miércoles, 5 de noviembre de 2008

“Jon Rohner, marino” de Alfonso Font


Uno de los tebeos que ha pasado más injustamente desapercibido en la vorágine de novedades del pasado Salón del Cómic de Barcelona fue la nueva edición por parte de Planeta de “Jon Rohner, marino”, álbum mediante el que se recupera -esperemos que definitivamente- a uno de los mejores dibujantes españoles de los ochenta, el barcelonés Alfonso Font.

En “Jon Rohner, marino” asistimos a las aventuras por las islas del Pacífico Sur de Jon Rohner, marino mercante, contrabandista y vagabundo aventurero quién asiste como testigo impotente al final de una época, la de la navegación a vela y la decadencia de las distintas civilizaciones polinesicas ante el avance del hombre blanco. Rohner se convierte, gracias a la imaginación de Font, en confidente e inspirador de Robert Louis Stevenson en sus últimos años de vida en Samoa.

Se ha tachado a Jon Rohner, el marino creado por Font de ser una mala imitación de "Corto Maltes" de Pratt y no se puede negar que al igual que este Font ambienta las historias de su personaje en los mismos paisajes que inspiraron las primeras aventuras del gitano y homenajea a los mismos autores, Conrad, London o el mencionado Stevenson, pero sutiles diferencias de carácter dotan de personalidad propia a la creación de Font, quién se apoya –al igual también que Pratt- en una detallada y exhaustiva documentación para desarrollar y dotar de verosimilitud su visión de la Polinesía del XIX. El álbum se compone de siete historias cortas de similar estructura, en las que Rohmer rememora o relata a Stevenson y su familia alguna de sus aventuras en las que por lo general se pone en evidencia la ambición y maldad de los hombres blancos frente a la noble simplicidad de los polinesios o la astucia de las bellas y sensuales nativas.

Font es un dibujante excelente forjado en su trabajo de agencia para Toutain y Bruguera capaz de moverse con soltura y solvencia en cualquier género desde el Western (“Tex”) a la Ciencia Ficción (“Cuentos del futuro imperfecto”) pasando por la sátira (“Historias Negras”) que a la hora de iniciar “Jon Rohner” a mediados de los ochenta ya es un autor maduro y completo. Sin concesiones a los experimentos, hace gala de un estupendo sentido de la narración para pergeñar las aventuras de Rohner y contagiar al lector su admiración por los espacios libres y los últimos aventureros a través de bellas secuencias llenas de colorido y detalle, siempre al servicio de la historia que sirven de tema en una lectura que se hace agradable y fluida en todo momento y deja con ganas de más.

La bella edición de Planeta es excelente y bien cuidada a un precio bastante ajustado para lo que se estila hoy en día y recoge toda la producción de Font dedicada al personaje así como un artículo introductorio de mano del propio autor. Esperemos que esta obra sirva de prólogo para una próxima reedición de la obra de este excelente autor.
Aquí una estupenda y completa entrevista realiza en Zona Negativa al autor.

Michael Chrichton (1942-2008)

Ha muerto Michael Chrichton, un rey Midas dotado de la fortuna o buen ojo para adelantarse siempre a las modas y cambiantes gustos del público y ofrecerle aquello que demandaba. Su carrera como escritor, cineasta y productor televisivo está plagada de éxitos y sus obras son conocidas por cualquiera.

El espaldarazo definitivo y que hizo su nombre popular para la inmensa mayoría le vino con la adaptación de “Parque Jurásico” al cine por otro rey Midas, Steven Spielberg, pero Chrichton ya llevaba años escribiendo exitosas novelas de ciencia ficción y desarrollando un estilo propio, el tecno-thriller, hoy en día imitado y seguido por muchos, mediante el que popularizaba teorías científicas en tramas cargadas de suspense. Títulos como “Parque Jurásico”, “La amenaza de Andrómeda” , “El hombre terminal” o “Esfera”, se deben a su pluma, pero yo, personalmente, me quedo más que con sus novelas que nunca me acabaron de atraer demasiado con sus sugerentes y más que correctas creaciones audiovisuales, la maravillosa “Almas de metal” en la que un magnífico Yul Brynner se convirtió, encarnando a un pistolero robótico, en una de mis peores pesadillas de infancia y se adelantó en más de una década a "Terminator" Schwarzenagger, y “Urgencias”, sin duda la mejor serie de médicos –no en vano Chrichton había estudiado medicina- jamás realizada para la televisión.

El cancer nos ha privado de un tipo que mal que les pese algunos supo divulgar y popularizar su visión de la ciencia ficción haciéndose de oro al tiempo. Lástima que no nos haya dejado –o quizás sí- en alguna de sus obras las claves de su éxito.

Almas de metal” (Westworld), 1973 de Michael Chrichton





D.E.P.

And the winner is...

Sí, el señor Obama que por cortesía de Alex Ross aparece ahí arriba elevado al panteón superheroico cuan superman renacido (estas cosas ya las hacían los austrias y borbones hace unos siglos con sus pintores de cámara), para hacer frente a la cantidad de problemas que se le presentan. Más allá del histórico simbolismo que encierra el que la Casa Blanca se vuelva negra con el primer afroamericano que la ocupa, sólo equiparable -y explotado en la larga, pesada y costosa campaña- al que se produjo hace cuarenta años cuando la ocupo el católico Kennedy (sí, más o menos cuando en el país de las libertades los negros tenían que sentarse en la parte de atrás del autobús e ir a escuelas diferentes), Obama va a estar dispuesto tomar decisiones importantes para animar la quebrada moral de sus conciudadanos y estará por ver si los que le han sufragado la campaña estarán dispuestos a dejarle.
Para el resto del mundo en geneal y los españolitos en particular, no creo que haya muchas diferencias respecto a las políticas que hubiera aplicado McCain salvo "un mejor talante", algo que ya saben que por estos lares estamos sobrados y quizás unas relaciones algo más fluidas que con Mr. Bush que ya saben ustedes que desde que Aznar perdió las elecciones y se retiraron las tropas nos tenía ojeriza.

Good luck, mr president, probably you 'll need!