viernes, 30 de septiembre de 2011

La crisis se ceba en los salones.

¿A qué mola el cartel? Ya lo comenté por aquí hace unos días. Pues disfrutadlo en los Internetes porque el Salón al que estaba destinado, la décima –cifra redonda que invitaba a homenajes y mayores fastos- edición del Salón de Zaragoza finalmente no se va a celebrar, según denuncian por aquí. Por desgracia, no pilla por sorpresa la cancelación porque solo un par de días antes se anunciaba que la Mostra de Cine de Valencia –de la que al parecer depende la Mostra Cómic – también se suspendía. Las razones, las mismas, los Ayuntamientos y administraciones retiraban las subvenciones que en buena parte los financiaban y sin ese apoyo no hay salones. ¿Quién sale perdiendo? los organizadores de los eventos, en primer término, y, también, claro está, la vida cultural de esas ciudades.

A nadie puede extrañar que estas cosas hayan pasado y, por desgracia, seguramente vayan a seguir pasando. Con la crisis de órdago que estamos padeciendo, las administraciones municipales independientemente de ideologías (en Valencia, rigen los peperos, y en Zaragoza, los sociatas) intentan sanear sus endeudadas cuentas (Valencia es el segundo Ayuntamiento con más deuda de toda España y Zaragoza es el cuarto) aplicando recortes en servicios que no son “básicos” como los eventos culturales. A mí no me parecería del todo mal, si ello conllevase que gracias a estos recortes otros servicios básicos municipales iban a mejorar – sanidad, transporte público, educación, agua, recogida de basuras, etd.…- o al menos mantenerse, pero como parece que tampoco va a ser así pues es un granote más en la cara llena de pústulas de la mala gestión generalizada que padecemos y que se agrava más con cosas como esta, esta o esta.

No conozco los festivales de Zaragoza ni Valencia pero sería una auténtica lástima que desaparecieran, una medida demasiado drástica y un castigo para los aficionados de esas regiones. ¿No sería posible reformularlos? Quizás con actividades más humildes, con menos invitados o buscando patrocinios privados…No lo sé pero antes que optar por la cancelación radical quizás lo que haya que hacer es reformular el modelo. No sé, no tengo la solución…

Lo que es cierto es que una lástima que un cartel tan chulo como el de Zaragoza no luzca más allá de las pantallas de nuestros ordenadores. Una auténtica pena.