sábado, 30 de enero de 2010

Moderando comentarios

Ante la continuada invasión en los últimos meses de comentarios virales en chino, sin que la gente de Blogger haga aparentemente nada para solucionarlo y, aunque he intentado evitarlo, he habilitado la moderación de comentarios para facilitar su eliminación. Los demás espero que continuéis comentando con la regularidad habitual porque lo más interesante de mantener un blog precisamente es el intercambio de opiniones que permite y El lector impaciente lo hacemos entre todos..

Si, pasado el tiempo, veo que este problema desaparece, volvería a deshabilitar la moderación.

Mis disculpas y espero que los habituales comprendáis que esta medida la tomo muy a mi pesar.

Impacientes Saludos.

viernes, 29 de enero de 2010

Trailer de “Wall Street 2: money never sleeps”, de Oliver Stone.


Ya se le puede echar un ojo a lo nuevo de Oliver Stone, un director que no suele decepcionar, que en esta ocasión retoma uno de sus grandes éxitos “Wall Street”, recuperando la historia de uno de sus protagonistas, Gordon Gekko, 23 años después de haber cumplido la condena con que terminó aquella.

El trailer, el reparto (en el que recupera a Michael Douglas y Charlie Sheen, cuenta con Susan Sarandon, Josh Brolin y Shia Labeouf) y el director prometen, aunque habrá que ver cómo funciona una historia ambientada entre los hampones de Wall Street en los tiempos que corren. Yo no me la pierdo.

J.D. Salinger (1919-2010)

Ayer nos anunciaron la muerte de J.D. Salinger, probablemente el escritor que más ha influido en la literatura norteamericana con la obra más corta. Y es que sorprende que un hombre que consagró su vida a escribir publicara tan poco.

Una única novela escrita en la veintena, “El Guardián en el Centeno”, que se convirtió en un hito generacional, y series de cuentos y novelas recopilados en varios libros, protagonizados por la atípica familia Glass.

Saliger se esforzó en cultivar en vida la imagen de autor consagrado a su obra, ajeno a los vaivenes de la modernidad y las servidumbres de las modas y el público. El viejo en su montaña de la que sólo descendía para defender su obra a golpe de demanda y cuya intervenciones eran la comidilla de los cenáculos literarios.

Sin embargo, el Salinger que imaginábamos poco tenía que ver con la realidad. En biografías no autorizadas y a través de las declaraciones de su hija fuimos descubriendo una imagen bien distinta que desmontaba el mito. La de un hombre huraño y maniático con una especial atracción por las jovencitas atraidas por su aureola de "gran escritor".

Más allá de sus rarezas, Salinger fue un escritor genial que nos ha dejado el patrimonio de una obra por la que ha de ser recordado. Imagino que en los próximos años, sus herederos irán publicando material inédito y estudios que completen el puzzle de una personalidad tan esquiva y compleja.

D.E.P.

jueves, 28 de enero de 2010

“Bois-Maury 14: Vassya”, de Hermann e Yves Hermann.

Nueva entrega de la mano de Norma Editorial de una de las mejores series históricas que ha dado el cómic europeo que nos reencuentra con ese fantástico autor que es Hermann, acompañado una vez más en los guiones por su hijo Yves, en una colaboración que, por lo general, suele ofrecer más sombras que luces. En esta ocasión, disfrutamos de la de cal y “Vassya” es un tebeo que no desmerece dada la sabiduría y talento que Hermann demuestra en cada página aun cuando deje cierto regusto amargo la endeblez argumental de un cómic que contaba con alicientes como para haber producido un mejor resultado. Les cuento.

Nos situamos en las estepas rusas en el año del señor de 1604 y un joven Aymar de Bois-Maury acompaña a su tío Waldemar Lewandoski, en una incursión que tiene como objetivo destronar al zar Godunov y colocar en su lugar al zarevich Dimitri. Los polacos cuentan con hacer a lo largo del camino aliados entre los fieros cosacos que han sido acosados y perseguidos por Godunov antes de enfrentarse abiertamente a sus ejércitos para lo cuál, cuentan con establecer contacto con uno de sus jefes, el fiero y carismático Korkhine. Las huestes polacas encuentran en una aldea arrasada a una atractiva cosaca que se ofrece a acompañar a Lewandoski y sus hombres al campamento de Korkhine y por la que Aymar se siente inmediatamente atraído. Sin embargo, la cosa se complica cuando Aymar descubre que la atractiva joven es la mujer de Korkhine y su relación puede poner en peligro la ya de por sí inestable alianza con los cosacos. Si quieren saber más, tendrán que leer la historia.

Los Hermann nos dan a conocer un episodio de la Historia desconocido para muchos y nos ofrecen un apasionante retrato del modo de vida de los cosacos rusos en un álbum que demuestra un cuidadoso estudio de documentación para reflejar cada detalle y ofrecer con realismo una aproximación de lo que debió ser la vida en las estepas rusas a principios del siglo XVII. Hasta aquí, “Vassya”, cumple sobradamente merced a la capacidad de un Hermann, que demuestra encontrarse lejos de la decadencia que algunos señalan y saca enorme partido de su talento para el dibujo y coloreado de los enormes paisajes abiertos, las construcciones de época y la minuciosa caracterización de los distintos tipos de cosacos. Sin embargo, el talento visual y narrativo de Hermann no puede disimular del todo la debilidad del argumento que sirve como motor de la historia – la relación entre Aymar y Vassya- y la pobreza de recursos con que Yves la desarrolla. Y es que llevado quizás por una obsesiva búsqueda de la autenticidad obvia la carga dramática de una historia de amor y venganzas que deja al lector bastante frío y es resuelta de cualquier manera.

A pesar de ello, el tebeo tiene momentos memorables, que suelen coincidir en los que es más palpable la presencia de Hermann. Como la magnífica secuencia inicial en la que a través de un insecto introduce a los polacos o los momentos en que la fuerza visual de su estilo y su talento para la caracterización psicológica de los personajes permiten prescindir de cualquier tipo de diálogo, elementos que convierten la lectura de las 48 páginas del álbum en un placer en el que merece la pena demorarse y disfrutar.

En definitiva, “Vassya” es un tebeo con muchas más luces que sombras que no va a suponer un borrón en la calidad media de la serie de la que forma parte, pero que, a poco que Yves hubiera aportado algo más podría haber cuajado en uno de los mejores álbumes de la serie. Con todo para los seguidores de Hermann, una compra obligada.

Por otro lado, la edición de Norma resulta correcta y tiene un precio asequible. Sin embargo, como aficionado, estoy bastante descontento del tratamiento que está dando la editorial a esta y otras series. Pero, de esto escribiré, a lo largo del fin de semana para no mezclar lo que es el análisis de una obra con el de una línea editorial. Ya les contaré.

Más sobre “Las torres de Bois-Maury” en El lector impaciente:

Las Torres de Bois-Maury”.

Hojeando lo nuevo de Angux.


El amigo Angux, bloguero militante, nos sorprendió y dejó tristes a todos a finales del año pasado con el anuncio del cierre de La Caraviñeta, un blog en el que, a través del cariño que le ponía su autor, se creó un rincón agradable en el que debatir y disfrutar de los tebeos sin estrés y en el que, entrada a entrada, Angux dejó constancia por su amor al noveno arte con una de las propuestas más trabajadas, originales y personales que se podían encontrar en la blogosfera comiqueril.

Sus razones tenía pero, como la cabra tira al monte y el bloguear (¿existirá este palabro?) crea adicción en los que lo hemos probado, Angux nos hace más amable el fin de la cuesta de Enero con el anuncio de un nuevo blog en el que dar rienda suelta a su pasión por los cómics en general y el cómic europeo y nacional en particular. Se trata de El Hojeador y promete ser un blog de reseñas tranquilo. Yo que ustedes lo incluía en Favoritos desde ya.

Y no sólo eso sino que, además, Angux promete más, mucho más. Pero, para averiguarlo, pinchen aquí.

miércoles, 27 de enero de 2010

“Un zoo en invierno” de Jiro Taniguchi.


Pocos autores hay en estos momentos en el cómic internacional que estén desarrollando una obra tan personal, coherente e interesante como la del japonés Jiro Taniguchi, quién, se ha convertido en una referencia ineludible para todos aquellos que les interese el manga más reflexivo e introspectivo. En su última obra, “Un zoo en invierno” recientemente publicado por Ponent Mon en una correcta edición, nos vuelve a embelesar con la aparente simplicidad formal con la que expresa y comunica el complejo mundo de los sentimientos y emociones. Les cuento.

En 1966, un frustrado Hamaguchi trabaja en una fábrica de textiles en Kyoto donde no le dejan dar rienda suelta a su pasión por el dibujo. A raíz de su complicidad involuntaria en la fuga del dueño de la fábrica, Hamaguchi abandona su trabajo y se traslada a Tokio donde de manera casi involuntaria entra a trabajar como aprendiz en el taller del maestro mangaka, Shiro Kondo. Ante Hamaguchi se abre una nueva vida completamente diferente a la que estaba acostumbrado en el ambiente bohemio y cosmopolita de un Tokio lleno de oportunidades en el que el joven Hamaguchi sueña en publicar algún día su primera obra. Para saber si lo consigue, tendrán que leerse el tebeo.

En un “Zoo en invierno”, Taniguchi, al hilo del relato autobiográfico de las anécdotas que le llevaron a convertirse en un autor de manga, desarrolla un elaborado estudio del paso de la adolescencia a la madurez y de cómo las decisiones que se toman van conformando nuestro destino en el que el descubrimiento se convierte en el motor central de la obra. Hamaguchi describe episodios y experiencias vitales ante los que es difícil no verse de un modo u otro reflejados (la asunción de las consecuencias de nuestras decisiones, el primer amor, el conflicto familiar...) que a través de la sabia narración de Taniguchi adquieren el carácter de confidencia intima en el marco de un diálogo fluido entre autor y lector. Taniguchi muestra el progresivo cambio de su “alter ego” Hamaguchi sin prisa dejando que poco a poco el trasfondo velado de la historia vaya calando en el lector a mediante la concatenación de los rutinarios episodios banales ordenados aparentemente cronológicamente, prescindiendo de diálogos y cuadros de textos superfluos hasta llegar el episodio final –el reencuentro entre Taniguchi y la hija del dueño de la fábrica de tejidos- que marca el punto de inflexión de los cambios que han ido conformando el carácter del protagonista y demuestra la sabiduría de un autor inteligente y sensible que no precisa apabullar al lector con su talento sino que se limita a sugerir lecciones de vida para aquellos que quieran pararse a meditar sobre ellas. Todo ello, además, estos hechos tienen lugar con el trasfondo de la floreciente industria del manga en el bullicioso Tokyo de finales de los sesenta y el barrio de Shinjuku que también aparece en las novelas de Murakami, autor coetáneo con el que Taniguchi me parece comparte una especial sensibilidad. Pero, sin embargo, a diferencia del pesimismo existencial que impregna la obra de Murakami, Taniguchi muestra un moderado optimismo y fe en la naturaleza humana que se refleja en el tratamiento bondadoso que da a sus personajes, evitando cualquier tipo de doblez.

En definitiva, “Un Zoo en invierno” es una magnífica lectura para comenzar el año y deja, como suele ser habitual, con ganas de más Taniguchi. Esperemos que Ponent Mon no nos haga esperar demasiado.

Otras obras de Jiro Taniguchi en El lector impaciente:

El almanaque de mi padre”.

Obras de Haruki Murakami en El lector impaciente:

Tokyo Blues”.

martes, 26 de enero de 2010

Jean Simmons (1929-2010)

Se murió Jean Simmons, la novia de Espartaco, y uno de los rostros más dulces que ha dado el cine.

D.E.P.

Hamlet” (!948)



Angel Face” (1953)



Ellos y Ellas” (1955)



Espartaco” (1960)



D.E.P.

“La herencia Valdemar”, de José Luis Alemán.

Vaya por delante que hasta la semana pasada no tenía ni idea de la existencia de esta película. Pero, a raíz de un artículo en “Cine Rama”, descubrí una película con suficientes alicientes como para pagar una entrada por verla. Alicientes que, en otros tiempos no muy lejanos, podrían parecernos ciencia ficción (sí, ya sé que es una película de terror). Que José Luis Alemán haya logrado conseguido sacar adelante una película de terror de generoso presupuesto no subvencionada, dividida en dos partes y con un reparto que involucra a actores importantes dentro del panorama nacional merece mis simpatías y apoyo y espero sinceramente que, más allá de quedarse en la anécdota de un valiente francotirador cinematográfico encuentre el respaldo suficiente en taquilla para que sirva a otros, que tienden más al lloro por la falta de subvenciones -subvenciones que muchas veces dilapidan en bodrios infumables que luego pretenden hacernos pasar por sesudos ejercicios de intelectualidad- que al trabajo ingrato de buscar financiación privada, les sirva de estímulo. Dicho esto, les cuento sobre la película.

A un caserón abandonado en medio del campo, llega una joven y atractiva tasadora. Cuando la empresa para la que trabaja pierde el contacto con la chica, contratan a un detective para que se encargue de su búsqueda acompañado de una misteriosa vampiresa que preside la fundación Valdemar que se encarga de la casa. En el trayecto en tren hacia la casa, la vamp le relata al detective los macabros hechos ocurrido en la casa en el siglo XIX y que podrían explicar la desaparición. ¿Quieren saber más? Yo también pero habrá que esperar a la segunda parte.

Lo malo de las películas que se ruedan de un tirón y luego se estrenan por partes es que pueden generar una expectación que luego no satisfaga el resultado final. No sé si será el caso del ambicioso José Luis Alemán y “La herencia Valdemar” pero lo cierto es que la historia queda en suspenso en un punto en el que todo el artificio construido queda pendiente de una segunda parte que debería apuntillar lo ya visto.

De esta primera parte, destacaría la voluntad del director y guionista de contar una historia de género tal y como le ha dado la gana, más allá de las modas imperantes, haciendo una honrada apologia al cine de terror clásico. Así, Alemán apuesta todo el peso de la película en una historia de “casa encantada” con monstruo incluido (a medio camino el monstruo entre el "Nosferatu" de Murnau y el vampiro de "Salem's Lot") que recuerda y emula en su factura al cine de terror sesentero y setentero, Hammer mediante, un cine que encontraba más allá del efectismo facilón o la calidad de los efectos especiales, en el trabajo y carisma de los actores y la calidad de las historias de las que se partía, sus señas de identidad y han contribuido en convertirlo en objeto de culto. En el caso de la película de Alemán, lo fía todo a este último punto ya que los mejores actores con los que cuenta (Óscar Jaenada, Silvia Abascal, Eusebio Poncela) no tienen demasiado peso específico en esta primera parte centrada en un largo flashback en el que Alemán tira de imaginación para construir una atractiva historia gótica con aires lovecraftianos en la que no tiene prejuicios para mezclar a activistas sufragistas con espritistas, o a Alistair Crowley con Stoker o Lizzi Borden, en lo que es una demostración palpable de amor y conocimiento del género. Sin embargo, a diferencia de las películas de la Hammer y a falta de esa segunda parte en la que confío, la película falla en la labor interpretativa de la pareja protagonista que resultan poco creíbles a pesar de su buena voluntad (sobre todo el italiano Daniele Liotti que no supera su actuación de Felipe “El Hermoso” en la película de Vicente Aranda y tengan en cuenta que en aquella se pasa la mayor parte de la película muerto) aun cuando maravillosos secundarios como Francisco Maestre o el desaparecido Paul Naschy demuestren encontrarse a sus anchas y disfruten como enanos en sus personajes de Crowley y mayordomo.

Alemán tira de recursos desfasados en el actual cine de suspense con eficacia, como una cuidada banda sonora y voces en off para introducir y acompañar el relato de la acción que añadido a la soberbia ambientación y caracterización y unos efectos digitales justificados, hacen de la película un producto entretenido y sorprendente en el panorama cinematográfico español.

En definitiva, creo que “La Herencia Valdemar” es una película entretenida e interesante que encandilará a los aficionados al género fantástico de toda la vida y que a nada que la segunda parte complete y concrete lo visto hasta ahora, está llamada, con los años, a convertirse en una referencia dentro del género en España. Tiempo al tiempo.

lunes, 25 de enero de 2010

Trailer de “Mother”, de Bong Jong-Hoo.


No soy yo muy entusiasta del cine coreano, salvo contadas excepciones, como la de Bong Jong- Hoo (“The Host”, “Memorias de un Asesino”), recientemente premiado en Cannes por su última película “Mother”, en la que parece mantener el buen pulso narrativo que le caracteriza, en una historia de intriga en la que una madre se encuentra en la disyuntiva, cuando su hijo retrasado es acusarlo de un crimen, de crearle una coartada o dejarlo a su suerte. ¿La veremos pronto por aquí? Espero que sí.

viernes, 22 de enero de 2010

“Amadís de Gaula” de Enma Ríos y Ricardo Gómez.

Hay tareas imposibles por muy buena voluntad que se tenga y encargos envenenados que uno es incapaz de rechazar ,aun cuando se sea consciente de los quebraderos de cabeza que le van a ocasionar. Un tebeo que reúne estas características es el que hoy nos ocupa, la adaptación al cómic en un único álbum de apenas 32 páginas de “Amadís de Gaula”, la novela de caballería por excelencia imitada hasta la saciedad dentro del género e inspiración, entre otros, de Cervantes a la hora de escribir “Don Quijote de la Mancha”. Y es que “Amadís de Gaula” más que una única obra tal y como la entendemos hoy en día, es un conjunto de novelas (si la consideramos la primera franquicia de fantasía heroica tampoco iríamos demasiado descaminados, con el permiso de la obra de Homero, claro), la saga que recoge las hazañas del rey Perion de Gaula y su linaje siendo las aventuras más importantes las protagonizadas por Amadís, el hijo perdido del rey.

Ante la dificultad de adaptar fielmente la obra, Ricardo Gómez opta por dividir la historia en dos partes, centrándose primeramente en contar el origen del personaje, narrando los hechos que ocasionaron el azaroso nacimiento de Amadis y su juventud hasta convertirse en el modelo de caballero por excelencia para, en la segunda mitad del álbum, hacer una resumen de las principales aventuras protagonizadas por el héroe y presentar a los principales caballeros y personajes que conforman su universo en lo que es más una guía que un relato elaborado, cumpliendo de este modo en buena medida con el objetivo principal buscado por la editorial SM, dar a conocer la obra en un formato moderno atractivo a un público joven.

Otro acierto de la editorial es optar en el apartado gráfico por Enma Ríos, una dibujante detallista y elegante, de estética inspirada claramente en el manga y el anime, sobre todo en autores como Miyazaki o Kurumeda. Enma Ríos se esfuerza por reforzar el elemento mágico e irreal de una historia plagada de encantadores, brujas, gigantes y caballeros, obviando los elemento sangrientos, medievales y dramáticos de la historia, con lo que su "Amadís de Gaula" está más cercano al cuento de hadas que a las sagas históricas.

En definitiva, “Amadís de Gaula” es un tebeo entretenido que actualiza y adapta la obra clásica, despertando el interés por conocerla en mayor profundidad. De ustedes, depende.

Jacques Martin (1921-2010)

Ha muerto a los 88 años Jacques Martin, el creador de “Alix”.

Este dato que a los aficionados al cómic en España les dirá poco dada la poca fortuna comercial que tuvieron sus series, supone la muerte del último autor clásico de la línea clara de la conocida como “Escuela de Bruselas”. El último que se mantenía con vida de los que trabajaron en “Tintin” en el período inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial y se codeócon los Hergé, Jacobs , Cuvelier o Laudy.

Martin fue un magnífico dibujante que dominaba con maestría tanto caricatura como el dibujo realista y fueron precisamente esa habilidad y su amor por la Historia Antigua las que propiciaron la creación de su serie más conocida, “Alix”, de la que ya les comenté aquí.

Aparte de la lóngeva “Alix” y su “spin-off”, “Les voyages d’ Alix”, habría que destacar en su producción series como “Arno”, “Jhen”, “Orion” o “Lefranc”.

Con Martin se va un poquito de la historia del cómic europeo.

D.E.P.

jueves, 21 de enero de 2010

Jeff Smith: “Bone”, el manga y la crisis del tebeo.

P: El cómic está pasando por una crisis de mercado, que no de talento, desde mediados de los 90. ¿Qué se puede hacer para remediar la situación?

JS: El problema es que no hay tebeos para niños. Y la solución no es simplemente hacerlos: tienen que poder comprarse en cualquier sitio. Eso es lo que ha hecho el Manga, inundar el mundo. El manga es cómic –no cartas de Magic o videojuegos-, son libros, y los niños los leen. Es cierto que el éxito de Bone en los EE UU tiene que ver en gran medida con su nueva percepción de que es un tebeo para niños. A los niños les gustan los tebeos: así que tenemos que y dárselos. El manga es un fenómeno de de marketing corporativo, y estoy convencido de que hay empresas en Occidente que estarían interesadas y serían capaces de orquestar una estrategia similar, si quisieran.

(De una entrevista realizada por Clemente Corona al creador de “Bone”. Me quedo con esta respuesta respecto a la crisis del tebeo y, aunque habría que tener en cuenta otros factores, Smith tiene mucha razón en lo que argumenta. Y, ojo a esa coletilla final, “si quisieran” hay empresas en Occidente que podrían hacer más por atraer al mundo del Cómic nuevos lectores. El resto de la entrevista, aquí).

“Black Gas”, de Warren Ellis, Max Fiumara y Ryan Waterhouse.

Tenía en la montaña de pendientes este “Black Gas”, miniserie de seis números reunida en un único tomo con la que Glénat inició hace unos meses la publicación de los cómics de la Editorial Avatar en España. No esperase gran cosa pero si al menos un cómic entretenido en la línea de los otros títulos que Ellis ha publicado en Avatar, sin embargo, me he llevado un buen chasco porque "Black Gas" es el peor tebeo que he leído del inglés en años. Les cuento.

Una parejita de novios universitarios llegan a Smoky Island, la isla donde él se crió para conocer a los padres del chico. No es cosa que el plan les llame mucho porque realmente lo que quieren es meterse mano así que se marchan a una cabañita donde piensan montar su nidito de amor y por el camino él le presenta un curioso personaje que investiga un antiguo misterio acaecido en Smoky Island. Mientras la parejita está dale que te pego en la cabaña, hay un terremoto y del volcán inactivo de la isla surge un ominoso gas negro que avanza en dirección al pueblo. Cuando la parejita regresa, descubren horrorizados que los habitantes del pacífico pueblo se encuentran infectados de una extraña sustancia que ha despertado su lado más oscuro y salvaje, convirtiéndolos en zombis dispuestos a devorar a quien se ponga al alcance de sus colmillos. A partir de este momento, los universitarios guays tendrán que luchar por sus vidas al tiempo que buscan un medio de escape de la isla. Y lo peor es que la brisa ha ido trasladando el gas hacia el continente…

De Ellis, un autor excesivo y con fama de provocador, siempre se pueden esperar obras al menos entretenidas pero en esta ocasión debía estar en horas bajas porque “Black Gas” no es más que una sucesión de topicazos entresacados del subgénero zombi. Ellis se suma al rebufo del “revival” que está teniendo lo zombi en el cómic se marca un tebeo flojucho, una adaptación gore del “The Crazies” de Romero. Además Ellis no se esfuerza en sacar partido de los tópicos que maneja, plagando el tebeo de diálogos huecos y personajes apenas esbozados, notándose que no disfruta del encargo y supliendo su falta de ideas con enormes dosis de casquería.

En el aspecto gráfico, la labor de Max Fiumara que se encarga de los primeros cinco números no pasará a la historia del tebeo, mostrando un dibujo poco fluido con un tratamiento de la figura y expresión humanas que dejan mucho que desear. No sé si por estos motivos no terminó la miniserie haciéndose cargo del último Ryan Waterhouse, un dibujante bastante parecido en cuanto estilo, que no logra que la cosa mejore.

En definitiva, “Black Gas” no es un tebeo que pasará a la historia y supone un borrón en la producción de Warren Ellis, un autor que por su trayectoria hay que exigirle siempre el máximo. Una lástima que el tebeo sea tan malo porque la edición de Glénat es bastante buena. Yo ya les he avisado.

Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:

Planetary
Planetary: Mundos Cruzados
Hellblazer
Global Frequency
Black Summer
Doktor Sleepless 1

miércoles, 20 de enero de 2010

Enrique Alcatena: “Dibujar es un placer que requiere esfuerzo”.

P: ¿Por qué hacés comics? ¿Cuál es la satisfacción que te traen?

Alcatena: Amo a la historieta. La amé desde que la conocí, cuando era pibe. Nunca me planteé hacer otra cosa. Más allá de mis limitaciones como dibujante, la satisfacción que me produce el simple hecho de realizarlas es plena.

P:¿Te preocupa la idea de la trascendencia en tu trabajo, querés alcanzar la fama, la gloria?

Alcatena:Todo artista aspira a que su obra escape al olvido, que no es lo mismo que pretender la fama o la gloria. Además, mañana puede caer un meteorito como el que se cargó a los dinosaurios, ¿y de qué serviría la fama entonces, en un mundo heredado por los bichos bolita? Ya lo dijo Buda: todo es ilusión. Suficiente regocijo hay ya en el trabajo mismo.

P: ¿Qué es para vos el arte?

Alcatena:Exploración y descubrimiento, espíritu e intelecto por una vez en armonía.

P: ¿Cuál es el autor de historietas de afuera, que más te gusta en este momento?

Alcatena:Dejame nombrarte tres: Alan Moore, Tony Millionaire y Jim Woodring.
P: ¿Dibujar es un placer o un esfuerzo?

Alcatena: Es un inmenso placer que requiere esfuerzo. No plantearía uno como opuesto al otro. Y cuando digo esfuerzo, no me refiero a un concepto negativo, sino a la disciplina y dedicación que cualquier práctica artística requiere. ¿De qué serviría hacer las cosas de taquito?

P: ¿Leés mucho comic? ¿De afuera o de acá? ¿Sos de esas personas que necesitan estar siempre actualizadas?

Alcatena: La actualización está sobrevaluada. De vez en cuando descubro algo que me interesa, pero fundamentalmente me gusta lo que siempre me gustó, desde el Detective Marciano de Jack Miller y Joe Certa a toda la obra de Crumb. Sigo leyendo historietas, vengan de donde vengan.

(Extraigo unas cuantas respuestas de la interesante entrevista concedida por Enrique Alcatena y publicada hace algún tiempo en el excelente blog 30 preguntas con señores/as del cómic, que acabo de descubrir y que pueden leer completa aquí. Alcatena se muestra como un tipo sensato, humilde y con las ideas bastante claras sobre su vocación. Si no conocen su trabajo, ¿a qué están esperando? Seguramente que más editoriales españolas se animen a publicarlo y/o reeditarlo).

“A” de Nacho Cano.

Este fin de semana, aprovechando la primera salida en pareja de los últimos once meses, fuimos a ver “A”, el segundo musical de Nacho Cano que estos días apura las últimas funciones de la temporada en el antiguo teatro Calderón de Madrid

No teníamos mucha idea de lo que íbamos a ver en “A”, pero acudimos llamados po el buen sabor de boca que nos dejó en su momento·”Hoy no me puedo levantar”, un musical que partía con la ventaja de apuntar directamente a la nostalgia generacional a la que tan expuestos estamos los treinteañeros de hoy en día, y esperabamos que Cano confirmara sus capacidades para el musical en este nuevo espectáculo. Una vez, visto les adelanto que si “Hoy no me puedo levantar” era Mecano, “A” es puro Nacho Cano con lo que ello implica en su carga de misticismo, espectacularidad, horterada y genialidad. Les cuento.

A” se construye en torno a la historia del niño cantor, un niño gitano al que su familia toma por autista y que sólo muestra interés en hacer quinielas y mirar peces. Cuando en la consulta del médico descubren que el niño tiene una voz prodigiosa, la familia se dedica a explotarle hasta que enferma y pierde la voz. A partir de ese momento, se irán desvelando los misterios que rodean al protagonista y las razones que le han llevado a contactar con la humanidad.

Nacho Cano propone en este musical una historia original en la que mezcla temas dispares pasando sin solución de continuidad del tópico cómico que firmaría José Mota al mesianismo ecologista y místico en una historia peor hilvanada que en “Hoy no me puedo levantar” y que sirve como mera excusa para articular las nuevas canciones ideadas para un montaje multimedia espectacular que encuentra su punto más llamativo en la presencia de acróbatas que se descuelgan y bailan en el aire y su principal pero en la acústica del teatro que hacia que se perdiera en ocasiones la voz de los cantantes en medio de la música. Respecto a las nuevas canciones, a mí no me gustaron demasiado lastradas por su carácter narrativo aunque musicalmente Cano demuestra que no ha perdido su habilidad para las melodías pegadizas.

En definitiva, “A” es un espectáculo entretenido que satisfará sobre todo a los fans de toda la vida de Nacho Cano y Mecano, pudiendo resultar un tanto irritante para los demás, aun cuando tenga suficientes alicientes como para que merezca la pena pagar la entrada. Si andan por Madrid y les apetece hasta el 24 tienen tiempo.

martes, 19 de enero de 2010

“Sherlock Holmes”, de Guy Ritchie.

Si yo les avasallara en este preciso momento, pidiendo que describiesen a Sherlock Holmes, estoy seguro que la mayoría haría mención, sin necesidad de haber leído ninguna de las novelas que inspiraron al personaje, a su capacidad para resolver mediante la deducción los más enrevesados casos, de su reconocible indumentaria, de su altura y nariz aguileña, su mirada penetrante o su afición por fumar en pipa. Sin embargo, si le preguntara a Guy Ritchie, pondría ojos de dólar y deliberadamente haría una descripción bastante alejada de la canónica, más irreverente y gamberra, pero hábilmente calculada para atraer nuestra atención. Vamos, la que el amigo Ritchie se ha marcado en la enésima versión del personaje y que pueden ver en los cines desde el viernes pasado, en la que pone patas arriba el bien asentado universo holmesiano retorciendo a los personajes de manera que no los reconocería ni su ilustre padre, Sir Arthur Conan Doyle.

Antes de entrar en materia, vaya por delante que creo lícita cualquier revisión de los iconos populares. Estos son patrimonio de todos y existen para ser violados y destripados por nuevos autores capaces de rebuscar en su esencia nuevas lecturas que los actualicen y revitalicen ante nuevos seguidores. Sin embargo, me pregunto hasta que punto es lícito tensar tanto la cuerda como lo hace Ritchie en esta película que subvierte completamente la esencia del personaje ideado por Conan Doyle para convertir al contemplativo Holmes y al aburguesado Watson en dos héroes de acción dispuestos a derrochar testosterona durante más de dos horas. Les cuento.

En la película de Ritchie, nos encontramos a un atribulado Sherlock apesadumbrado por la próxima perdida de su mano derecha, el apuesto doctor Watson a manos de su nueva prometida y ni siquiera la resolución de su último caso – la captura del malvado lord Blackwood, un asesino satánico aficionado a sacrificar doncellas- ha servido de suficiente argumento para hacerle cambiar de opinión. Sin embargo, cuando Blackwood aparentemente burla la muerte e inicia una nueva serie de asesinatos, Sherlock y Watson volverán a unirse para hacerle frente en sus planes de dominación al tiempo que deben bregar con la irritante presencia de la única mujer capaz de enamorar –vencer- a Holmes, la ambigua y fatal Irene Adler.

A Guy Ritchie hay que reconocerle que lo que sabe hacer, lo hace muy bien, y gracias a su habilidad para el montaje y sus movimientos de cámara es capaz de ir siempre un paso por delante del espectador en esta superproducción de generoso presupuesto si asumimos desde el principio que estamos ante un producto de entretenimiento palomitero dirigido a un público juvenil que, no nos engañemos, hoy en día es el que llena las salas. Ritchie acepta el juego y participa en la gamberrada apoyado en un grupo de actores capaz de sacar adelante la empresa con brillantez, encabezados por un Robert Downey Jr que parece disfrutar como un enano encarnando esta particular versión de Sherlock en la que encaja como un guante y le permite dar rienda suelta a su desbordante histrionismo y que encuentra su contrapunto en un gran Jude Law que parece crecerse ante Bob, un Mark Strong especializado en villanos que construye un fabuloso y convincente Lord Blackwood, y Rachel McAdams que merecería mayor protagonismo con su Irene Adler. Sin embargo y, a pesar de todas estas notas positivas, si uno se para a pensar un poco en la historia se dará cuenta que tras el brillante artificio levantado por Ritchie y los actores se esconde un guión poco elaborado y plagado de “deus ex machina”, más pensado en sacar partido a la “vis comica” de Downey que en construir una intriga sólida que alimente al personaje que este encarna (y este es el principal pero que veo a la pelicula porque la esencia de Homes es que ve lo que los demás no ven) y en dejar la puerta abierta a una próxima entrega con la presencia forzada de un invisible contendiente que no aporta nada a la historia que se nos cuenta en esta entrega.

En definitiva, tomen este “Sherlock Homes” como lo que es, un divertimento gamberro diseñado hasta el último detalle para reventar la taquilla navideña (con el permiso de “Avatar”, claro) y no se rasguen las vestiduras si son fieles seguidores del inquilino del 221B de Baker Street intentando, como hice yo, obviar el título de la película. Disfrutarán más.

Otras películas de Guy Ritchie en El lector impaciente:

Rocknrolla”.

Más “Sherlock Holmes” en El lector impaciente:

Estudio en Escarlata”.
Elemental, querido Chaplin”.
La solución final

Trailer de “Piranha 3D” de Alexandre Aja.



Ahí les dejo el trailer de la enésima versión de “Pirañas”, una de esas pelis de monstruos surgidas a raíz de "Tiburón". Esta nueva versión se supone que es en 3D aunque no se note y el argumento pues, ya saben, el de siempre. El único aliciente de esta pelí sería la presencia de Elisabeth Shue, que me temo ha entrado en esa edad maldita en la que ya no puede elegir los papeles. En fin, a mí no me pillan.

viernes, 15 de enero de 2010

Trailer de “Tekken”, de Dwight H. Little.



Ahí arriba tienen el primer trailer de la adaptación cinematográfica del popular videojuego de lucha. Se han currado - es un decir- un tópico argumento de venganza para justificar que el bueno se dedique a repartir mamporros por doquier porque el juego era un mero simulador de lucha que no daba mucho de sí a pesar de su popularidad y lo han dejado en manos del sospechoso Dwight H. Little para que haga lo que pueda. (“Anacondas” y “Halloween 4: El retorno de Michael Myers”).

Yo directamente espero a que la echen en la tele sin cortes.

jueves, 14 de enero de 2010

“Pluto 4”, de Naoki Urasawa.

Acabo de terminar el cuarto volumen de “Pluto y una vez más me quito el sombrero –literal- ante Urasasawa, un autor que en esta serie parece si cabe haber dado una vuelta de tuerca más a su habilidad para el retrato de personajes y la dosificación de la tensión.

Con este tomo, llegamos al meridiano de la serie y la cosa está tan liada que creo que nadie es capaz de prever por donde va a salir el amigo Urasawa quién se permite lujos sólo al alcance de los más grandes como cargarse aparentemente al personaje más emblemático de la historia, demostrando una vez más que “El mejor róbot sobre la faz de la Tierra” tezukiano no es más que la plataforma desde la que desarrollar su propio talento.

Y es que en esta nueva entrega, Urasawa va dejando caer la información a cuenta gotas presentando personajes que se antojan han de tener un papel clave en el desenlace final como el misterioso creador de Astroboy, el doctor Tenma, o forzando extrañas alianzas entre personajes antagónicos como la que se da entre Gesitch, el róbot policía, y Haas, el hombre quién secretamente ansía matarle para vengar la muerte de su hermano. Sin embargo, el lector no ha de sentirse estafado por la parsimonia con la que Urasawa mueve sus piezas enfrascado en el desarrollo de subtramas que mantienen entretenido al lector. En cada capítulo, Urasawa va reforzando la caracterización de personajes apenas entrevistos en anteriores entregas para utilizarlos o sacrificarlos como piezas de ajedrez según lo requiera la trama principal mediante una técnica que el autor domina como nadie desde “Monster”.

Especialmente destacable en ese sentido es la historia que abre el volumen en la que Urasawa convierte una tierna anécdota –el doctor Ochanomizu encuentra un perro róbot antiguo roto durante un paseo por el parque y decide repararlo- en el prólogo de una nueva serie de asesinatos de róbots y científicos. En apenas unas pocas páginas y con una notable economía de recursos, Urasawa retrata el carácter de Ochanomizu y da un giro inesperado a lo que presuponíamos un relato entrañable ambientado en un día de descanso. Genial.

Urasawa está dando lo mejor de sí en “Pluto”, parece tener las ideas muy claras y ha sabido llevarnos una vez más al huerto. Espero que en los próximos cuatro tomos que faltan por publicar, Planeta (creo que el quinto acaba de salir) no la cague porque podemos estar ante su mejor obra. Ya me dirán que les parece.
Más "Pluto" en El lector impaciente:

Haití


Ramón en "El País"
(Más de 100.000 muertos y una vez más la suma pobreza + desastre natural = muertes, se cumple inexorablemente. El planeta hoy llora pero dentro de unos días nadie se acordará de los haitianos que llevan años abandonados a su suerte. En Japón estas cosas no pasan y si pasan no mueren 100.000 personas). Si alguien quiere colaborar aquí le explican como hacerlo.

Trailer de “The Ghost Writer”, de Roman Polanski.


Este hombre tendrá los problemas que tenga, pero lo que es indudable es que tiene muy claro cómo se rueda una película. Gran pinta tiene este “The Ghost Writer” (¿Lo traducirán como “El Negro” o no se atreverán? No se atreverán), una cinta de intriga basada en una novela de Robert Harris (no confundir con Thomas) publicada en España como “El poder en la sombra” y que cuenta con un reparto encabezado por Pierce Brosnan, Ewan McGregor y Kim Cattrall.

Estas historias de intriga y espionaje suelen ser bastante entretenidas y si, además, está Polanski por medio la cosa promete. Ya veremos.

miércoles, 13 de enero de 2010

“Jan Europa 1”, de Edmond

Tiene razón Hernán Migoya cuando habla en el epílogo del primer recopilatorio de la serie “Jan Europa” que ha empezado a publicar Glénat, de la bofetada de nostalgia que provoca releer las aventuras de este personaje a los que lo hemos conocido de pequeño. No me pidan objetividad porque Edmond y “Jan Europa” son probablemente una de las razones de mi continuada afición al medio aunque durante años desconocí el nombre del autor de las aventuras que aparecían en “Mortadelo”. Y conste que me daba miedo reencontrarme con los ojos del adulto resabiado con las historias y los personajes que me marcaron tanto de niño. Sin embargo, tras finalizar la lectura del primer álbum, he de reconocer, que a falta de releer la historia que más me impactó y que aparecerá en próximas entregas (la del triángulo de las Bermudas con la Calavera Gigante y el cementerio de barcos y aviones de todas las épocas), "Jan Europa" ha envejecido razonablemente bien y creo que resistiría dignamente su lectura por los lectores más jóvenes, lo que no deja de confirmar las cualidades de Edmond, uno de los dibujantes de Bruguera menos conocidos.

En su época, Jan Europa era un héroe sui generis. Alejado del prototipo de hombre duro y desencantado es un tipo optimista que odia la violencia pero que combatiendo en la I Guerra Mundial recibió el don de la inmortalidad y la eterna juventud. Tras setenta años alejado de su familia y amigos, Jan inicia accidentalmente una ambigua elación sentimental con la nieta de su antigua novia, Anne, y vive trepidantes aventuras como paladín de los Guardianes del Poder en constante lucha contra los Iniciados Negros, una poderosa organización secreta liderada por el misterioso Incógnito y cuyo objetivo es hacerse con el poder. A lo largo de este primer libro de tres asistiremos a esa luchspor todo el mundo al tiempo que Edmond da detalles sobre el pasado de Jan y presentando al sorprendente ayudante de Jan, David McIntire, un policía escocés retirado (genial giro de Edmond presentar al sidekick de Jan en un anciano) experto en el arte del disfraz que Jan conoció en el pasado y que cree firmemente que Europa es un extraterrestre.

Edmond cuenta en el libro que creó "Jan Europa" como un proyecto de héroe español y europeo alejado de los estereotipos imperantes en la época, un héroe de cómics que reúne todos los elementos para haberse convertido en una serie de culto como son en Italia “Dylan Dog” o “Martyn Mistere” sino fuera porque su publicación coincidió con los estertores de Bruguera víctima de la incipiente crisis del cómic nacional junto al hecho, para que engañarnos, que sus aventuras tienen ciertos ecos a honradas historias de género que ya venían contándose desde hacía décadas en Argentina o el resto de Europa. Y, sin embargo, “Jan Europa” en su inocencia tiene algo que sigue atrapando, quizás debido al buen hacer de Edmond, un dibujante versátil capaz de afrontar cualquier estilo con maestría y pasar sin dificultad del realismo a la caricatura. En las historias de "Jan Europa", Edmond se da en ocasiones ciertos aires a Mezieres o a Gir, mostrando un completo dominio técnico para el tratamiento de todo tipo de localizaciones y la caracterización de los personajes y objetos (geniales esos coches de época) unido a un sentido de la narración trepidante (en cada página pasan un montón de cosas sin dar tregua al lector) que, en ocasione,s se vuelve demasiadoconfusa como en la historia titulada “Operación Aristóteles”. A pesar de ello, Edmond demuestra ser un guionista más que competente capaz de incorporar una trama conclusiva en cada episodio al tiempo que mantiene la tensión y la continuidad en el argumento principal que enfrenta a las fuerzas del bien personificadas por el bueno y sencillo Jan frente a las del mal lideradas por Incógnito, un rimbombante y exagerado personaje que cumple a la perfección su labor de villano arquetípico, aunque en demasiadas ocasiones abuse del "deus ex machina", algo por otro lado habitual en los cómics de la época que compensa, por otro lado, con un gran desparpajo a la hora de construir los diálogos de los personajes dotándolo de cierta socarronería que ayuda a no tomarse demasiado en serio la historia y disfrutarla como lo que es, un cómic de entretenmiendo dirigido a un público infantil-juvenil, algo que queda reforzado con los diálogos entre personajes en los que incorporan elaboradas y didácticas explicaciones, destinados a enseñar lo que era al lector infantil lo que era un virús o las civillizaciones del indo.

En definitiva, que no me ha disgustado el reencuentro con “Jan Europa” y espero con ansías las nuevas entregas porque estoy seguro que lo mejor está por llegar (ese anunciado material inédito me quita el sueño...), sin embargo, tengo que poner un pero a la edición de Glénat, ya que más allá de la reducción que el dibujo de Edmond aguanta muy bien, en la supresión del cuidado coloreado de Edmond, que era uno de los puntos fuertes de la edición original en “Mortadelo”, sustituido por un blanco y negro cumplidor pero que a aquellos que hemos leído la otra nos chirría. Por otro lado, la edición recoge las portadas originales de la colección “Jan Europa”, estas sí, a color, lo cuál no deja de ser un punto a su favor.

Ya saben, si quieren disfrutar de un cómic de género de los de antes con el que pasarselo pipa y de una serie que por su calidad debía haber merecido mejor suerte, no dejen pasar este tebeo. Y, si no conocían, la serie ni al personaje de antemano dején sus comentarios por aquí a ver si logramos entre todos en esta entrada reunir algo más de objetividad. A mí me cuesta.

Carlos Nine, Alberto Breccia y Hugo Pratt.


Carlos Nine: Nací en Haedo, donde vivió y murió Alberto Breccia. El tenía una casa enorme, un estudio espectacular. Era un mito él. Aparte interesante la vida de él, porque fue un dibujante, digamos común, regular, y vivía de eso tranquilo durante casi toda su vida, hasta que de pronto un día algo le ocurre, o tiene una crisis. No se cómo funciona, pero cambia totalmente su forma de dibujar. El se hace famoso, no por Vito Nervio, sino por Mort Zinder, El Eternauta. Cambió estéticamente. El lo atribuye a que un día Pratt, que vivía acá en Argentina, le dijo:- “Vos con lo que sabés dibujar porque hacés toda esa mierda”- “Tengo que vivir”- “No, sos un cobarde”El Tano (Pratt) era muy agresivo, y le insultó. Entonces le dio como vergüenza y se puso a dibujar. Parece que eso le influyó, los insultos del tipo lo asustaron.Todos lo elogian (a Breccia), pero todos están cómodos haciendo veinticinco mil años el oso chirimbolo porque se vende bien. No, ahora hacé otra cosa, corré peligro. Tanta gente corre peligro, un albañil, hacé algo que te ponga en riesgo, sino es muy aburrido ir asi.

Alberto Breccia en “Vito Nervio”.

Alberto Breccia en “Mort Cinder”.

(El gran Carlos Nine habla sobre sus orígenes y la necesidad de afrontar riesgos en la carrera de dibujante con una ilustrativa anécdota ocurrida entre Alberto Breccia y Hugo Pratt. Nine cuenta muchas más cosas en esta interesante entrevista del 2007 que La Duendes recoge aquí y aquí).

martes, 12 de enero de 2010

“Burlando a la parca”, de Josh Bazell.

Es bueno que en el enmohecido mundillo del género negro, repleto de convenciones y tópicos, surja de vez en cuando una novela dispuesta a ofrecer una propuesta distinta a lo que los lectores están acostumbrados, aportando, sin demasiadas pretensiones, frescura en un panorama plagado de series clónicas, autores quemados y modas editoriales absurdas (¿alguien podría explicarle a los editores que no todos los escritores de intriga suecos no son Stieg Larsson?). Novelas como, por ejemplo, “Burlando a la parca”, publicada recientemente por Anagrama y en la que Josh Bazzel auna con habilidad la rutina diaria en un cochambroso hospital de Manhattan con las prácticas de los mafiosos sedientos de venganza. Les cuento.

El doctor Peter Brown podría pasar por un estresado médico de guardia más en el caótico Manhattan Catholic sino fuera porque la fatalidad convierte a Nick LoBrutto, uno de sus antiguos colegas mafiosos, en uno de sus pacientes. Y es que el cínico Doctor Brown en otros tiempos no fue otro que Pietro Bwrna, uno de los más letales asesinos de una familia mafiosa, los Locano con los que no quedó precisamente en muy buenas relaciones tras acogerse al Programa de Protección de Testigos. Cuando LoBrutto exige a Peter que le cure el cáncer terminal que padece a cambio de no dar el chivatazo, Peter se da cuenta que la nueva jornada en el Manhattan Catholic va a ser un poco más compleja que de costumbre.

Josh Bazell demuestra un desacostumbrado desparpajo para un escritor novel en esta historia que combina con habilidad campos tan abiertamente contradictorios, como son la práctica de la medicina con el asesinato selectivo a través de las peripecias de un nuevo antihéroe del que probablemente seguiremos leyendo aventuras, Pietro Bwrna (alías Peter Brown). Y es que Bazell, como se anuncia en la publicidad, logra un extraño híbrido entre “Los Soprano” y “House”, en una novela frenética y salvaje en la que logra ir concatenando sin pausa para el lector situaciones a cual más sorprendente e increíble en un complicado ejercicio del cuál Bazell logra salir airoso hasta llegar a su increíble desenlace. Bazell escribe una novela dura y realista al tiempo que tragicómica en la que profundiza en la caracterización del complejo protagonista para lo que no duda hasta hacerle viajar a Polonia en busca de sus orígenes y, a través de acertados pies de página, apostilla un distanciamiento cínico e irónico que no oculta ni el empeño puesto en la obra ni su amor por la práctica de la medicina (el propio autor es médico ejerciente) usando asimismo la historia como denuncia de una realidad tan dramática como la del sistema sanitario norteamericano.

Burlando a la parca” es una novela excesiva, negra por partida doble y enormemente entretenida que no se puede dejar de leer y que augura a un autor al que habrá que seguir de cerca porque tiene cosas nuevas que contar dentro de un género al que le hacen falta autores así. Esperemos que no se demore demasiado su nueva obra.

Éric Rohmer (1920-2010).

Con la muerte ayer de Éric Rohmer empieza a irse una manera de entender el cine diferente, la de los franceses de la “Nouvelle Vague”, quienes empezaron a discutirle a Hollywood educadamente el monopolio de cómo hacer buenas películas.

Rohmer era el mayor de todos y también mi preferido. Autor de películas, pequeñas y detallistas, sus películas tenían un tono mágico, irreal y delicado, que calmaban mis ansias de espectador acostumbrado a otras velocidades de digestión más pesada. Las películas de Rohmer eran como un buen almuerzo o el buen jazz, construidas con los elementos justos para nunca echar de menos la ausencia de algo y dejar en la memoria un regusto agradable.

Probablemente, su personalidad esquiva no ayudó que recibiera en vida todos los premios que su obra merece y esta sea revalorizada con el tiempo. Sería de justicia.

Entre sus películas, mis preferidas son las del ciclo de las Estaciones, aunque en la mayoría mantuvo una coherencia que pocos asumen hoy en día.

D.E.P.

Mi noche con Maud” (1969)



Cuento de Verano” (1996)



lunes, 11 de enero de 2010

“Scott Pilgrim 1 y 2” de Bryan Lee O’Malley.

Esto de que las editoriales generalistas se incorporen al anquilosado panorama editorial comiqueril es una gran noticia no sólo por la ampliación de títulos que puedan ofertar (que eso quién más quién menos lo esperaba aunque todavía esté por verse) como por el abaratamiento de precios (que también está todavía por verse) sino porque, además, insuflan nuevas maneras al modo en qué publican las obras pasando de sacro santas reglas con las que hemos crecido como la periodicidad. Nunca había visto yo en mi vida de comprador de cómics una periodicidad más rara que la de este “Scott Pilgrim” cuyos volúmenes se publican a pares en un mismo mes para pasar después seis en barbecho y pasa olímpicamente de la rutinaria y segura periodicidad con la que nos hemos hecho hombres (y mujeres) de provecho (es un decir). Quizás se deba a inexperiencia de la editorial o que se maneja con criterios misteriosos que escapan a la interpretación de los viejos del lugar pero no quería dejar de comentarlo por curioso ya que visto para febrero anuncían ya los dos siguientes volúmenes. Pero vamos con la obra.

O’Malley nos cuenta en este cómic las peripecias de Scott Pilgrim, un joven veinteañero sin oficio ni beneficio cuya máxima aspiración es ensayar con su grupo musical mientras intentan hacerse un nombre en el panorama musical. Sin embargo, cuando Scott conoce en una fiesta a Ramona Flowers se enamorará perdidamente y conquistarla se convierte en la razón de su vida, tarea esta siempre complicada la de conquistar a una chica pero que se lía mucho más cuando el bueno de Scott debe vencer (literal) y convencer a los siete novios malvados anteriores de la susodicha.

Vaya por delante que “Scott Pilgrim” es ante todo un tebeo inclasificable, rico en lecturas y que encuentra en el humor y originalidad sus principales cualidades pero que puede dejar perplejo al lector no avisado. Huyendo de cualquier convencionalismo, el autor, el canadiense Bryan Lee O’Malley, se fundamenta en la estética manga para construir un slice of life con aspiraciones de retrato generacional centrado en lo anecdótico y que oscila constantemente y sin transición entre el realismo y la fantasía sin más criterio que el capricho de su autor en una apuesta que puede enervar a más de uno pero que el autor compensa con un agudo sentido del humor que invita a no tomar la obra demasiado en serio más allá de su condición de entretenimiento. Y es probablemente, el humor, alejándonos de las reflexiones más serias, lo que salve esta serie y la convierta en un tebeo destacable. O’Malley a través de un dibujo en exceso simplista y naif caracteriza con habilidad la galería de personajes con los que el protagonista se relaciona otorgando su espacio a cada uno de ellos en una historia a medio camino entre las películas “teen” de Molly Ringwald, los musicales de Bolliwood y un episodio de “Power Rangers”. O’Malley muestra su habilidad como narrador mostrando una apabullante riqueza de recursos en un cómic ligero que se lee en un suspiro y que deja con ganas de más, aun sabiendo que la historia no vaya a ninguna parte.

En definitiva, “Scott Pilgrim” es un cómic entretenido para pasar el rato del que yo no esperaría ni demandaría nada más. Tampoco es poco.