas y que recuerdan sospechosamente en su diseño a otros que todos conocemos.



En fin, un despropósito total. Al parecer podemos dejar de contener la respiración pensando que esto puede tener continuación poque  tras el cuarto número a Kirkman y a Liefeld se les rompió el amor de tanto usarlo y la serie ha sido cancelada. Un claro candidato a peor tebeo del año.