lunes, 26 de octubre de 2009

“Doktor Sleepless: Máquinas de Deseo” de Warren Ellis e Iván Rodríguez.


Nueva entrega de nuestro bastardo escocés favorito en el sello Avatar que aquí anda publicando con bastante decoro Glénat. Me estoy refiriendo, por supuesto, al señor Warren Ellis y su creación más ambiciosa de los últimos año,s a la espera de la finalización de esa maravilla que es “Planetary” (al parecer ya ha acabado. Aleluya), en colaboración con un prometedor dibujante español, Iván Rodríguez, “Doctor Sleepless”.

Este primer recopilatorio reúne los primeros ocho números de la serie regular bajo el subtítulo de “Máquinas de Deseo” y en él se sientan las bases de lo que ha asegurado Ellis en alguna entrevista es un proyecto abierto llamado a convertirse en la nueva “Transmetropolitan”. Aunque eso está por ver, de momento, "Doktor Sleepless" es una lectura entretenida en la que Ellis une con sorprendente naturalidad –morro, dirían algunos- multitud de referencias para reverdecer su mensaje anarquista y pseudotransgresor (estoy seguro que si hubiera nacido a principios del siglo pasado el amigo Ellis hubiera sido de los que le hubiera encantado ir poniendo bombas a los nobles en pos de las enseñanzas de Bakunin y Malatesta).

En la tranquila ciudad de Heavenside, vuelve a reaparecer su hijo pródigo menos querido, el llamado Doktor Sleepless, alías John Reinhardt, quién dotado de una portentosa inteligencia rayana en la locura y acompañado por una turbadora Enfermera que hace las veces de guardaespaldas, dirige todos sus esfuerzos a adoctrinar a los jóvenes y desencantados grinder (humanos con algún tipo de modificación extrema en su cuerpo) con sus enseñanzas antisistema aunque su verdadero objetivo no sea otro que destruir el mundo. ¿Cómo es posible que Sleepless haya reaparecido si la policía tiene detenido desde hace años a John Reinhardt en prisión?¿Quién es el verdadero y quién es el falso?¿Cómo reaccionará la antigua novia de Reinhardt tras su reaparición provocando el caos en la ciudad y más loco que nunca? ¿Quién está acabando con los antiguos colaboradores de Reinhardt en el blog inminent.sea y cuáles son sus intenciones? ¿Y por qué hay gente enfermando que ve ángeles? Tendrán que leerse el tebeo si quieren encontrar respuesta a alguna de estas preguntas.

Delirante propuesta la que realiza el amigo Ellis en este entretenido tebeo en el que superando las nociones clásicas del género superheroico de héroe y villano da una vuelta de tuerca al concepto de científico loco en una trama frenética llena de referencias y autoreferencias que, en algún momento pueden sacar al lector no avisado de la historia por lo que aconsejo la lectura previa de la Fintroducción escrita por el propio Ellis y las fichas de términos precedentes. Ellis juega a presagiar en una moderna ciudad americana habitada por personajes propios de William Gibson un futuro en el que se hacen realidad todos los miedos antisistema contemporáneos –y alguno más- y ofrece su particular respuesta en forma de nuevo mesias tecnológico impregnado de misticismo tibetano y locura lovecraftiana, manteniendo al lector en la duda constante sobre su cordura y moralidad, propuestas que no son del todo originales en la obra de Ellis pero que están planteadas con la suficiente habilidad como para resultar una trama de intriga entretenida. Nada es lo que parece en esta nueva serie y espero que en las próximas entregas se vayan aclarando –o liando, dependiendo del éxito y continuidad de la serie- todas las preguntas y misterios que este gran titiritero cyberpunk y chamanista que es el escocés nos plantea. De la ambición y las ganas con las que Ellis afronta esta serie, queda constancia con la creación por el autor de una página web (doktorsleepless.com) en la que a modo de wikipedia de la serie se aclaran dudas y claves de la serie y se plantean pistas sobre los futuros derroteros de la serie.

En cuanto al dibujo, Iván Rodríguez, se muestra como un valor a seguir, manteniendo el tipo frente al tour de force propuesto por Ellis, con claras referencias a autores actuales como Bryan Hitch, curiosamente un autor con el que ya colaboró Ellis en “The Auhority”. Rodríguez, se muestra como un buen narrador y domina el dibujo de la figura humana aunque quizás se le pudiera pedir una mayor expresividad a los rostros de sus personajes. Con todo, se trata de un autor joven que tiene mucho que aportar todavía y que se ve bien secundado por la acertada labor de Mark Sweeney, un colorista que deja su buen hacer allá por donde pasa.

En definitiva, “Doktor Sleeper” agradará a los fieles seguidores del Ellis más desquiciado pero probablemente no sea recomendable para aquellos que no haya disfrutado de sus trabajos anteriores, y promete a los primeros vivir momentos interesantes.

La edición de Glénat, es bastante correcta incorporando aparte de las fichas y la fintroducción comentadas más arriba, las portadas originales y un sketchbook con unas espectaculares portadas alternativas realizadas por Raulo Cáceres.

Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente.

Planetary”.
Planetary: Mundos cruzados”.
Hellblazer”.
Global Frequency
Black Summer

Una entrevista en inglés a Ellis sobre la serie, aquí.

El Bullpen Marvel, según John Romita.



Cefn: ¿Acabaste sintiéndote cómodo con el método Marvel?

JR: Oh sí, al cabo de un tiempo lo de los argumentos me resultaba un poco más fácil. Y a medida que pasaba el tiempo me sentía más capacitado, pero nunca me resultó fácil. Era como si me sacarán las entrañas.

Cefn: ¿Y que hay de los demás dibujantes del Bullpen?¿Se acostumbraron a ello?

JR: Algunos sí. John Buscema tenía un talento innato para ello. Le dabas un breve resumen de la historia, por teléfono y entonces empezaba a protestar diciendo cosas como “¡Los cómics son una tontería! ¡Hay demasiados personajes!”

Él odiaba a Spiderman. Durante la época en que dejé de dibujar Spiderman yo solía hacer los argumentos junto a Stan y llamar al dibujante, ya fuera Gil Kane, John Buscema o cualquier otro. Llamaba a John Buscema y le daba un breve resumen de la historia y del perfil de los personajes, por ejemplo, Kingpin y el Maquinador. Y entonces él me preguntaba: “¿No iremos a hacer otra de esas historias, verdad?”¡Detesto a Spiderman!” Esa era su frase más recurrente.”¿Tenemos que hacer otro Spiderman” ¡Odio esa serie!¡Odio a los personajes, odio la gran cantidad de gente que sale en ella!” Y yo le respondía: “¡Menudo asco!¡Pero tú no te preocupes, John!”¡Y luego venía y te entregaba unas páginas fantásticas, con una caracterización de personajes estupenda! ¡Quiero decir que el Maquinador se convirtió en un personaje de carne y hueso en sus manos! Yo había hecho un boceto de la portada que era como una especie de guía pero él le dio vida. La dotó de personalidad, de humanidad. Quiero decir que para ser alguien que decía no importarle un pimiento el trabajo, ponía mucha sensibilidad en esas páginas. Las mujeres eran muy hermosas, los fondos y la historia rebosaban fuerza y realismo ¡y sólo estaba haciendo bocetos! Sus bocetos eran mejores que los lápices acabados de cualquier otro dibujante. Eran una maravilla. Me hubiera gustado tener tiempo de entintarlos, pero estaba trabajando en "Capitán América" o "Los 4 Fantásticos" o cualquier otra cosa. Así que la impresión que da a primera vista es que no tiene en demasiada consideración esta forma artística pero la calidad del trabajo que realiza muestra el alma de un verdadero artista. Siempre he admirado a la gente así. Es un tipo al que el argumento no le intimida. Podía dibujar perfectamente cinco páginas al día mientras que, para mí, dos páginas era ya un triunfo. Algunos artistas se adaptaron al Método Marvel más fácilmente que otros. Gene Colan podía visualizar las cosas estupendamente, pero nunca conseguía darle a la historia el ritmo narrativo que quería Stan. Se dedicaba a dibujar los planos y cosas que más le gustaban en la primera mitad del tebeo, y cuando llegaba a la segunda mitad, cuando tenía que contar el meollo de la historia, tenía que empezar a dibujar viñetas cada vez más y más pequeñas, hasta que Stan se volvía loco porque la última viñeta, que se suponía que tenía que ser una doble página se había reducido a una rendijita. Así que teníamos que cortar y pegar bastante. Kirby solía hacer lo mismo. También hacía otra cosa curiosa, a veces introducía un personaje en la historia, sólo por diversión, y luego en la página cinco se lo cargaba. Luego resulta que a Stan le encantaba el personaje y decía: “¡Lo has matado!” Era tan rápido creando y destruyendo que Stan se frustraba de un modo increíble, porque cualquiera de las ideas más flojas de Jack podía haber sido usada para crear una línea de cómics que hubiera durado diez años. Sus ideas más flojas eran superiores a las mejores ideas de algunos otros dibujantes. Yo sigo diciendo que Jack Kirby disparaba más munición en dos o tres números que mucha otra gente en cinco años. ¡Era realmente como una explosión sobre el papel!
Y yo lo único que era capaz de hacer era sufrir tratando de encontrar una transición interesante, personajes interesantes…luchaab con las páginas mientras que toda esa gente –John Buscema, Jack Kirby y más tarde John Byrne- producían páginas diez veces más rápido, con una gran sensibilidad y sin esfuerzo. En el caso de que yo lograra sensibilidad alguna, era tras mucho sudor y lágrimas.

(Una nueva entrega de la entrevista realizada en 1994 por Cefn Ridouf y Richard Ashford y publicada en España por Forum (Planeta) en 1999 en el libroEl Arte de John Romitaen la que analiza el método de trabajo de Marvel y la adaptación que tuvieron al mismo distintos artistas como John Buscema, Jack Kirby o Gene Colan).

Para leer otros extractos de esta larga entrevista, pinchad aquí o aquí.