viernes, 23 de septiembre de 2011

Cartel del X Salón del Cómic de Zaragoza.

Muy divertido el Cartel de Dani Garcia-Nieto para la nueva edición del Salón del Cómic de Zaragoza. Para más información, aquí.

“Starr, El Bárbaro: El Asesino”, de Daniel Way y Richard Corben.


Como ahora lo que se lleva es hacer un “remake”, revisión o reajuste de cualquier cosa que pueda servir de reclamo a potenciales clientes (perdón, lectores...) en Marvel, tan huérfana de bárbaros y títulos de Capa y Espada desde que cometieron la torpeza de desprenderse de los derechos de cierto cimmerio al que en Dark Horse recibieron con los brazos abiertos, se les ocurrió quitarle el polvo a un olvidado personaje de Barry Smith y Roy Thomas, “Starr, El Bárbaro”, encargándole a un “nuevo talento” como Daniel Way y a un veterano genial curtido en mil batallas como Richard Corben, que ya habían hecho buenas migas en “Ghost Rider”, la puesta a punto. El resultado la anecdótica miniserie de cuatro episodios que Panini acaba de publicar en un “100% Marvel” que gustará sobre todo a la legión de admiradores del genio de Misuri.

Len Carson es un escritor que en su juventud ganó mucha pasta escribiendo las noveluchas de “Starr, el Bárbaro” pero que decidió abandonar a su criatura y su a editor para dedicarse a la literatura de verdad. Maduro y arruinado, Carson solo encuentra la posibilidad de salir adelante escribiendo la precuela de las aventuras de Starr, pero lo que no podría imaginar es que sus criaturas le arrastrarían al mundo de espada y brujería de Zadath para participar en el enésimo enfrentamiento entre Starr y su archienemigo, Trull.

A Daniel Way le gusta hacer honor a su apellido e ir de "guay" readaptando sin tomarse demasiado en serio la historia ideada por Thomas que, en el fondo, ya partía de un motivo trillado del género de fantasía, el del terrestre que por un motivo u otro se ve arrastrado a un mundo fantástico (o viceversa, la criatura fantástica que queda suelta en nuestro mundo).


Donde Thomas compendiaba en apenas diez páginas una historia cerrada, con sentido interno e intensa, Way se dispersa entre bromas y mofa que buscan el guiño del lector y que acaban restando coherencia a una historia en la que los esquemáticos personajes actúan sin demasiado sentido desarrollando tópicos del género (el bárbaro tontorrón, la guerrera buenorra, el brujo malvado, el bardo poca cosa, etc) y dejando la cosa lo suficientemente abierta por si el reboot cuaja y hay posibilidad de seguir alargando la historia.

La cosa la salva y la dota de interés un Richard Corben que en este tipo de historias es un maestro y convierte cada viñeta en un espectáculo visual. Es cierto que no un espectáculo visual novedoso ni original porque para los conocedores de su obra las referencias a clásicos como “Den” o “Bloodstar” les serán más que evidentes pero Corben siempre cumple y el tebeo resulta agradable gracias a su buen hacer y la excelente compenetración que alcanza con el colorista José Villarrubia que se amolda perfectamente al personal estilo de Corben dotando a su obra de mayor energía si cabe.

En definitiva, “Starr, El Bárbaro” no es un gran tebeo ni aportará nada a un género –el de la Espada y Brujería- en el que tan difícil parece innovar pero es un pequeño gran tebeo –más- en la larga trayectoria de un Richard Corben al que le sobra oficio. Esperemos por Crom, Odín o Papa Pitufo que nos dure muchos años. A ellos nos encomendamos.