jueves, 29 de diciembre de 2011

“The Death-Ray”, de Daniel Clowes.





Para cerrar la querida sección Tebeos Olvidados por este año (la semana que viene nueva carta a los editores magos con los Tebeos Olvidados que iré reseñando a lo largo del 2012), he dejado adrede para el final quizás el olvido más fácilmente subsanable por los editores al ser un tebeo de anteayer -2004-, de un autor contemporáneo con prácticamente el resto de su obra editado ya en España y bendecido por la alta cultura como es Dan Clowes y tratarse de un tebeo reeditado a lo largo de este año precisamente en Estados Unidos…. Y, sin embargo, la que es la mejor obra de Dan Clowes, “The Death-Ray”, continúa injustamente olvidada en España. ¿Por qué? Muy sencillo, porque nadie vio negocio en hacerse con sus derechos y editarlo en su formato grapa original.

The Death-Ray” cuenta la historia de Andy un chaval de diecisiete años que descubre que cuenta con una enorme fuerza desde que empieza a fumar. Asesorado por su gran amigo Louie y armado con una pistola que desintegra a la gente, Andy intentará convertirse en un auténtico superhéroe para descubrir que la realidad es muy distinta a como la pintan en los cómics.

Aparecido en el último número de “Eightball”, el 23, “The Death-Ray” es el tebeo en el que Clowes mejor presenta todas sus preocupaciones –la incomunicación, la amistad, la insatisfacción adolescente…- manipulando para ello las convenciones más asentadas del género superheroico, adaptando a su manera las notas más significativas del "Spiderman" original de Lee y Ditko. Clowes disfraza una historia claustrofóbica, intensa y llena de simbolismos y detalles bajo la inocente apariencia de un cómic book juvenil ofreciendo una visión entre descarnada y satírica del mismo al modo en que Pychon realiza en sus novelas.

Pero, no nos equivoquemos, “The Death-Ray” nada tiene de literario es pura y esencialmente cómic y en el mismo Clowes vuelca sus extraordinarias dotes en cada detalle, con un cuidado esmerado de la elipsis y el ritmo narrativo para lograr sostener durante toda la historia un monólogo abierto en el que busca la implicación directa de cada lector, un tête a tête impropio en el que Andy/Clowes desnuda sus experiencias para intentar –y lograr- salvar quizás como en ninguna otra de sus obras ese abismo de ambigüedad existencial que le es tan característico.

Quizás el gran puñetazo sobre la mesa que da Clowes en este sencillo e inofensivo cómic que tantas verdades esconde para el que quiera encontrarlas es algo que los aficionados al cómic, en general, y al género de superhéroes en particular, ya sabíamos de siempre. Que bajo la apariencia del más banal y pueril de los tebeos de entretenimiento hay un espacio para la reflexión y la profundidad, que el continente no es la medida del contenido sino exclusivamente el talento del autor que hay detrás. Algo que tipos como Ditko y Lee ya descubrieron hace décadas y a Clowes no se le caen los anillos en recordar a su genial manera.

Como digo, hay disponible actualmente en Estados Unidos una bonita edición tipo álbum así que espero que algún avispado editor se anime a lo largo de 2012.

El que quiera entender, que entienda.

El lector impaciente en los premios 20Blogs.

Este año me ha dado por participar no sé muy bien el porqué en la historia esta de los premios 20Blogs englobado en la categoría de cultura y tendencias.

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Ya sabéis…Busquen, comparen y si encuentran algo mejor, vótenlo.