martes, 3 de febrero de 2009

“La duda” (The doubt), de John Patrick Shanley.


El pasado fin de semana fuimos a ver “La duda”, la que para muchos es una de las más firmes candidatas en la carrera de los Oscars a llevarse unas cuántas estatuillas, con la idea de sacarnos la espina que teníamos clavada desde el año pasado cuando por un par de días nos quedamos sin ver “La sospecha”, el montaje teatral en que se basó la película y que protagonizara la gran Pilar Bardem.

La historia tiene lugar en un estricto colegio de monjas en la década de los sesenta dirigido por una estricta, conservadora y fría monja (Meryl Streep) que pretende mantener su colegio de espaldas a los aires de modernidad que se respiraban en Estados Unidos. Cuando una joven e ingenua hermana (Amy Adams) la comenta sus sospechas de abusos sobre el primer niño negro admitido en el colegio por parte del carismático, aperturista y simpático sacerdote del colegio (Phillip Seymour Hoffman). A partir de ese momento, y a pesar de la falta de pruebas y la oposición de la madre del niño (Viola Davis), la directora iniciará como un a loba una cruzada para expulsar al sacerdote de su colegio.

La adaptación cinematográfica de “La duda” engancha al espectador gracias, sobre todo, a la inmensa labor de los cuatro actores que hacen creíble el artificio que el propio autor de la obra de teatro, John Patrick Shanley, se ha encargado de adaptar y dirigir al cine, manteniéndose el interés de la trama mientras el intenso duelo argumental e interpretativo entre los personajes interpretados por Meryl Streep y Phillip Seymour Hoffman no desvela ni confirma la certeza de la pederastia y decayendo a partir del momento en que la duda se convierte en certeza para el espectador, pudiendo incluso llegar a provocar algún bostezo, dado su ritmo en exceso pausado y predecible más propio del teatro que del cine. Sin embargo, hasta llegar a ese punto, la película se deja ver con agrado gracias a la labor de un reparto comprometido y ambicioso aunque no pueda dejar de lamentar que el tema de la pederastia en los colegios católicos haya sido una mera excusa para su lucimiento y la película obvie un posicionamiento claro sobre una lacra vivida durante años en Estados Unidos y que la Iglesia siempre ha logrado silenciar.

Respecto a los actores, resulta más que curioso contrastar el antipático papel de la talentosa Meryl Streep con el que interpretó hace apenas un año cuando la vimos cantar, bailar y rebosar optimismo en la adaptación de “Mamma Mía”, y comprobar, una vez más, el oficio de una actriz capaz de hacer creíble cualquier personaje que se proponga desde hace más de cuarenta años, aunque, quizás esta vez, se trate de un papel demasiado a la medida de lo que se presupone gusta a los Académicos y al público, con una secuencia final que echa a perder casi toda la interpretación realizada durante los anteriores noventa minutos. Sin embargo, la Streep en esta película queda eclipsada por el resto de actores, sobre todo por un Philip Seymour Hoffman genial que da vida con enorme talento un personaje difícil y ambiguo como pocos que por momentos despierta las simpatías del espectador para convertirse al momento en centro de sus antipatías, un personaje lleno de matices e interpretaciones, que si no fuese por la muerte de Heath Ledger probablemente le hubiera asegurado una estatuilla. También hay que destacar a una sorprendente Amy Adams que hace verosímil a la ingenua e inocente hermana James, y Viola Davis, en su corta aparición, quiénes dejan en evidencia a la Streep en sus respectivos duelos interpretativos.

En fin, “La Duda” es una película que se sostiene únicamente gracias a la labor de unos magníficos actores pero que deja en evidencia la escasa habilidad tras la cámara de su director, aunque probablemente consiga los parabienes de público y crítica. Una lástima no haber conseguido esas entradas para “La Sospecha”…

Atención: Ya hay fallo para el Concurso de Cómic de Planeta.


Según informan fuentes de la editorial, el próximo día 5 de Febrero se revelará el nombre del ganador de la I Edición del Premio Internacional de Cómic de Planeta DeAgostini en una rueda de prensa a la que asistirán los miembros del Jurado y tendrá lugar en la sede de la editorial.

El premio cuenta con una suculenta dotación de 20.000 eurillos y el compromiso, por parte de la editorial, de publicar la obra.

No es una cenorrio como se hace con los premios de narrativa pero no deja de ser una buena noticia y una iniciativa a apoyar este Premio.

¡Mucha suerte a todos los que presentaron sus obras!