martes, 16 de diciembre de 2008

“Servitud 1: El cantar de Anoroer” de Fabrice David y Eric Bourgier


Ando recuperando estos días que estoy de vacaciones algunas lecturas que se quedaron pendientes a lo largo del año, acumuladas y escondidas en el caos de lecturas a la espera de un ratito de tranquilidad, y releyendo otras que quedaron sin reseñar en su momento por falta de tiempo. Entre las primeras, me ha llamado la atención el primer tomo de “Servitud”, una saga de fantasía heroica de las de toda la vida cuyo primer tomo publicó Norma a principios de año de la que poco más se ha sabiado y podría pasar desapercibida si no se es fan de los dragones y las espadas si no fuese por el excelente dibujo de Eric Bourgier.

Kiriel, el maestro de armas del anciano rey Garantiel, va a contraer matrimonio con la hija de este por expreso deseo del monarca para de esta manera acabar con el debilitamiento de su dinastía a causa de la endogamia y asegurar el futuro del reino. Aparentemente, el poder de Garantiel está en su apogeo pero cuando llegan noticias sobre escaramuzas y traiciones en la provincia de Veriel, Garantiel envía a Kiriel y a su reciente esposa a sofocar la revuelta e investigar. A partir de ahí, los hechos se precipitan.

La historia que nos plantea este primer álbum sonará a todos aquellos que somos/hemos sido aficionados, en algún momento de nuestras vidas, a la fantasía heroica. Fabrice David crea unos personajes (un rey ancianos, unos príncipes corruptos, un leal y caballeroso maestro de armas, los malvados y honorables drekkars) y un escenario (el antiguo reino de los gigantes de Anoroer, dividido en tres provincias que guardan una quebradiza paz de conveniencia, y asediado por los drekkars, descendientes y servidores de los dragones) bastante tópicos, y despliega con oficio una amplia gama de intrigas palaciegas y conjuras políticas, traiciones, emboscadas y flirteos subiditos de tono, que mantienen el interés del lector por saber más de lo que se cuece más allá de este primer tomo de presentación. Más allá de la historia planteada por David, que de momento promete aunque no emocione, el punto fuerte del álbum recae en la labor de Eric Bourgier quién mediante un trazo elegante y clásico recrea hasta el último detalle todo un mundo medieval en el que los caballeros y sus enemigos parecen más samuráis que personajes medievales en algunas ocasiones aunque este tipo de licencias se asuman en el tramposo “todo vale” de la fantasía heroica con naturalidad y reconociendo que en el caso de este dibujante no sólo se limita a narrar con parsimonia, en la primera parte del álbum, las intrigas palaciegas que sirven para situar la acción y caracterizar perfectamente a cada uno de los personajes, sino que además desarrolla las ideas de David hasta límites insospechados creando una rica ambientación que se convierte en el verdadero punto fuerte del álbum y dotando a la narración de mayor viveza conforme la historia va avanzando sin perder ese interés por la ambientación tan necesario para dotar de credibilidad este tipo de historias incorporando a su registro espectaculares viñetas dotadas de profundidad en las que va ampliando el plano medio predominante en la primera parte del álbum para permitir, al tiempo que los personajes se desplazan en sus viajes, caracterizar todo el reino donde se desarrolla la trama. En este sentido, Bourgier planifica perfectamente el álbum y demuestra un excelente dominio de los espacios abiertos ofreciendo espectaculares ilustraciones de accidentes naturales así como de los restos de las antiguas construcciones de los gigantes de los que se supone descienden los reyes de Anoroer.

En definitiva, un cómic con un final tan abierto que deja con ganas de más y que satisfará plenamente a los aficionados al género en que se inscribe aunque deje la duda abierta sobre si no nos encontraremos sólamente ante una variación más respecto al mismo manido tema de siempre. Lástima que hasta el momento no haya salido todavía ninguno más de los cuatro álbumes que componen la obra aparte de este para aclarar nuestras dudas y seguir disfrutando del dibujo de Bourgier.

Para ver un adelanto del segundo que pronto aparecerá en Francia, pinchad aquí y para leer una reseña bastante coincidente con la mía pinchad aquí.

Se hace saber...


... Que David Rubín está de firma por Barcelona. (Normalmente no doy este tipo de noticias pero es que el cartel es muy chulo) y la obra como ya les comenté por aquí, merece la pena.