viernes, 3 de abril de 2009

La crisis o Joan Navarro se cayó del caballo.

Parece que están teniendo eco las reflexiones que en su blog Joan Navarro, editor jefe de Glénat, ha hecho en torno a cómo la Crisis está afectando al Cómic.

Navarro, al que no conozco pero al que sigo en entrevistas y en su blog siempre me ha parecido por sus comentarios una persona equilibrada y analítica que conoce como pocos su negocio, el de los cómics y ha sabido conjugar como pocos en Glénat, a lo largo de años, comercialidad y afición, recuperando autores clásicos españoles al tiempo que publicaba superventas japoneses manteniendo de este modo la editorial saneada, por lo que sus palabras son para tenerlas en cuenta, mucho más que las de los blogueros de turno que veníamos comentando los síntomas de lo que se avecinaba desde hace tiempo pero que no tenemos, ni falta que hace por otro lado, datos objetivos para valorar el mercado.

Quizás precisamente por la trayectoria de Joan Navarro me han llamado más la atención sus reflexiones que pintan un panorama devastador para el Cómic a partir de junio, cierto, pero que es el panorama devastador al que nos enfrentamos todos desde hace más o menos un año ya que esta no es una crisis sectorial que afecte solamente a la inmadura industria del tebeo español que ya sabemos nunca ha estado demasiado bien y ha visto como se desaprovechaba la oportunidad de los últimos años de bonanza para fidelizar nuevos lectores con ediciones ajustadas, dedicándose las principales editoriales a saturar el mercado con formatos de todo tipo y novedades en muchos casos carentes de interés buscando el beneficio inmediato sin invertir en sus infraestructuras cuan cigarras de cuento confiada quizás en que los -¿quinientos, mil?- espartanos aficionados de siempre iban a estar ahí para sacarles las castañas del fuego dispuestos a no pagar la hipoteca por hacerse con su ración habitual de tebeos, ya que ellos se dedican a otras cosas. Sin embargo, ha llegado una crisis económica global que no ha afectado sólo al Cómic y que en España está dejando unas cifras históricas de parados que no dejan de subir y para la que no se ve solución a corto plazo y los espartanos de siempre han visto menguar sus filas alarmantemente con lo que las cigarras del Cómic se ha quedado aparentemente sin su red de seguridad. Y, sin embargo, Navarro pide la movilización de todos para salvar la industria lo no deja de ser un desesperado reclamo a la solución de siempre “por favor, comprad más tebeos, coleguitas”, algo que está muy bien pero que parece obviar que esos coleguitas tienen también sus propios problemas provocados por la crisis y la cartera no lo suficientemente llena como para hacerse con integrales y absolutes que no bajan de los cuarenta euros.

Seguro que no hay soluciones sencillas. Nunca las ha habido, pero creo que el Cómic está lo suficientemente implantado hoy en día en España como para desaparecer y no tener que recurrir al miedo de los aficionados a quedarse sin su dosis de novedades. Otra cosa es que la industria deba reajustarse y ese reajuste no guste a muchos editores que han visto demasiado tarde las orejas al lobo pero no creo que afecte, en lo fundamental que son los precios elevados y las pésimas condiciones de trabajo, ni a los lectores ni a los profesionales del medio que deben salir al extranjero en busca de reconocimiento.

Bienvenido al mundo real, Sr Navarro.