miércoles, 18 de enero de 2012

“Cage”, de Richard Corben y Brian Azzarello.

Ha reeditado Panini en un tomo muy chulo la miniserie de cinco grapas del sello MAX que ya publicase hace unos añitos Planeta en la que Azzarello y Corben remozaron a Luke Cage, que pasó de ser el clon de Cassius Clay imaginado por papá Romita y Archie Goodwin a un pandillero metemiedos salido de “Los Chicos del Barrio” que Bendis convirtió a partir de entonces en uno de sus juguetes favoritos. Mas allá de lo que guste o no esa evolución del personaje, esta miniserie sirvió para reencontrarnos con el mejor Corben tras la desconcertante “Banner” en el que es probablemente su mejor trabajo junto a Brian Azzarello para Marvel.
La historia es bastante tópica. La madre de una chica víctima de un tiroteo entre bandas rivales alquila los servicios de Cage por cuatro cuartos para descubra quién mató a su hijita. Cage, que acepta el encargo por sus propios motivos, descubrirá que tras la guerra de bandas hay intereses ocultos de los que puede sacar buena tajada por lo que se pone a la labor.La trama de Azzarello va de más a menos en una historia y un personaje recreados a su gusto. Se nota que ha visto y leído mucha producción de la Blaxpotation y se conoce sus códigos a la perfección pero, precisamente por ello, debería haber resuelto mejor una historia de pandilleros y mafiosos que se antoja de lo más sencillita y a la que aporta unos magníficos diálogos marca de la casa, gustándose durante buena parte de la historia para acabarla de cualquier manera, dejando todo el protagonismo y peso de la historia a su dibujante.
Y precisamente el que realiza un encomiable trabajo es Corben que quizás sin la presión de la responsabilidad de versionar un personaje tan icónico como es La Masa redefine al nuevo Cage a la perfección. Corben retrata al renovado y chulesco Cage con acierto, jugando constantemente con la imagen deformada que devuelve en el espejo un personaje con más capas de lo que aparenta y lo sitúa en un entorno suburbial deprimido soberbiamente descrito que lo magnifica todavía más. Además, Corben juega y cuida al detalle los personajes secundarios caracterizándolos con brillantez y clavando especialmente al pandillero albino. Lo demás, pues acción, violencia y chicas monas en un tono blaxplotation que Corben refleja y ambienta con el talento que nos tiene acostumbrados desde hace casi cuarenta años y con un José Villarrubia que le entiende y magnífica como nadie.
Cage” es un tebeo con más continente que contenido, visualmente impactante y con una historia que va quedándose cada vez en menos para acabar siendo una mera anécdota. Con todo, entretenido e indispensable para los admiradores del muchachote de Misuri. Que nos dure muchos años.