lunes, 13 de octubre de 2008

“El síndrome de Ambras” de Pilar Pedraza.



En el panorama literario español existen francotiradores que hacen la guerra por su cuenta, ajenos a las modas cambiantes y las críticas hirientes. Una de las trayectorias más coherentes, sorprendentes y marginales es la de la toledana Pilar Pedraza, quién desde hace más de veinte años lleva dedicándose al género del terror -sí, una mujer dedicada a la literatura de terror en español ¿raro, verdad?- inasequible al desaliento.

En su última novela, “El síndrome de Ambras”, Pedraza nos ofrece un interesante repaso por el tema de la licantropía y los hombres lobos con una novela amena y muy entretenida, llena de referencias a los grandes de la literatura gótica pero curiosamente ambientada en el contexto de la España decimonónica del decenio liberal (1853-1863). A tan bárbaras y exóticas tierras, llega lord Ashton, un apuesto aristócrata inglés para realizar unas gestiones comisionado por el gobierno británico en el convulso y conspiránoico Madrid de la época, acompañado por su joven esposa de ascendencia española, lady Florence, y sus sirvientes, el fiel O´Casey y la romántica Emily. Por el camino, la expedición se cruzará con el circo del excéntrico Magnus Dampierre y su parada de fenómenos, quedando el lord seducido por la hechizante belleza peluda de Serranilla, una mujer cubierta enteramente de vello. A partir de ese momento, y a lo largo del viaje, lord Ashton se verá acometido por una salvaje locura obsesiva hacia Serranilla que le llevará a perseguirla por media España al tiempo que es víctima de una extraña enfermedad que pone en jaque a sus acompañantes.

Pilar Pedraza escribe con un estilo vigoroso e hipnotizante una estupenda novela en la que rinde homenaje a los grandes de la literatura gótica incorporando la mayoría de los elementos que la caracterizan de una manera novedosa y vigorizante en una apuesta que la convierte en heredera directa de los Stoker, Le fanu o Potocki, situando la historia en un contexto histórico apasionante y por lo general poco explotado por la mayoría de los escritores actuales, siendo fiel, al tiempo, a las historias de licantropía más canónicas y ofreciendo una nueva visión renovadora del mito. La novela empieza fuerte y mantiene atrapado al lector que asiste impotente a la evolución de la enfermedad de lord Ashton en una bestia sanguinaria. Sin embargo, tampoco puede considerarse una novela redonda, notándose cierto apresuramiento por parte de la autora a la hora de cerrar las distintas tramas abiertas y quedando la sensación que con cincuenta o sesenta páginas más la historia quedaría mejor acabada. No importa, la propuesta de Pilar Pedraza es de las más originales e interesantes que he leído en los últimos tiempos y la confirman como una autora a seguir.

Si les gustan las novelas góticas y los lobisomes, esperen a la próxima luna llena y disfruten de la novela de Pilar Pedraza. No se arrepentirán.