miércoles, 24 de noviembre de 2010

Agatha Harkness gana El Cervantes.

Siempre me ha parecido que había un sospechoso parecido entre la autora de “Olvidado Rey Gudú” y la hechicera marvelita. Por otro lado, me alegra que por fin se haya premiado a una autora que parecía destinada a ser una eterna aspirante. Seguro que si hubiera usado sus poderes habría ganado antes.

“Pema Ling 5: Hatuk el Tulpa”, de George Bess.

Norma Editorial ha publicado hace un par de meses la quinta entrega de “Pema Ling” la serie en la que George Bess nos narra las aventuras de su particular forajida tibetana con lo que se alcanza la edición francesa.

En esta quinta entrega, la brava Pema Ling prosigue su cruzada al frente del Clan de los Perros, el grupo de forajidos que lidera y con el que se enfrenta a los conquistadores chinos como a sus aliados, los corruptos nobles y religiosos tibetanos. En esta entrega, la intrépida Pema Ling se convertirá en la más poderosa forajida de las montañas tibetanas al tiempo que escapa milagrosamente de la persecución a la que la someten sus enemigos. Tras recuperarse de sus heridas, socorrida por Hatuk, un misterioso personaje, Pema Ling deberá enfrentarse a un nuevo enemigo ante el que sus habilidades aparentemente de nada sirven: la peste.

En esta nueva entrega, George Bess sigue explorando el nuevo rol de Pema Ling como letal forajida encadenando unas aventuras con otras con lo que el álbum resulta especialmente entretenido. Desde una concepción bastante clásica en la que la información visual se complementa con abundantes cartelas, Bess ofrece una historia de capa y espada aderezada con filosofía oriental centrada exclusivamente en su protagonista, un cómic que sin llegar a emocionar resulta más que correcto como entretenimiento, encontrando en el tono realista del fantástico dibujo de Bess su punto fuerte. Las aventuras se desarrollan sin demasiada brillantez argumental siguiendo un desarollo lineal que no permite excesivas sorpresas debido a que quizás Bess es dibujante antes que guionista y los pocos giros del argumento se resuelven de una manera eficaz y sencilla.

En definitiva, “Pema Ling” es una serie correcta, que no evoluciona pero tampoco engaña y sigue desde el primer álbum los mismos patrones basados en un atractivo dibujo y un correcto guión que permite el lucimiento del autor.