lunes, 7 de marzo de 2011

Trailer de “Arrugas”, de Paco Roca.

Primeras imágenes de Arrugas, la adaptación del cómic de Paco Roca


El primer trailer de la versión animada del multipremiado cómic del valenciano Paco Roca.

Tengo dudas sobre como soportará el cambio de medio a pesar de la supervisión del autor pero, a pesar de ello, no dejéis de leer un tebeo mayúsculo.

“La otra América”, de Alex Ross, Ed Brubaker y Butch Guice.

Con el arco argumental “La otra América”, publicado en los números 60 a 63 de la numeración de Panini, se cierra el sexto volumen del “Capitán América” antes de reiniciar la numeración de nuevo por estas cosas del marketing editorial y dejar paso a la rimbombante “Edad Heroica”. Un arco argumental en el que se vuelve a apreciar lo absurdo de un modelo editorial en el que priman los criterios de venta y de entrecruzamiento de colecciones antes que primar la libertad creativa y la planificación de un autor.

En “La otra América”, Bucky y el Halcón siguen los pasos del fugado Capi de los Cincuenta quién se ha puesto en cabeza de un grupo paramilitar de descontentos que en lugar de refunfuñar contra el Estado como hace quién más quién menos se han armado y planean un macroatentado cataclísmico. Mientra Bucky –o sea el nuevo Capi- intenta de incógnito integrarse en el grupo terrorista con la cobertura de El Halcón no es consciente de que el trastornado Capi de los años Cincuenta le ha descubierto y tiene grandes planes para él.

Si algunos de los puntos fuertes en los guiones de Brubaker son el conocimiento de las etapas clásicas del Capi, la excelente ambientación de las historias y el dominio de las tramas de espionaje de agentes dobles y encubiertos, como quedó sobradamente demostrado en series como “Sleeper” o”Incógnito”, leyendo los primeros números de “La otra América” da la sensación que Brubaker tenía los mimbres idóneos para desarrollar una aventura excelente al nivel que mostró en sus inicios en la serie que algunos tanto echamos de menos. Una historia, que enlaza con la excelente saga del Capi de los Cincuenta desarrollada en los años setenta por el mejor guionista que ha tenido el Capi, Steve Englehart, en la que Brubaker ahondaría en la psicología del personaje al tiempo que exploraba su desconcierto ante los Estados Unidos actuales contextualizándolo en el descontento actual existente en amplios sectores de la deprimida “América Profunda” donde los valores de ese capi intransigente y ultraconservador encajaban como anillo al dedo macerado todo ello a fuego lento en una trama de espionaje en el que la tensión y los giros argumentales mantuvieran en ascuas a los lectores durante meses. Supongo que ese era el plan que tenía Brubaker, plan que se fue al garete con la dichosa “Edad Heroica” y su renumeración de las series de la línea vengadora (aunque otra posible explicación más siniestra es que Brubaker fuese “invitado” a suavizar la historia dadas las críticas al primer número desde sectores afines al “Tea Party”) quedando toda la historia en un excelente planteamiento resuelta con oficio y un desarrollo tópico y apresurado de una historia con mimbres como para haber dado más de sí.

En el aspecto gráfico, pasa un poco lo mismo y el desarrollo de Ross también va de más a menos con un acabado de Butch Guice que no le va demasiado a Ross. Los primeros números de la historia resultan mucho más atractivos con un Ross motivado y dinámico que los últimos en los que especialmente las caras parecen deformadas y extrañas omitiéndose en ocasiones los fondos.

En definitiva, un irregular broche final que paradójicamente sirve para valorar todo el volumen de Brubaker desde la brillantez de los inicios a la mediocridad previsible de las últimas entregas. Esperemos que una vez pasado el sarampión del cambio, el trabajo de Brubaker en el capi de “La Edad Heroica” salga fortalecido pero a mí me da mala espina.