martes, 8 de junio de 2010

“Beatles”, de Lars Saabye Christensen.

A mí podéis preguntarme de muchas cosas pero si me preguntáis sobre Noruega y sus literatos poco os puede hablar más allá de los conocimientos generales de culturilla general – de los literatos ni eso-. Para solventar en parte esa laguna y porque no pude resistirme a descubrir qué de nuevo nos podía aportar un noruego sobre los Beatles me hice con esta novela de Lars Saabye Christensen, autor al parecer de cierta fama por su anterior obra “El Hermanastro”, que no he leído aún.

¿De qué va “Beatles”? Pues de las peripecias y experiencias de cuatro niños que se convierten en adultos en la Noruega de la década de los sesenta y los setenta que asisten y participan en los cambios que su tranquilo país va sufriendo al ritmo de la música de su grupo favorito, los Beatles, con cuyos miembros se identifican.

¿Es original la propuesta de Lars Saabyen Christensen? No, historias sobre la perdida de la inocencia que conlleva la madurez ha habido a patadas y es un tema recurrente en el cine y la literatura -¿Quién no recuerda “Cuenta Conmigo”?- pero “Beatles” es destacable por otros aspectos respecto a otras obras de similar temática.

El primero de todos, que está bien escrita. Saabyen Chrsitensen es un buen narrador y es más honrado que la mayoría de sus colegas que apelan exclusivamente al sentimentalismo del lector, no basando sus argumentos el noruego para atrapar al lector en su obra exclusivamente en las trampas nostálgicas y los guiños a los lectores habituales en otras obras similares.

Saabyen Christensen logra la simpatía y la empatía del lector con los protagonistas – él y tres jóvenes amigos cuyas vidas van dando tumbos a lo largo de los años- gracias a la neutralidad y frialdad con que su estilo llano y preciso desgrana una historia que incorpora elementos autobiográficos y otros que directamente se inventa o exagera, como avisa, sin buscar caer tampoco en la justificación de sus decisiones. El segundo motivo por el que esta novela atrapa es la soberbia reconstrucción del entorno en que se desarrolla: la Noruega de aquella época era un país aislado y conservador que disfrutaba de las ventajas del “Estado del Bienestar” y a sus instituciones Christensen no deja precisamente demasiado en buen lugar aun cuando su intención no sea inicialmente esa en lo que quizás sí tenga hasta cierto punto de ajuste de cuentas con su pasado.

Por otro lado, Christensen no es tonto y si ha elegido un título tan emblemático para su libro es por algo. La organización de la obra en capítulos que toman sus títulos de los álbumes de los Beatles permite al autor dotar a su novela de una banda sonora única y reconocible por cualquiera al lector aprovechando lo conocido de las canciones de los de Liverpool como ocurriría con una película pero al tiempo procura no ir más allá en la búsqueda de las similitudes con sus lectores de cualquier sitio del mundo –probablemente los que vivieron aquella época con la edad de Christensen se sentirán muy identificados con él- para ensalzar las diferencias centradas en su hermético –y exótico- país.

En definitiva, “Beatles” es una excelente novela, que atrapará a todos aquellos que estén interesados en conocer el mundo y las gentes que lo habitan y que creo sobrevivirá a otras parecidas precisamente por la voluntad de su autor de no caer en la tentación del abuso del sentimentalismo y ha logrado despertar mi curiosidad por los escritores de la sosa Noruega. Si la leéis ya me contáis.