lunes, 17 de enero de 2011

De cómo Don McGregor aprendió a leer.

McGregor: Bueno, si te lees “Ragamuffins”, y sé que tú lo tienes, la primera historia cuenta mucho mejor mi encuentro inicial con los cómics que todo lo que yo te pudiese decir ahora. Ahí narré cuando dí en el clavo al descubrirlos. Supongo que tendría unos cinco años. Debía estar en el jardín de infancia, y había una tienda en el camino hacia el mismo en la que tenían expuestos los cómics en estanterías. Inmediatamente me enamoré de ellos. Ya te puedes imaginar que nunca pensé que terminaría haciendo guiones de cómic. Desde un principio tuve el impulso de convertirme en contador de historias, y no puedo recordar una época en la que no estuviese leyendo cómics. Probablemente empezaría cuando tenía cinco o seis años. No sé si era capaz de leer cada palabra, pero captaba lo suficiente como para saber lo que estaba pasando... Nadie me los leía. Creo que mi amor por los cómics fue lo que me obligó a querer aprender a leer.

Esta anécdota la he leído en la primera parte de la traducción de la entrevista que el bueno de Frog2000 anda currándose ahora al siempre interesante Don McGregor, un guionista injustamente olvidado, en mi opinión, y del que parece que por fin vamos a ir recuperando n parte de su trabajo en los próximos meses (por desgracia, “Sabre” y "Ragamuffins”, no).
Sustituid lo de tienda por kiosco y creo que lo que comenta McGregor la hemos vivido muchos con distintos matices. En fin, recuerdos fosilizados de una época remota porque el espacio que ahora se dedica a los cómics en los kioscos es mínimo, salvo cuando sale el coleccionable de turno, claro, que entonces es simplemente escaso. (La traducción completa de la primera parte -de tres- de la entrevista, la podéis leer aquí).

Augusto Algueró (1934-2011)

Cuando tu obra es y será más reconocida y recordada con el paso del tiempo que tu propia persona creo que un artista alcanza su objetivo.

A lo mejor los más jóvenes no saben quién era Augusto Algueró, director de orquestas televisivas de gruesas gafas de pasta de cristales oscuros que algunos jugábamos a imitar de chicos, pero sus canciones son memoria sentimental de este país, sin duda, y este señor fue una celebridad mediática a la altura de los solistas que interpretaron sus canciones en los años sesenta y setenta.

“Noelia”- Nino Bravo.

Tómbola”- Marisol/Pepa Flores.

Penélope” de Joan Manuel Sérrat.

D.E.P.