jueves, 15 de diciembre de 2011

“Aama: Olor a tierra quemada”, de Frederick Peeters.

Astiberri acaba de publicar “Olor a tierra quemada”, el primer álbum de “Aama” la nueva serie de Frederick Peeters, en la que el suizo regresa a uno de los géneros en que más éxito ha cosechado, la Ciencia Ficción.

En un futuro lejano, Verloc está pasando una mala racha….Ha perdido su negocio, su mujer y no le dejan ver a su hija. Tras un fortuito encuentro con su exitoso hermano Conrad del que se había distanciando con los años, Verloc , sin comerlo ni beberlo, le acompaña en una misión al otro lado del Universo, en un inhóspito planeta en el que han de contactar con una expedición científica perdida y recuperar una misteriosa y revolucionaria sustancia, la Aama.

No podemos decir que esta primera entrega de “Aama” parta de un planteamiento excesivamente original ya que es el mismo que Peeters utilizase en la excelente “Lupus”, basado en la subversión de las fórmulas típicas de la Ciencia Ficción para tratar y describir las emociones y sentimientos humanos que han sido el objeto de estudio de prácticamente toda su carrera. A pesar de ello, “Olor a tierra quemada” engancha gracias al enorme talento de un autor que ha alcanzado su madurez y maneja como pocos los resortes del medio para hacer interesantes historias que, probablemente, en manos de cualquier otro resultarían infumables gracias a su enorme talento para sugerir emociones en el lector.

En este álbum, Peeters hace un impecable uso de las elipsis narrativas para presentar la historia y los personajes, manteniendo intacto el misterio acerca de lo que es la aama y dosificando con maestría los ritmos y las pausas para epatar al lector y absorber su atención de la primera a la última página.
Resulta interesante comprobar como “Aama” parece una obra mejor acabada gráficamente que “Lupus”, más ambiciosa en el tratamiento y descripción gráfica de los ambientes y mundos en que se desarrolla la historia realzados por la introducción del color y las referencias y homenajes más o menos explícitos a lo más granado de la Ciencia Ficción, de Lem a Lucas, de Mezières a Moebius.

Es un primer álbum de una proyectada trilogía por lo que hay que ser cautos, pero “Olor a tierra quemada” es una lectura hipnótica y sabia en la que Peeters plantea con una nueva forma su argumento de siempre, que más allá de los progresos y la tecnología los seres humanos seguimos siendo esencialmente los mismos, con los mismos intereses, sentimientos, alegrías y miedos. Estoy de acuerdo.