martes, 1 de marzo de 2011

Invitación

Pues eso, una buena oportunidad para pasar un buen rato en los madriles en un sitio chulo. De la novela y de sus autores ya comenté algo más por aquí.

“Asilo Arkham: Locura”, de Sam Kieth.

Me embargan sensaciones contradictorias tras leerme la última obra de Sam Kieth publicada por Planeta, “Asilo Arkham: Locura”. Por un lado, el hartazgo hacia las fórmulas de marketing rijoso y facilón que buscan en el aficionado el guiño a la referencia inexistente con obras precedentes que parece por desgracia consolidada como fórmula exclusiva entre las mentes pensantes del medio para vender tebeos antes que publicitar la calidad de la obra y que coloca en ocasiones, como en este caso, a tebeos correctos a los pies de los leones en la inevitable comparativa con la ya clásica obra de Grant Morrison y Dave McKean. Por otro lado, la satisfacción ante la honradez de un autor como Sam Kieth que abre en el artículo final del tomo una ventana desde la que hace participe al lector a las dudas, problemáticas y obsesiones que ha ido resolviendo en la creación de la obra, logrando quizás sin pretenderlo atenuar el efecto anterior a nuestro análisis y humanizar de algún modo una obra que aun siendo superior a lo que viene ofreciendo el género en los últimos tiempos transita por lugares comunes y situaciones que no cuentan nada novedoso.

En “Asilo Arkham: Locura”, Kieth nos describe 24 horas de estancia en Arkham -el manicomio donde acaban los más locos y mortíferos enemigos de Batman- a través de las vivencias de una de las enfermeras que trabajan en el centro quién aparte de sobrevivir a la convivencia diaria con gente tan poco recomendable como Killer Croc, Dos Caras, Harley Quinn, El Espantapájaros o El Joker, tiene que bregar con las experiencias comunes a cualquier centro de trabajo (turnos dobles, líos con los compañeros, etc…). Un ambiente opresivo en el que la jornada laboral se vuelve interminable al compás de un viejo reloj atrasado del que de repente empieza a gotear sangre.

Asilo Arkham: Locura” es un cómic descompensado que fluctúa entre el enorme talento de Sam Kieth para el dibujo y la narración gráfica que en esta obra vuelve a quedar de manifiesto experimentando con habilidad con distintas técnicas (manipulaciones sobre collage, ordenador y fotografía sobre arte pintado a mano) y estilos en un despliegue de talento que no está al alcance de cualquiera con páginas y retratos de personajes –la inevitable galería de los villanos tarados de Batman- en las que merece la pena demorarse y la endeblez de una historia que a pesar de contar con un punto de partida interesante –prescindir del superhéroe para contraponer a la locura inhumana de los villanos como tentáculos de la misma locura corporeizada en el propio carácter opresivo y maldito de Arkham con la cordura ordinaria de los encargados de vigilarlos- resulta tan predecible como deslavazada en su desarrollo dando lugar a algunas conclusiones absurdas cuya ausencia de lógica solo se justifica en la locura del título.
Kieth probablemente en parte como consecuencia de su constante experimentación en cuanto al estilo y en parte a estar más dotado para la comicidad que para el drama no incorpora a la obra la carga de tensión imprescindible en un tebeo que se supone ha de sobrecogernos al menos tanto como al personal cuerdo que trabaja en Arkham y con el que tampoco resulta fácil identificarse haciendo que el resultado final resulte poco creíble.

Asilo Arkham: Locura” es un tebeo correcto que, sin embargo, no llega a estar a las alturas de las expectativas auspiciadas en el título, destacando sobre todo el excelente desarrollo gráfico y la voluntad de Kieth de intentar contar una historia diferente aun cuando termine contándonos lo de siempre con más pena que gloría bajo su hermoso envolotorio.

Jane Russell (1921-2011).



Jane Russell, actriz de físico portentoso de la época dorada de Hollywood. Russell será recordada sobre todo por dar la réplica a Marilyn en “Ellos las prefieren rubias” y “El Forajido”, la película con la que hizo su debut.

A pesar de su belleza y talento para la comedia, la Russell fue la perjudicada en la encarnizada competición por los mejores papeles con las grandes bellezas de la época como Ava Gardner o la misma Marilyn teniendo que centrar su carrera a partir de la década de los sesenta a los musicales y la televisión.

D.E.P.