martes, 30 de junio de 2009

“Ken Games 1: Pierre” de Robledo y Toledano.

La sensación principal que me ha dejado la lectura de "Pierre", la primera parte de “Ken Games”, la serie que supone su puesta de largo por todo lo alto de José Robledo y Marcial Toledano más allá de los Pirineos es de frustración. Y es que tras plantear con mimo y detalle una historia que es una reflexión sobre la mentira y que, en este primer álbum se centra en la caracterización de los personajes y el planteamiento de las tramas, queda claro que se ha acabado el álbum sin entrar en el meollo de del asunto y es que los autores, como buenos tahúres, tras repartir sus cartas nos la han jugado y se han quedado con todos los triunfos, dejando sin restpuesta los numerosos misterios planteados a lo largo de este primer acto. Les cuento.

Pierre es lbásicamente a historia de una amistad. La que une a Pierre y T.J, dos amigos que se conocieron durante sus estudios en la facultad de matemáticas y que, posteriormente, han emprendido exitosas vidas profesionales en la docencia y la banca, sin renunciar por ello a quedar de vez en cuando junto a Anne, la preciosa y dulce novia de T.J.. Hasta aquí, todo normal, sin embargo ninguno de los tres amigos dice la verdad y tras el velo de normalidad y triunfo aparente que se esfuerzan en transmitirse se encuentran inmersos en sus particulares y oscuros laberintos de mentiras que justifican en, más de un caso, más que dudosas ocupaciones reales.

Es de agradecer álbumes como este en el que los autores derrochan inteligencia, talento y ganas para ofrecer una historia que en ningún momento es lo que parece y se esfuerza en incomodar al lector acostumbrado a las previsibles reglas de los géneros. Y es que el tema central de esta serie es la mentira y los subterfugio en todas sus formas en una reflexión latente que envuelve toda la lectura del álbum y que alcanza su máxima expresión en el desarrollo de la historia que aparentemente Robledo nos presenta como un original “slice of life” sobre un matemático metido a boxeador y que sólo conforme avanzamos la lectura va descubriendo su verdadero rostro, el de un “thriller” opresivo y psicológico ambientado en esos submundos de garitos, buscavidas, hampones y mafiosos que tanto nos hacen disfrutar a aquellos que, salvo en la lectura, nos mantenemos ajenos a ellos. Y es que “Ken Games” tiene alma de thriller psicológico pero sus autores con acierto dan a la historia, a la que no le falta ninguno de los elementos tradicionales –sin privarse por ello de los homenajes y las referencias cinematográficas más o menos explícitas desde a clásicos como “El Buscavidas” a títulos más modernos centrados también en el mundo de los buscavidas y el póquer como “Lock&Stock” y, sobre todo, “Rounders”- un aire novedoso y una voz propia que le sitúa por encima de otras propuestas más tópicas.

Precisamente, ese interés por buscar la originalidad y no resultar previsibles para el lector se hace extensivo al apartado gráfico en el que los autores y, en particular, un brillante Marcial Toledano, no escatiman esfuerzos para adecuar un dibujo preciosista y detallista en el que se perciben ciertas influencias del manga japonés a la historia planteada. Toledano ha asimilado algunos de los mejores recursos del cómic japonés para mantener la atención del lector y los ha adecuado sin ningún prejuicio y con toda naturalidad a la rígida y anquilosada estructura del álbum europeo para ganar espacio a la caracterización de los personajes, a las secuencias de acción y a la complejidad de la trama, un espacio que es estupendamente aprovechado por Toledano para lucirse en magníficas secuencias mudas en la que su dibujo lleva el peso de la narración y carga de crudeza y dramatismo a la historia, dándole un tono más duro y amargo. El álbum es rico en recursos propios del medio y es aconsejable una relectura del aficionado para demorarse en su análisis, pero los más evidentes son quizás los elegantes flashbacks en los que en una misma viñeta se nos describen el pasado sin abandonar por ello el hilo presente de la narración, el uso de las onomatopeyas y los escorzos para el tratamiento de la tensión o la deformación de las viñetas para reflejar la violencia y dinamismo de los combates pugilísticos. Es destacable también, el suave y premeditado uso de una paleta de suaves colores que junto al dibujo amable, naif, de Toledano contrastan con la sordidez de los ambientes en los que se desarrolla la mayor parte de la historia.

En fin, “Pierre” nos presenta un equipo artístico maduro y llamado a hacer grandes cosas si les dejan en el mundo del cómic. Se trata de un cómic inteligente y entretenido pero que, como un ligue de una noche que te abandona en la boca del Metro, nos escamotea lo mejor. No se preocupen, por suerte, los autores nos han dejado el número de teléfono y la promesa de que las dos próximas citas serán mejores incluso que esta. Les tomo la palabra y yo no me las pienso perder. Luego se lo cuento. La edición de Diábolo pulcra y correcta en la buena línea de esta editorial.
El blog de los autores, aquí.

“100 Balas: Sucio” de Brian Azzarello y Eduardo Risso.


(Buff…Lo que son los despistes. Ayer preparando la entrada de “Joker” me di cuenta que no había subido el mes pasado la entrada dedicada a la última entrega de Planeta de “Cien Balas”. Como ya la tengo escrita y todavía resulta vigente aquí se las dejo con mis disculpas).

¡Qué poquitas balas le quedan ya a esta colección! Y como se le nota, amigos, que el señor Brian Azzarello ya no sabe que hacer para estira la trama y llegar a la mágica meta que él solo se marcó de los cien números.

En “Sucio”, el último recopilatorio que nos ofrece Planeta y que engloba los números 84 a 88 de la edición americana en una deficiente edición, resulta bastante patente que estamos ante un arco de transición hacia la traca final que nos tenga preparado el guionista como estruendoso fin de fiesta. “Sucio” está formado por cinco episodios truculentos que no guardan ninguna continuidad entre sí más allá en ellos se describe con más o menos gracia –es una forma de hablar- la eliminación de algunos de los personajes secundarios que aparecieron en distintos arcos de la serie o personajes que simplemente aparecen como elementos ambientales, que caracterizan la brutalidad de la cruenta guerra silenciosa entre las distintas casas del Trust y sus antiguos agentes, que se convierten en víctimas colaterales de su conflicto.

Queda poco de la atmósfera densa y oscura que respiraba esta serie en sus primeros arcos en los que Azzarello demostraba una enorme imaginación para crear situaciones en las que poner en entredicho la fragilidad de la moralidad humana, tentando a sus personajes con los maletines llenos de balas indetectables. Sólo queda realmente la carcasa en forma de los ambientes patibularios en los que se ha desarrollado la serie – los hoteles de carretera, los bares de alterne, los casinos…- pero es evidente que la serie ha perdido fuerza y sólo continua por la inercia de unos personajes ambiguos, muy bien caracterizados. Esto se hace bastante patente en este irregular arco en el que, de una manera precipitada en la mayoría de los episodios si exceptuamos el primero, Azzarello simplemente se dedica a mostrar la crudeza y determinación de los antiguos asesinos del Trust, por si no nos habíamos dado cuenta en los ochenta episodios diferentes, y aprovecha para soltar lastre en forma de secundarios para lo que se avecine. Espero que el guionista nos tenga preparado un final acorde con lo que fue la primera mitad de la serie y abandone el camino que parece tomar en “Sucio” por la violencia gratuita y fácil.

Si en este álbum da la impresión que Azzarello acusa más el desgaste conforme la serie avanza, el que mantiene el nivel como el primer día es un estupendo Eduardo Risso que con su labor hace de cada número una lectura que merezca la pena. Risso, un dibujante muy influido por su compatriota José Múñoz del que escribía el otro día, es capaz de recrear perfectamente los ambientes ideados por Azzarello y potenciar la carga dramática de las historias gracias a su habilidad para la composición y el encuadre, un narrador en imágenes superlativo capaz de hacer interesantes e inquietantes situaciones tan habituales como el que un tipo se tome una cerveza sentado en un banco un simple afeitado, logrando dotar al tiempo de mayor significado a los siempre ajustados diálogos de Azzarello. Si a la excelente labor de Risso añadimos el buen trabajo de la colorista Patricia Mulvihill que dota de mayor fuerza y crueldad a las brutalidades pergeñadas por Azzarello con viñetas con un enérgico contraste en rojo y negro estamos probablemente ante algunos de los episodios mejor dibujados de toda la serie que salvan la faena de aliño de Azzarello. En fin, un dibujante que su labor por sí sola justifica el seguir esta serie.

No quería terminar sin mencionar la cutre edición de Planeta que anuncia en la contraportada una introducción de Risso que no figura en el tomo, sustituida por un artículo de José Torralba, y una página remontada en la que han prescindido de los cuadros de texto de la edición original, sustituyéndolos por espacios en blanco. Una torpeza mayúscula que estropea la composición de página ideada por Risso y que esperemos no se vuelva a repetir en el último volumen de la serie.

En definitiva, “Sucio” me ha parecido un arco irregular, salvado por un magnífico Risso, que debe servir de prólogo al último volumen que ha de poner el broche final a la serie. Esperemos que Planeta no se demore demasiado en su publicación y nos encontremos a un Azzarello a la altura y sus últimas doce balas sean las mejores.

Más “Cien Balas” en El lector impaciente:

Erase una vez un crimen
Corrupto

Más obras de Brian Azzarello en El lector impaciente:
"Joker", junto a Lee Bermejo.

lunes, 29 de junio de 2009

“El Joker” de Azzarello y Bermejo.

Me parece a mí que pocos personajes ha dado el cómic de superhéroes tan agradecidos como el Joker, la némesis de Batman. Un personaje que bajo su apariencia cómica y, hasta cierto punto, inocente (al menos en sus inicios) esconde una mente psicópata y mortal, obsesionada con el hombre murciélago y sin el cuál Batman no habría llegado a convertirse en el icono que actualmente es hoy. Joker es la locura encarnada, los miedos primigenios y la perversión de la inocencia pueril que el payaso evoca para la mayoría, un personaje lleno de matices que debería ser el sueño –o la pesadilla- de cualquier guionista de cómic que podría hacerle protagonista de sus más irreales barrabasadas contando con la licencia –y el aplauso, presumo- del público y la crítica. Por todos estos motivos, no entiendo como un tipo al que presumo tan agudo como Brian Azzarello, guionista estrella en la última década y según recoge la biografía del tomo “uno de los mejores 10 guionistas del medio según la revista Wizard”, ha desarrollado un cómic tan tramposo y mediocre.

Azzarello en esta historia en la búsqueda de dotar al personaje de una verosimilitud que no precisa lo mutila y empobrece convirtiéndolo en esta historia en un mero hampón que pugna por el control de su porción de los bajos fondos de Gotham tras ser dado de alta –por motivos nunca explicados en el cómic- del asilo de Arkham. Azzarello nos narra la historia a través de un narrador interpuesto, Jonny Frost (un personajes “nuevo”en el universo batman a medio camino en apariencia a John Constantine y el Elijah Snow de “Planetary” pero carente del carisma de uno y otro) un perdedor convertido en una especie de asistente personal de Joker. A través de su narración interpuesta, seremos testigo de los enfrentamientos y alianzas de este con otros conocidos enemigos de Batman como el Pingüino, Harley Quinn, Killer Croc, Acertijo o Dos Caras, en una historia que Azzarello construye en el registro que mejor domina, el “hard boiled”, pero que se queda corto a la hora de reflejar la complejidad del protagonista de la historia, reduciéndose finalmente a transitar por caminos que ya han visitado otros previamente. Me da la sensación que Azzarello se ha limitado a realizar un trabajo de aliño con el que no ha llegado a implicarse realmente, quedando bastante lejos de sus obras más personales. Apoyado en sus diálogos de prestidigitador y en su dominio del género negro ha pretendido recrear un Joker “realista” y sucio al supuesto gusto de los lectores -y espectadores- del nuevo milenio pero, en esta ocasión, los diálogos se pierden en fintas que no llegan a ningún sitio y el “thriller” no aporta gran cosa, quedando la historia en una mera anécdota en la trayectoria de un personaje con más de setenta años a sus espaldas.

En el aspecto gráfico, en cambio, me ha gustado el trabajo de Lee Bermejo, un dibujante tenebrista y oscuro que ya destacara en “Hellblazer” que otorga un gran protagonismo a las localizaciones urbanas que la historia agradece, recreando una Gotham opresiva y peligrosa en la que los siniestros protagonistas se mueven con toda comodidad. Me parece muy acertada la versión remozada y moderna que ofrece de algunos de los enemigos clásicos de Batman (no sé hasta que punto la versión del Joker es creación propia o viene influida por la interpretación de Heath Ledger en la película de Nolan) y los hampones que pueblan la historia. Personajes siniestros y perdedores que irradian maldad a través de las arrugas de su expresión. Bermejo se ve muy bien secundado en su labor por Mick Gray, un gran entintador que dota de peso sus dibujos y les dota de una mayor presencia.

En fin, “Joker” de Azzarello y Bermejo es un cómic correcto, que no responde a las expectativas renovadoras generadas, intercambiable por alguno de los peores episodios de “100 Balas” y que no marca la diferencia respecto al personaje al que convierte en un mero émulo de cara blanca de Tony Montana. En cuanto al equipo artístico, Azzarello ha confirmado mis sospechas de que es un guionista bastante sobrevalorado que esconde bajo sus impactantes diálogos cierta incapacidad para cambiar de registro en función de la historia que está contando encasillándose conscientemente en el thriller mientras que Bermejo es un dibujante interesante a seguir. Un cómic sólo recomendable para completistas de Batman. La edición de Planeta me parece correcta

Otros cómics de Brian Azarello en El lector impaciente.

100 Balas”, junto a Eduardo Risso.

Trailer de “Forbbiden Reality”, “The intercepter” o "Smerss XX"I (ustedes eligen el título).



¿Alguien sabe ruso? Porque a juzgar por el trailer esta película rusa de incierto título, tienen una pinta espectacular. A juzgar por las imágenes estamos ante una historia de ciencia ficción con altas dosis de acción rodadas con delicadeza y una manufactura impecable. Por lo que he podido averiguar, la película adapta una novela de Vasilly Golovachev (quién también se encarga del guión) en la que un agente secreto que transporta una poderosa arma psíquica es traicionado por su compañero quién lo deja por muerto. El prota pretende rehacer su vida asumiendo una nueva identidad pero cuando se ve obligado a volver a Moscú se convertirá en el principal objetivo de una misteriosa organización.

En fin, una película con una pinta estupenda que seguramente no veremos estrenada por estos lares. Si alguno se entera de algo más, que avise.

domingo, 28 de junio de 2009

“El marqués de Anaon 5: La Cámara de Kéops” de Vehlmann y Bonhomme


Le tenía muchas ganas a esta nueva entrega de “El marqués de Anaon” ya que tras la lectura del último álbum me había parecido percibir cierto síntomas de acomodamiento por parte del equipo artístico en una fórmula de éxito pero de la que pocas sorpresas se podía esperar. Curiosidad por comprobar si nos íbamos a encontrar con un cómic aseadito o un tebeo realmente currado y que mereciese gastarse los catorce euros del ejemplar en la edición de Norma Editorial. Bien, pueden estar tranquilos, porque tras leer “La Cámara de Kéops” les adelanto que estamos ante una de las mejores entregas de la serie que es sin duda el mejor cómic de época que se está publicando actualmente en el país vecino. Les cuento.

¿Qué haces si repentinamente recibes de un generoso benefactor que no conoces de nada en herencia una fortuna? Probablemente, sonreír, dar las gracias y disfrutar de tu buena suerte. Sin embargo, si el agraciado es el curioso señor de Poulain, popularmente conocido como Marqués de Anaon, la herencia no se convierte más que en el cebo para resolver el misterio que envuelve a la figura de Umberto Leone. Un misterio que trasladará a Jean Baptiste al misterioso y exótico Egipto del siglo XVIII siguiendo los pasos de Leone y le convertirá en el centro de un mar de intrigas del que le costará salir con vida. ¿Descubrirá Jean Baptiste el tesoro de Keops?¿Descubrirá el secreto que llevó a Leone a abandonarlo todo para viajar a Egipto?¿Encontrará el amor? Tendrán que leerse el tebeo, amigos.
El guionista Fabien Vehlmann y da un paso adelante al cambiar completamente el escenario en el que se desarrollan las historias de la serie. Si hasta ahora, todas las aventuras habían tenido lugar en Francia (o en el mar) en esta ocasión la acción se traslada al misterioso Egipto del siglo XVIII en una historia plagada de misterios perfectamente dosificados para que el lector no pueda dejar de leer hasta el final del álbum. Creo que Vehlmann se ha liberado del peso que le suponía en anteriores entregas explicar datos del pasado del protagonista de modo que ha contado con más espacio para desarrollar una historia más rica y compleja que, salvando las distancias, me ha recordado a las protagonizadas por “Tintin”. Y es que, en cierta medida, Jean Baptiste Poulliere es un Tintin del siglo XVIII y en la posibilidad de ir haciendo viajar al personaje por el mundo -como hizo Hergé con Tintin- va a radicar en mi opinión el éxito de los próximos álbumes. Vehlmann escribe una historia muy entretenida a la que no le falta de nada y a la intriga y los supuestos elementos sobrenaturales marca de la serie sabe añadirles los toques de humor y erotismo justos para hacer la historia sea apta y atractiva para el más exigente lector.

Pero si Vehlmann realiza en este álbum uno de sus mejores trabajos lo mismo se puede decir del que es para mí el máximo atractivo de la serie, el dibujante Mattieu Bonnhomme, quien supera el ya alto nivel mostrado hasta el momento, recreando el encanto y misterio que se le supone al Egipto antiguo. Se nota que Bonnhomme se ha encontrado muy cómodo ante el reto de describir este ambiente exótico y demuestra un cuidado estudio de la época que se plasma en la cantidad de detalles que incorpora en cada viñeta. Sin embargo, Bonhomme en ningún momento recarga sus composiciones y se muestra muy consciente de mantener el hilo narrativo de la historia en todo momento. Para un guionista debe ser una delicia trabajar con un dibujante como él ya que le permite centrarse únicamente en los diálogos de la historia sin necesidad de caer en redundancias explicativas de ningún tipo. En el aspecto gráfico, no hay que olvidar tampcoo la labor de Delf quien maneja perfectamente la paleta de colores para dar en todo momento con el matiz justo que los cambios de ambientación requieren en la historia, complementando estupendamente el dibujo de Bonhomme.

En definitiva, los que ya seán fieles seguidores de las andanzas de “El marqués de Anaon” se van a encontrar con el mejor álbum de la serie. Y los que todavía no hayan disfrutado de sus aventuras no deberían dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una estupenda aventura autoconclusiva de una de las mejores parejas artísticas del actual cómic europeo. La edición de Norma correcta.

Otras entradas de El lector impaciente dedicadas a “El Marqués de Anaon”:

La isla de Brac
La virgen negra
La providencia
La Bestia

sábado, 27 de junio de 2009

Primer Trailer “Daybreakers” de Michael y Peter Spiering



Otra de vampiros...Pero esta cuenta con algún elemento para la esperanza como un guión en principio atractivo y la presencia de un actor tan competente como Willen Dafoe, que ya de por sí mejora cualquier producto por comercial que sea. La historia parece que la cosa es un totum revolotum de “Yo soy leyenda”, “Underworld” y “The Matrix” . En el año 2019, la Tierra está invadida por los vampiros y la sangre humana es un bien escaso con lo que los vampiros cazan a los escasos humanos para ordeñarlos en granjas. Ante esta perspectiva, un investigador humano busca junto a un grupo de vampiros una variante a la sangre que asegure la supervivencia de las dos razas. ¿Lo conseguirá? El trailer está chulo y, aparte de Dafoe, hay gente interesante como Ethan Hawke o Sam Neill. Los directores australianos, Michael y Peter Spiering, ya tienen experiencia con el horror (aunque en su vertiente más bizarra y gore) ya que rodaron hace unos años una serie Z divertida titulada “Undead” que al parecer les ha permitido dar el salto.

En enero del 2010 se estrenará “Daybreakers”.

viernes, 26 de junio de 2009

Roy Thomas, Conan y las imágenes


Pregunta: Cuando se imagina a Conan... ¿le viene a la mente su propia imagen o la de Frank Frazetta, Barry Windsor-Smith o John Buscema?

Roy Thomas: Depende del momento, me vienen distintas imágenes. Probablemente, casi siempre me viene a la mente el Conan de John Buscema, pero también estoy influenciado por Frazetta y por los primeros trabajos de Barry Smith. John y yo hicimos muchos trabajos juntos, pero a veces, depende de la historia, pienso en la imagen de algún otro autor. Algunas veces comienzo una historia y lo veo dibujado por un artista en particular, pero creo que algunas veces es una amalgama de varios, aunque haya mucho de Frazetta. Tiene que haberlo.
(De una entrevista realizada a Roy Thomas en Newsrama y que pueden leer completa aquí).

Farrah Fawcett (1947-2009)

Los más jovencitos ni les sonará el nombre pero los que vamos para maduritos (como yo, sniff) seguramente se quedarían prendados de la espectacular melena platino de Farrah Fawcett y que la hacia destacar para un niño como yo en la agencia de ángeles que el ausente y suertudo Charlie se montó. Y mira que eran guapas las tres. Yo el recuerdo más vivido que tengo de la mítica serie que la hizo popular es, aparte de su cabecera molona y la música pegadiza a la Fawcett desfaciendo los entuertos que el ausente y suertudo Charlie la encomendaba. Tras “Los ángeles de Charlie” ni el cine ni la vida trataron demasiado bien a este mito erótico de los setenta que iba para estrella y, por esas cosas de la vida, se quedó por el camino.

D.E.P.

Michael Jackson (1958-2009)

Hoy me he desayunado con la muerte de Michael Jackson. No era un fallecimiento que esperase, pero tampoco me ha sorprendido ya que, como muchos, veía en Jackson un personaje controvertido y ambiguo de salud estragada por su propia inconsciencia, un juguete roto que despertaba en mí reacciones encontradas.
Al mejor Michael Jackson lo tengo asociado a la niñez y a ese maravilloso “Thriller” que fue el primer video musical que llamó mi atención porque incluía muchas de aquellas cosas que de niño me fascinaban. Los zombis, hombres lobo, chicas y una música pegadiza interpretada por un chico enérgico de sonrisa contagiosa y chupa roja que parecía no tener articulaciones y al final se quedaba con la chica. No fui el único. Recuerdo en el colegio que con desigual fortuna quien más quien menos intentó hacer que su cuerpo se acalambrara como si hubiera recibido una descarga o andar hacia atrás en una cinta. Imposible, Jackson era único y aun cuando no pararan de salirle imitadores/admiradors como hongos ninguno le llegaba a la punta de la zapatilla.
Sin embargo, yo crecí pero Jackson no. Cada vez más aislado de la realidad en su parque de atracciones privado y preso de unos caprichos de estrella que traicionaban la imagen que se había creado. Un padre maltratador y explotador podía explicar algunas de sus reacciones como su apego enfermizo a la niñez pero cuando este empezó a adquirir tintes cada vez más oscuros y malsanos fui incapaz de justificar a ese ídolo desequilibrado de salud maltrecha y sólo justificado socialmente por el recuerdo que muchos guardamos del que fue, un fantasma que probablemente no dejaba de atormentarle, y los buitres oportunistas dispuestos a aprovechar los últimos restos del patrimonio del que fue el cantante mejor pagado de la historia.

Tras su muerte, prefiero quedarme con lo bueno. Con el niño que maravillaba con sus bailes junto a sus hermanos y con el joven eléctrico de la chaqueta roja. Hasta siempre, Michael. Si estás en algún sitio espero que logres algo de la felicidad que probablemente nunca disfrutaste en vida.

D.E.P.

I’m glad it rained” (Jackson’s Five)



Thrller



jueves, 25 de junio de 2009

“Omar el navegante: Jinn-el-Rais” de Pedro Rodríguez.

Lo que son las cosas, andaba yo lamentándome la semana pasada por aquí de no haber leído en su momento la primera obra de Pedro Rodríguez, “Omar el navegante: Jinn-el-Rais” después del mono que me había creado su estilo fresco y elegante tras su descubrimiento en “Las aventuras imaginarias del joven Verne”, pensando que me iba a resultar complicado encontrar el álbum, cuando entro en una librería cercana a casa de mis padres y salta a mis ojos. Por supuesto, me hice con él, ya que las casualidades no existen y, aunque soy de los que piensan que crearse demasiadas expectativas suele acabar en decepción, en este caso ya les adelanto que este “Jinn-el-Rais” es una obra redonda, mejor incluso en mi opinión que “La puerta entre los mundos”. Les cuento.

A mediados del siglo XVII, en la isla de Creta viven dos niños, Omar y Andreas, dos amigos inseparables que viven su amistad con esa fidelidad ciega que sólo es posible cuando se es niño. En una de sus aventuras, descubren un misterioso barco hundido y el mapa de un tesoro que en sus juegos deciden romper en dos mitades que unirán para ir a buscar juntos algún día. Sin embargo, poco después, Creta sufre una de sus frecuentes razzias piratas en busca de botín y esclavos y el pequeño Andreas es raptado. Años más tarde, Omar ya hecho un hombre se dedica a navegar por el Mediterráneo y en uno de sus viajes se reencontrará con la mitad del mapa de su amigo Andreas. Omar iniciará entonces toda una aventura en pos del tesoro de la eterna juventud escondido en una legendaria isla aunque, realmente, su único deseo es reencontrarse con el amigo de su niñez, sin ser consciente que, por desgracia, en ocasiones los deseos se cumplen. ¿Se reencontrarán Omar y Andreas?¿Encontrarán el tesoro? Busquen y lean “Omar el navegante” para enterarse.

Me ha sorprendido Pedro Rodríguez en el que fuera su primer álbum en solitario no ya tanto por su cuidada puesta en escena, su magnífico uso del color o su narración fluida que ya había descubierto en su obra posterior sino por el excelente guión que se marca. Bajo el armazón aparentemente sencillo de una aventura marítima de época en la que los espacios abiertos están cuidadosamente ambientado, Rodríguez construye un cómic complejo y rico en matices en el que subyace una historia adulta y dura, que enganchará a aquellos lectores que busquen “algo más” que la mera historia de aventuras. Rodríguez se muestra como un narrador notable logrando un cómic muy equilibrado entre los elementos aventureros de una historia en la que no le importa incluir con ciertos toques fantásticos que sirven para ambientar ese Mediterráneo legendario infestado de piratas del siglo XVII que emparentan su Omar con la tradición del aventurero árabe por excelencia, Sinbad, con un poso de reflexión más profundo y adulto que hacen de “Omar el navegante” un cómic difícilmente olvidable.

En definitiva, “Omar, el navegante” es un cómic que difícilmente defraudará a nadie y que, lamentablemente, en el momento de su publicación por Ariadna Ediciones en una cuidada edición, pasó un tanto desapercibido. Yo que ustedes correría a su librería habitual y entre la pila de mediocridades que pueblan sus estantes buscaría esta joyita. Estoy seguro que no les defraudará.

Otros cómics de Pedro Rodríguez en El lector impaciente:

Las aventuras imaginarias del joven Verne: La puerta entre los mundos”.

De financieros, políticos y demás fauna...

Un brillantísimo Manel ha definido en una sola viñeta la paradoja en la que vivimos.

Nuevo trailer de “Halloween 2”.


Se ha hecho público hace un par de días un nuevo trailer de “Halloween 2” de Rob Zombie. A mí no me disgusta lo que se ve, pero uno se pregunta hasta que punto se puede innovar en una franquicia que lleva ya diez películas a sus espaldas. Supongo que si se siguen haciendo es porque son rentables y Jason tiene una legión de fieles seguidores aunque alguien debería plantearse el ir pasando página que, desgraciadamente, material para películas y franquicias de asesinos en serie hay en todos lados. Y si no, lean las noticias.

Halloween 2” se estrena en Agosto en Estados Unidos.

miércoles, 24 de junio de 2009

“Mattéo” de Jean-Pierre Gibrat

Los aficionados al cómic europeo estamos de enhorabuena con la aparición de la nueva obra de Jean Pierre Gibrat, uno de los mejores dibujantes que pululan más allá de los Pirineos, Gibrat es un autor minucioso y preciosista, exquisito en todas sus viñetas y que cuenta con numerosos seguidores en nuestro país que se engancharon hace ya demasiado tiempo a sus bellas mujeres (probablemente Gibrat sea uno de los dibujantes que mejor retrate la belleza femenina en el cómic) y sus elaboradas historias en las que mezcla en un justo equilibrio el costumbrismo con la guerra en obras como “El vuelo del cuervo” o “La prórroga”. En ese sentido, “Mattéo” la nueva obra que nos ocupa, resulta continuista y renovadora al tiempo, ya que si bien nos encontramos con una historia ambientada en la I Guerra Mundial en la que se da cuenta del horror de la Gran Guerra a través de las andanzas del joven Mattéo, nos encontramos con un Gibrat renovado en cuanto a estilo que da una vez más lo mejor de sí en el apartado gráfico.

Mattéo es un joven emigrante español, hijo de un anarquista huido a Francia, que vive junto a su madre en un pequeño pueblecito. Allí vive tranquilamente, enamorado de Juliette, una jovencita cuyos continuos mohines y su preferencia por Guilláume, el señorito del lugar le provocan los mil males. Cuando la I Guerra Mundial estalla y los franceses corren a alistarse voluntarios henchidos de orgullo patriótico mientras el pacifista Mattéo se mantiene al margen hasta que, picado por su amor, se aliste. En la Guerra de Trincheras, Mattéo será testigo de primera mano de toda la miseria y el horror de la guerra e intentará sobrevivir a una guerra que no es suya a la que se ha visto empujado por impresionar a una chica (¿y quién no ha hecho alguna tontería por una mujer?). ¿Sobrevivirá Mattéo a la Gran Guerra?¿Conquistará a Juliette?¿A quién preferirá esta al pacífico Mattéo o al arrogante Guilláume? Para contestar a todas estas preguntas, tendrán que leerse el tebeo.

Es difícil acercarse a la I Guerra Mundial desde el cómic sin hacer referencia a esa obra maestra que es “La Guerra en las Trincheras” de Tardi y, aunque "Mattéo", no aguante una comparación con la misma en el tratamiento crudo y realista de la I Guerra Mundial, no hemos de olvidar que la guerra en la obra de Gibrat, aunque en definitiva denuncie sus horrores, no es el motor de la historia sino que sirve para contextualizar y ambientar el entorno en que se mueven sus protagonistas que en sus obras suelen ser desertores, pacifistas y sinvergüenzas que se muestran escépticos frente a su supuesta grandeza. Sin embargo, en “Mattéo”, respecto a otras obras, Gibrát muestra su interés por mostrar la crudeza de la guerra de una manera más explícita aunque no falten tampoco otros elementos habituales en su obra como el costumbrismo o el amor aunque, en esta ocasión, el elemento erótico resulta mucho más mitigado.

Gráficamente, en “Mattéo” se muestra como un narrador mucho más maduro que en otros trabajos ofreciendo algunas soluciones narrativas con las que pretende sorprender al lector desde las primeras páginas pero es estilísticamente donde se puede encontrar una mayor evolución. No se preocupen que en “Mattéo” van a encontrarse con un Gibrat igual de preciosista y metódico que en anteriores trabajos pero que en esta obra opta por una técnica en la que el uso del color se vuelve primordial para crear atmósferas y situaciones como no se ha visto anteriormente. Gibrat hace un uso exquisito de la aguada para buscar diferentes y preciosos contrastes en el que los rojos y azules resaltan sobre los apagados ocres en una demostración exquisita de dominio técnico y en el que sus lápices se muestran nítidos y que convierten cada viñeta en una auténtica obra de arte en la que demorarse apreciando el cuidadoso acabado de sus composiciones.

Mattéo” es una obra excelente en la que los que ya conocen la obra anterior de Gibrat se reencontrarán con todos aquellos elementos que les gustaron y con un autor inquieto con ganas de evolucionar sin dejar de ser coherente con su estilo mientras que los que se acerquen por primera vez quedarán deslumbrados ante el trabajo de uno de los mejores dibujantes europeos de las últimas décadas. Esperemos que no se demore demasiado la publicación de la segunda parte de la obra y que esté a la altura de esta. Una gozada.

En cuanto a la edición de Norma, no se la puede poner ningún pero ya que aunque resulte algo cara me parece perfecta para disfrutar del dibujo de Gibrat. En esta ocasión, el esfuerzo merece la pena. Ustedes deciden.

martes, 23 de junio de 2009

Primer trailer de “The last airbender” de M. Night Shyamalan.



Primer trailer de la adaptación cinematográfica que Shyamalan prepara para el próximo año de la serie de animación conocida por estos lares como “Avatar, la leyenda de Aang”. Se trata de una fantasía oriental de artes marciales que, en principio, no tiene mala pinta, aunque habrá que esperar a ver más imágenes para hacernos una idea. Por ahí la están comparando con ese zurullo que fue “Dragon Ball Evolution” pero a mí no me parece que haya mucha base para la comparación. Primero, porque “The last airbender” parece más en la línea de “Tigre y Dragón” o “Uzumaki” que de la adaptación de las aventuras de Goku y, segundo, porque cuenta con un director serio y competente como Shyamalan que, creo, que su estilo puede adaptarse muy bien a este tipo de historia.

Prepárense, porque como la cosa acompañe un poco en taquilla, trilogía habemus.

Les dejo además unas imágenes de la serie de animación para que vayan refrescando la memoria.

lunes, 22 de junio de 2009

Trailer de “Zombieland”



Oigan, que gracioso está esto…Bueno, entiéndame, que no será una obra maestra pero para pasar un rato entretenido parece que sí que da con un Woody Harrelson que clava el papel de duro superviviente en un mundo poblado por zombis. Una bizarrada en plan comedia excesiva americana que pinta bien aunque no sé si lo suficiente como para pasar por taquilla. En USA la estrenan en Octubre. Ya veremos si se queda en un trailer gracioso o la idea da para toda una comedia (a mí este tipo de comedia me acaba empachando).

domingo, 21 de junio de 2009

“El lagarto hipotético” de Alan Moore.

Movido por la curiosidad me compré hace algún tiempo este relato escrito por Alan Moore publicado por Planeta. Quería comprobar qué tal se le daba el oficio de escritor al genio de Northamptom, auténtica vaca sagrada del noveno arte y si su indiscutible talento a la hora de ofrecernos algunos de los mejores cómics de las últimas décadas se hacia extensivo a su faceta de escritor. Tras su lectura, puedo decir sin temor a equivocarme demasiado que Moore es un maravilloso guionista de cómics pero como escrito,r al menos en esta obra, me ha parecido en exceso pretencioso.

El lagarto hipotético” es un relato de fantasía que pretende imitar el estilo y carencia de las fábulas orientales pero que resulta irregular y un tanto aburrido por el empeño de Moore de pretender ser mejor escritor de lo que realmente es. En el cerrado y claustrofóbico Mundo Sin Relojes, un burdel de categoría trabaja desde niña Som Som, quien fue lobotomizada para convertirse en concubina de los poderosos magos que acuden allí a desahogarse. Som Som que tiene los dos hemisferios cerebrales separados por una mágica operación es en muchos aspectos un vegetal por lo que resulta la confidente ideal a través de la que nos enteramos de la historia de amor entre otros dos empleados del Mundo sin Relojes, Rawra Chin y Foral Yatt., una historia de amor homosexual que acaba bastante mal. Si quieren saber más, tendrán que leer la obra.

Alan Moore más que narrar, divaga durante las setenta y ocho páginas del libro sin dejar muy claro al lector que quiere contarle. ¿La historia de Som-Som?¿La de Rawra Chin y Foral Yatt? ¿Las dos?¿Ninguna? Moore se muestra en exceso críptico y ambiguo jugando incluso con el género de los personajes de un modo que sólo logra aumentar la confusión de una obra de por sí en exceso difícil e impregnada de cierto misticismo hueco que debido a su brevedad no se hace del todo insoportable.

En definitiva, en “El lagarto hipotéticoMoore juega a imitar a Borgés y le sale mal a pesar de sus atractivos planteamientos iniciales. Pendiente me queda su novela “La voz del fuego” pero me parece que, tras esta lectura, va a tardar bastante. Prefiero releerme sus cómics. La edición de Planeta bastante mona.

sábado, 20 de junio de 2009

“Memorias de Idhun 1: La Búsqueda” de Andrés Carrión y Estudio Fénix.

El mundo del cómic no debe andar tan mal cuando una editorial que hasta la fecha lo había obviado como SM se decide a adaptar éxitos de su catálogo de literatura juvenil a viñetas. Una apuesta inteligente sobre todo, a mí entender, porque la incorporación de SM al cómic en España puede encontrar un nicho en el mercado que las editoriales de cómic tradicionales suelen ignorar empecinadas en que el trabajo se lo hagan otros y no fomentar futuros aficionados a las viñetas con obras a su gusto editando básicamente para los aficionados adultos (no toda la culpa es de las editoriales, ya que en este sentido parece existir poco interés por parte de los autores de cómics por hacer tebeos dirigidos al público infantil). Un segmento de potenciales lectores de cómics formado por niños lectores que gracias a fenómenos como los harripotteres o “Memorias de Iddhun” han descubierto que leer mola y demandan ese tipo de historias pero que no tienen un acceso al tebeo como lo tuvimos nosotros en sus tiempos. SM ha iniciado su andadura en ese sentido con “Memorias de Idhun”, una trilogía de fantasía que popularizo a su autora, la joven Laura Gallego y que ahora ve como la obra es adaptada al cómic en un cuidado formato prestigio y a un precio competitivo.

Jack es un jovencito danés que llega a su casa y descubre a sus padres brutalmente asesinados. Y lo que es peor los misteriosos y fríos asesinos están todavía merodeando por allí. Sin tiempo para recuperarse, Jack es salvado por unos jóvenes que le trasladan a un refugio mágico Limbhad, quienes le explican su verdadero origen en el mundo de Idhun, un mundo poblado por todo tipo de fantásticas criaturas, donde la magia es muy real. ¿Podrá Jack asimilar toda esta información?¿Cuál es su destino en la guerra civil idhunita?¿Vengará a sus padres? Tendrán que leerlo para enterarse.

La verdad es que esta primera entrega de “Memorias de Idhun” que resume de una manera bastante fiel la primera mitad del primer volumen de la trilogía, “La Resistencia”, engancha gracias a un guión de ritmo trepidante muy próximo a los tempos del manga que no da respiro al lector que asiste a las peripecias del joven Jack y sus amigos, quizás en parte por la manera directa y algo ingenua en la que están narrado, quedando en todo momento claro el tipo de público al que está dirigido. Si la adaptación me ha gustado a nivel de guión no puedo decir lo mismo del aspecto gráfico en el que Estudio Fénix realiza una obra completamente despersonalizada, y obviamente “de encargo”, que quizás en lo narrativo se ajusta bien a las exigencias de guión pero que carece completamente de estilo y se limita a imitar la estética anime setentera de personajes de grandes ojos redondos carentes de expresión que personalmente odio pero que quizás es al que está más acostumbrada la chavalería de hoy en día. Mención aparte merece el coloreado por ordenador a base de colores planos que echa para atrás.

En fin, “La Búsqueda” me parece una estupenda opción para aquellos padres que quieran iniciar a sus hijos en el mundo del cómic pero, probablemente, decepcionará a los aficionados críticos y curtidos a los que claramente no está dirigido salvo que, en este caso, se acerquen a la obra con inocencia infantil y sin resabios, en cuyo caso, sabrán disfrutarla. Ustedes mismos.

viernes, 19 de junio de 2009

Enkil Bilal, la industria y el futuro.

Yexus: ¿Cómo contempla el futuro del cómic?

Bilal: La principal ventaja de la industria del cómic es que no es realmente una industria que no mueve grandes cifras de capital porque se puede hacer una edición con relativamente pocos recursos. Por ello es más difícil caer en las redes de movimiento masivo de dinero que caracterizan a la industria del entretenimiento Por suerte la historieta todavía está abierta a distintos estilos y temas, existe más libertad, hay autores de todo tipo y mucho menos sectarismo que en el mundo del arte. Todavía existe la posibilidad de experimentar y culturalmente el cómic es un mundo muy vivo. A pesar de la bulimia audiovisual que comentaba, en Francia el mercado del cómic todavía sigue en muy buen estado. La del papel impreso es todavía la primera industria cultural, no se ha perdido el respeto del libro como tal, por lo que a medio plazo no creo que corra peligro ni vaya a desaparecer.

(De una interesante entrevista realizada por Yexus a Enkil Bilal y que pueden leer completa junto a un completo artículo en el imprescindible “Dolmen Europa 2”).

jueves, 18 de junio de 2009

“Endurance” de Luis Bustos.

¡Madre mía, qué calor hace! Vengo de la calle y me encuentro medio deshidratado, con mi pálida piel enrojecida y una película de sudor que sólo una buena ducha puede eliminar. Se ha adelantado la canícula y se imponen soluciones extremas contra el calor como, por ejemplo, apoltronarse en un sitio fresquito al lado de un buen aparato de aire acondicionado y disfrutar con la lectura del último y más ambicioso trabajo de Luis Bustos, “Endurance”, en el que nos narra con pulso firme la aventura antártica de Ernest Shackleton, uno de los últimos y más grandes exploradores que ha dado el siglo XX.

La desgraciada expedición de Shackleton que pueden encontrar resumida espléndidamente aquí siempre me ha parecido desde que se la escuché a Sebastián Álvaro (¿o fue a Juan Antonio Cebrián?) en la radio hace años, una de las aventuras reales más conmovedoras, épicas y apasionantes protagonizadas por un ser humano jamás. Como ese magnífico explorador y sus compañeros fueron capaces de sobrevivir aislados entre los hielos antárticos durante casi dos años abandonados a su suerte y recursos mientras el resto del mundo los olvidaba y vivía en plena I Guerra Mundial, superando a una desventura tras otra siempre he pensado que era material para una magnífica novela o, como es el caso, un estupendo y entretenido cómic en el que Luis Bustos se nos muestra como un estupendo narrador, lleno de recursos para salir con bien de esta compleja aventura.

Bustos demuestra ser un autor completo que a una composición de página clásica que le permite contextualizar la historia va incorporando paulatinamente soluciones más arriesgadas para ir alejándose de los hechos objetivos que están al alcance de cualquiera en los libros de historia intentado a través de estudiadas composiciones y un blanco y negro lleno de matices, conectar con el lector a un nivel más primario para comunicarle las sensaciones que los desvalidos protagonistas de la expedición de Shackleton padecieron. Así, Bustos demuestra en esta obra entender los entresijos del lenguaje del cómic y no conformarse con las soluciones fáciles que hagan de la narración de la historia un aburrimiento predecible sino que busca vistosas soluciones siempre al servicio de lo narrado sorprender y mantener el interés del lector logrando que muchas de sus páginas tengan una entidad polisémica para interactuar y aportar información a distintos niveles con una riqueza de matices que obliga a una nueva relectura para ir descubriendo detalles que hemos podido pasar por alto.

Es cierto, también, que Bustos juega con ventaja y la historia de Shackleton y sus hombres funciona y engancha por sí misma de tal modo que es difícil no captar la atención del más exigente de los lectores pero Bustos tiene el mérito de saber interpretar y transmitir toda su grandeza, épica y miseria de un modo exclusivo y original, propio exclusivamente del cómic, que no puede dejar de agradar por lo novedoso a los que ya estén familiarizados de antemano con la historia y merece el aplauso de todos los que reivindicamos el Cómic como un medio tan valido como cualquiera para contar todo tipo de historias.

En fin, “Endurance” garantiza aventura de la buena y un autor inspirado dispuesto a poner la carne en el asador para que la historia funcione. No es poca cosa en estos tiempos. La edición de Planeta correcta.

Primer trailer de “Whiteout”

Interesante el primer trailer de “Whiteout”, película que ha visto demorado su estreno desde hace casi dos años por los azares cinematográficos. Está basado en un cómic de Greg Rucka y Steve Lieber que he de confesar no he leído. La historia es una intriga ambientada en la Antártida donde una solitaria mujer policía interpretada por Kate Beckinsale (¿Qué se le habrá perdido a esta mujer allí?) debe resolver el primer asesinato que se comete en el continente helado antes de que el Sol se ponga en una larga noche de seis meses. En principio, parece una película entretenida, aun cuando a mí su director Dominic Sena no me entusiasme, aunque escama que haya tardado tanto tiempo en encontrar fecha de estreno en Septiembre en Estados Unidos.

Ya nos iremos enterando de más cosillas…

miércoles, 17 de junio de 2009

“Los hombres que no amaban a las mujeres” de Stieg Larsson.

Pues sí, declaro públicamente que soy uno de los muchos que ha caído rendido por la primera entrega de la serie “Millenium” y que ha paseado estos días el tochazo de más de seiscientas páginas por todo Madrid. Y es que no hay vagón de Metro, Cercanias o Autobús en que no coincidan varias personas con el libraco entre las manos y, por lo que parece, pasa lo mismo en medio Europa. Todo un fenómeno de masas que se ha cimentado en el boca-oreja entre lectores y que a la Editorial Destino le va a proporcionar un buen piquillo pero que, lamentablemente, el principal culpable, el periodista y activista sueco, Stieg Larsson, no ha podido disfrutar dada su prematura muerte.

Probablemente, los que todavía se resistan a esta plaga literaria, se preguntarán que tiene la obra de Larsson para atraer a tantos y variopintos lectores. Son muchos los elementos a analizar pero, resumiendo, el éxito de Larsson se basa en que el autor da con la tecla justa para escribir un excelente best seller de entretenimiento con el que atraer la atención de un lector diverso en una obra que es un equilibrado crisol de géneros lo suficientemente bien documentado como para atraer tanto al lector más informado y crítico como aquél que sólo busca una lectura sencilla y adictiva plagada de estereotipos maniqueos.

La historia comienza cuando el periodista de investigación económica Mikael Blonkvist parece haber tocado fondo en su brillante carrera. Blonkvist ha perdido un juicio contra un poderoso magnate de los negocios sueco y se ve obligado a abandonar su puesto de redactor jefe de “Millenium”, pagar una cuantiosa multa y pasar una temporadita en la trena. Cuando parece que la cosa no puede ir peor, el idealista Blonkvist recibe un misterioso encargo que le puede proporcionar, aparte de un estupendo salario, poder vengarse del tipo que ha arruinado su carrera. Blonkvist debe investigar la misteriosa desaparición hace más de cincuenta años de Harriet, la joven heredera de las empresas Vanger, un conglomerado industrial de los más ricos de Suecia. Blonkvist, por supuesto, aceptará el encargo y pronto descubrirá que bajo la fachada de respetabilidad de la familia Vanger se ocultan todo tipo de intrigas que alcanzan a varias generaciones de la poderosa familia y un enrevesado misterio que puede poner en peligro su vida. Mikael sólo contará como dudosa aliada en la compleja tarea encomendada con Edith Salander, una joven inadaptada de difícil trato que es mucho más de lo que aparenta. ¿Podrá el bueno de Mikael resolver todas las encrucijadas que se le amontonan o perecerá en el intento? ¿Es tan bonita y progresista Suecia como la pintan o realmente su Estado de Bienestar tiene los pies de barro? ¿Quién mató a Harriet Vanger?¿Está muerta?... Tendrán que leerse el libro (o ver la película) para averiguarlo.

Larsson, en esta primera entrega de “Millenium”, se muestra como un escritor hábil que domina los resortes de la novela de intriga, siendo capaz de mantener varias tramas paralelas con las que atrapar al lector. El escritor sueco se demora durante las primera parte de la obra en presentar al lector a sus protagonistas, el idealistar Kalle Blonkvist y la huraña y brillante Edith Salanger, quienes no son más que la última encarnación de la pareja de detectives que tan bien ha funcionado a lo largo de los años en el género detectivesco. La novela está escrita con un estilo claro y directo, muy periodístico, y en ella Larsson no se limita a construir la típica trama de intriga sino que utiliza a sus personajes como un instrumento para ofrecer una revisión crítica de la sociedad sueca del bienestar a la que no deja muy bien parada. Larsson pone en evidencia en forma de novela, de este modo, no sólo problemas propios de Suecia, un país, por otro lado, poco conocido por los ciudadanos europeos pero del que generalmente todo el mundo tiene una buena opinión basada en los tópicos, desmontando de paso muchos de ellos, sino que, además, sus críticas son extensibles a la mayoría de los sistemas sociales de los los países occidentales con lo que el ciudadano/lector le resulta fácil sentirse identificado con lo que le están contando a pesar de lo exótico del país. El mérito de Larsson es haber logrado amalgamar todo esto en una novela entretenida, ágil y adictiva que, a pesar de contar en algunos momentos con ciertas soluciones tramposas para con el lector, son perdonables en el análisis final del conjunto de la obra.

En definitiva, “Los hombres que no amaban a las mujeres” ha demostrado ser una novela actual, inteligente y adictiva que tiene su éxito completamente justificado así que no miren mal al vecino del asiento del tren y denle una oportunidad a pesar de su condición de “best seller”. Yo en cuanto tenga un rato, me pongo con la segunda entrega de la serie, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” que, según me han comentado, es incluso mejor que este. Ya les contaré.

martes, 16 de junio de 2009

“Las aventuras imaginarias del Joven Verne 1: La puerta entre los mundos” de Pedro Rodríguez y Jorge Garcia.

Para un lector como yo que dio sus primeros pasos en esto de la ciencia ficción leyendo la obra del no siempre suficientemente reconocido Julio Verne era casi compra obligada este primer álbum de “Las aventuras del Joven Verne”, una obra del guionista Jorge Garcia y el dibujante Pedro Rodríguez que viene avalada por haber logrado el I Premio Joseph`Coll de la Asociación Profesional de Ilustradores de Cataluña.

Y lo cierto, es que tras su lectura, las sensaciones son contradictorias porque aunque la obra resulta impecable en su presentación creo que en último extremo no conecta demasiado, al menos en esta primera entrega, con el universo creado por el autor de “La vuelta al Mundo en 80 Días”, "20.000 leguas de viaje submarino" o "Viaje al centro de la Tierra" y encuentra referencias literarias más evidentes en la obra de Mark Twain, Charles Dickens, Daniel Defoe o Alexandre Dumas que tampoco son moco de pavo. Les cuento.

El joven Jules Verne se encuentra de vacaciones disfrutando del barquito de sus padres y realizando junto a su hermano Paul y su prima Caroline excursiones por las numerosas islas que pueblan el curso del Loira. En una de ellas, los tres amigos descubren los restos de unas antiguas ruinas lo que despierta la imaginación desbordante del joven Verne quien cree ver un fantasma y decide organizar, a modo de juego, un antiguo rito celta en. La Noche de Todos los Santos para ver que les depara el futuro. Sin embargo, el encantamiento sale mal y la hermana pequeña de Verne, Anna, enferma gravemente. ¿Ha enfermado Anna como consecuencia de la metedura de pata de Jules?¿Existe realmente un fantasma?¿Conocerá el joven Jules lo que le deparará el futuro?¿Y podrá cambiarlo? Nada, ya saben, si quieren saber más a leerse el cómic.

Lo que más me ha gustado “La puerta entre los mundos” es un álbum que se nota muy trabajado y la clara apuesta que realizan sus autores por dirigirse a un público infantil y juvenil que en muchos casos está siendo dejado de lado por los autores de cómics quienes optan por obras con un tratamiento más adulto (aunque no necesariamente dirigidas a un lector adulto al igual que este álbum no está dirigido exclusivamente a un lector infantil). Además, se nota el esfuerzo por parte de los autores de documentarse obsesivamente tanto en la biografía de Verne y su época como en el estudio de las reacciones de sus personajes para que estas resulten propias de unos niños –o jóvenes- del siglo XIX, lo que dota a la historia de una enorme verosimilitud a pesar de estar llena de elementos fantásticos. La historia, que resulta agradable de leer y está resuelta con sencillez, encantará a un lector joven y poco familiarizado con la obra de Verne pero aquellos que como yo que se hayan sentido atraídos por la utilización del escritor francés pueden sentirse decepcionados ya que las referencias a la obra de este y a su particular y visionario universo son más bien escasas quedando, además durante demasiadas fases de la historia, el protagonismo de este eclipsado. Algo muy curioso, ya que parece claro que Jorge Garcia y Pedro Rodríguez conocen a los grandes autores del XIX y toman elementos prestados de ellos para construir su historia pudiendo rastrearse ecos en este álbum de apenas 48 páginas de clásicos que van desde “Las aventuras de Tom Sawyer” a “Grandes Esperanzas” o “Cuento de Navidad” sin olvidar otros referentes más evidentes como “El conde de Monte Cristo”o “Robinson Crusoe”.

Si quizás argumentalmente la historia a un lector adulto puede resultarle decepcionante, en el aspecto gráfico ningún aficionado al cómic debería dejar pasar este álbum porque Pedro Rodríguez es todo un descubrimiento. Un artista con un estilo moderno y personal que da con el tratamiento naif justo que la historia requiere al tiempo que es capaz de incorporar a la historia preciosas localizaciones costumbristas sin que por ello el sentido de la narración se resienta, antes al contrario, ya que todos los elementos incorporados por Rodríguez están ideados para enriquecer la historia principal. Rodríguez se muestra como un dibujante completo y maduro, preocupado especialmente con el tratamiento del color, muy logrado, para conseguir la creación de atmósferas y la introducción de largos flashbacks sin que parezcan, cuidadoso en el tratamiento de las perspectivas y logrando que sus personajes sean casi tridimensionales, algo bastante complicado y que no está al alcance de muchos. Un dibujante estupendo cuyo trabajo por sí solo hace que merezca la pena la compra del cómic.(A ver donde encuentro su anterior obra “Omar”….).

En definitiva, “Las aventuras imaginarias del joven Verne” es una serie con todos los elementos para triunfar en el mercado europeo. Esperemos que tenga suerte y podamos disfrutar de nuevas entregas que, argumentalmente, y asentadas sus bases con este primer álbum, nos ofrezca propuestas más arriesgadas ya que los autores demuestran sobrados recursos para ello. Y, sobre todo, sirva para reivindicar y dar a conocer entre los más jóvenes a ese genio de la literatura que fue Julio Verne, como en su momento hicieron con mi generación y las anteriores autores como Fuentes Man, Victor Mora, Ángel Pardo en las míticas "Joyas Inmortales Juveniles".

La edición de Glénat es más que correcta y complementa la historia con un relato titulado “Un extraño suceso” en el que los autores describen un hipotético encuentro entre ellos y el Joven Verne. Delicioso.

Una interesante y completa entrevista a Pedro Rodríguez, aquí.