martes, 2 de agosto de 2011

El Juicio de Kirby. Una opinión impaciente.


Ya imagino a todo el mundo enterado de una de las noticias del año dentro del mundillo: los herederos de Jack Kirby, creador de la mayor parte de los personajes mas significativos de Marvel exceptuando a Spiderman, han perdido el pleito que mantenían con Marvel para que le fuese reconocida a The King la autoría de esos personajes y, por tanto, una porción de los pingues beneficios que dichos personajes generan tanto en sus versiones en cómic como en sus exitosas adaptaciones cinematográficas.


Más allá de lo indignante que pueda parecer la sentencia para cualquiera medianamente aficionado a los tebeos de superhéroes al negar la mayor –la autoría de Kirby de sus personajes- hay que tener en cuenta fríamente que lo que realmente está en juego es una cuestión económica que habría obligado a Marvel a pagar a los herederos una importante cantidad de dinero que era lo que realmente temían en la Casa de las Ideas más allá de los sentimentalismos sensibleros sobre el reconocimiento de la autoría de los personajes que nos preocupa a la mayoría de los aficionados. Y es que esto solo es un aspecto más de las cloacas que no se ven de un negocio que mueve muchos millones de dólares. El mundo real.


Seguramente lo más sangrante–más allá de su argumentación jurídica en la que no entro- es que, en cierto modo, la sentencia parece legitimar la estructura de las editoriales en las que durante décadas se consideraba a los autores como meros empleados ordinarios de cualquier empresa sin atender especialmente a su talento, negándoles la autoría de sus creaciones que quedaba en propiedad de las editoriales y llevándose una cantidad mínima de los beneficios generados por sus creaciones, cebándose especialmente en la figura icónica de Jack Kirby que queda reducido al eterno perdedor de un negocio en el que muchos menos dotados se aprovecharon del talento que esta sentencia parece despreciar.



No sé si los herederos tendrán la opción de recurrir y si les merecerá la pena hacerlo de existir esa posibilidad ya que estas batallas legales no deben ser precisamente baratas. Quizás lo más elegante sería, cuando todo se calme, intentar llegar a algún tipo de acuerdo entre las partes que al menos formalmente reconociese oficialmente la obvia autoría de Kirby sin que ello permitiera que los herederos pudieran seguir reclamando una compensación por dicho reconocimiento. Sin embargo, soy escéptico. Los actos de verdadera generosidad son escasos y seguramente a Kirby se le seguirán negando por la compañía que ayudó a crear sus méritos. Y es que al parecer su reino -como el de otro Mesías- no era finalmente de este mundo.