miércoles, 8 de febrero de 2012

“La Expedición: El león de Nubia”, de Marcelo Frusin y Richard Marazano.




A alguien en Diábolo Editores parece que le gustan las de romanos y si años atrás nos ofrecieron la serie “Por el imperio”, de Merwan y Vivés, ahora nos proponen una obra de temática parecida pero con un tratamiento gráfico completamente diferente al de Vivés aunque igual de atractivo, con el primer álbum -de los cuatro previstos- de “La Expedición” titulado “El león de Nubia”, obra y gracia del argentino Marcelo Frusin, al que ya disfrutamos en series como “Hellblazer” o “Loveless”, y con guión del francés Richard Marazano al que ya le han publicado obras por estas tierras como “Cero Absoluto”.
Aurelius Clemens, el gobernador romano de Egipto, descubrirá que el vagabundo que ha sembrado el terror entre los granjeros egipcios es en realidad Marcus Livius, un centurión desertor que doce años antess formaba parte de la guardia personal de su predecesor Caius Bracca. Un desquiciado Livius empezará a contar a Clemens el relato de su expedición junto a un variopinto grupo de guerreros en busca de una misteriosa civilización negra poseedora de innumerables tesoros.
Marazano monta con oficio un correcto “peplum” en torno a las clásicas y efectivas tramas de civilizaciones y legiones perdidas que escritores como el italiano Manfredi han puesto tan de moda últimamente, aunque quizás la inspiración más evidente de Marazano para construir su historia se remonte a la clásica “Las Minas del Rey Salomón”, de Rider Haggard, ya que hay algunos elementos que recuerdan a la estructura de esa maravillosa novela aunque se localicé el cómic en una época anterior, claro.

En el aspecto gráfico es donde radica el gran atractivo de la obra, gracias a la labor de un Marcelo Frusin que realiza un gran trabajo adaptando perfectamente su estilo directo al cómic europeo tras sus anteriores trabajos para el mercado norteamericano. Frusin, que en algunos momentos recuerda a Eduardo Risso, se ha documentado bastante para reproducir con éxito y detalle todo el esplendor del Antiguo Egipto, dotando además de un gran dinamismo a todos los personajes y mostrando un especial talento para el desarrollo de las escenas de acción, llegando a recordar en su manejo de los volúmenes, la perspectiva y el color a un maestro de la talla de Richard Corben.
En ese sentido, merece la pena especialmente prestar especial atención al magnífico tratamiento del color de Frusin en esta obra, aplicando directamente colores digitales sobre las tintas con espectaculares resultados.
La Expedición” es una aventura clásica adaptada a una narrativa moderna que cumple sobradamente su función de asegurar un rato entretenido al lector. Veremos como continua la cosa en las próximas entregas.