lunes, 1 de septiembre de 2008

Blogday 2008 y un día: Más vale tarde que nunca


Pues eso, un año más pero esta vez con un año de retraso me uno a esta iniciativa de recomendar cinco de los blogs que habitualmente sigo y que por sus interés creo que son destacables (hay muchos más, pero hay que elegir cinco y no quiero repetir los del año pasado que fueron estos). Ahí vamos:

999: El amigo Bruce ofrece diariamente una ración de soma en forma de buen cómic de consumo masivo con exquisito gusto y excelente estilo. Sorprendiéndome en más de una ocasión con alguna adaptación que ni me imaginaba pudiera existir.
Un mundo peculiar: Juan a través de su blog deja su particular visión de la realidad mediante razonados y elaborados artículos en los que deja palpable su amor por el buen periodismo. (Su blog de cine tampoco está nada mal). Y sus otros blogs tampoco están nada mal, lo que no sé es de donde saca tiempo.
Un tebeo con otro nombre: Pedro y su veterano blog es una visita diaria obligada y una referencia para todos aquellos que quieran escribir en Internet sobre tebeos con saludable espíritu crítico. Se podrá estar o no de acuerdo pero lo divertido es argumentarlo.
The man of tomorrow: Conner Kent es un friqui a mucha honra y hace apología de ello. En los últimos tiempos se lo está pasando pipa por Nueva York…
El último descubrimiento pero no por ello menos importante: Pijus andaor. Según anuncia se trata de “un estudio sociológico sobre el Camino de Santiago” aunque más bien parece la esquizofrénica visión de un desocupado y sus múltiples personalidades con mucho tiempo libre. Eso sí, para los que hemos hecho el Camino resulta muy divertido.
Nada, ahí les dejo esa muestra, así por Internet y sin conocerles personalmente no parecen mala gente. Al menos sus blogs no están nada mal y garantizan el entretenimiento.

Y, si no les gustan, estos no se preocupen que tengo cinco más. Eso sí, los reservo para el año que viene.

“Batman: el caballero oscuro” de Christopher Nolan


Lo bueno de comentar un estreno que ha levantado tanta expectación como “Batman: El Caballero Oscuro” pasadas unas semanas es que da tiempo a que todos los interesados la vean y puedan opinar y asumir cierto distanciamiento para no dejarse llevar por el entusiasmo babeante al que muchos –yo, el primero- somos tan proclives cuando vemos una buena adaptación de uno de nuestros héroes favoritos. Sin embargo, pasadas las semanas y meditado sobre el asunto, pocos peros (ninguno, en realidad) se me ocurre ponerle a “El Caballero Oscuro”, una película redonda en la que Nolan demuestra a todas aquellas mentes pequeñas que despotricaban años ha sobre la imposibilidad de contar “grandes historias adultas” en el incipiente género superheroico por considerarlo nicho para niños, tardoadolescentes y débiles mentales que nada es imposible si se cuenta con ganas, dinero e ideas, en una película que está llamada a ser considerada, dentro de unos años, la que marque un punto de inflexión dentro del género.

Batman” como franquicia cinematográfica no ha sido de las que peor paradas ha salido en su paso del cómic a la gran pantalla. Tim Burton realizó un brillante trabajo en las dos primeras películas que realizara en los noventa aunque no tuviera continuación en las siguientes entregas dirigidas por Joe Schumacher, bastante discretas con lo que la franquicia languideció hasta que el joven y talentoso Christopher Nolan asumió el reto de recuperarla, sin tener en cuenta lo realizado por los anteriores. Ya en “Batman Begins”, Nolan introdujo buena parte de las características que han hecho de su Batman un personaje al gusto del espectador cinematográfico poco aficionado a los cómics sin por ello traicionar las exigencias de los más acérrimos seguidores del personaje, pero es en este “Caballero Oscuro” profundiza en la idiosincrasia del personaje y marca el camino a seguir en el futuro a partir de un excelente guión del que es coautor junto a su hermano Jonathan.

Empapándose e inspirándose sin complejos en las historias y los autores, de Miller a Brubaker pasando por Loeb, que a lo largo de los ochenta y noventa han conformado la identidad y el perfil actual del personaje en los cómics, Nolan desarrolla su propia versión del universo batmaniano adaptándola al medio, el cine, que domina y el registro que mejor controla , el “thriller” oscuro y psicológico, como ya demostrase en la genial y esquizofrénica “Memento”, preocupándose especialmente por dejar claras las motivaciones y reacciones de los personajes, dotándoles de una hondura muy poco frecuente en el cine de entretenimiento actual al tiempo que la carga dramática a la historia va creciendo en tensión e interés a lo largo de sus más de dos horas y media de duración hasta su impactante y poco predecible final en el que la pirrica victoria del “héroe” sólo sirve de prolegómeno a una tercera entrega que ya espero frotándome las manos.

Toda la trama orquestada por Nolan se sustenta en el triángulo formado por Batman-Dos Caras-El Joker, tres caras de una misma locura, que Nolan describe con brillantez y sabia dosificación apoyándose en el gran trabajo de los actores que los encarnan, Christian Bale-Aaron Eekhart-Heath Ledger, sin por ello eclipsar el trabajo del resto de un reparto que derrocha talento y compromiso en cada escena, encabezado por rutilantes nombres como Morgan Freeman, Michael Caine o Gary Oldman, cada uno una estrella en sí misma por nómina y carisma que en esta cinta adoptan roles secundarios con una profesionalidad encomiable. Sin embargo, dentro del reparto hay que destacar de manera especial al finado Heath Ledger quién logra en su recreación de El Joker retratar toda la compleja riqueza de la personalidad del personaje en una interpretación que logra hacer olvidar a la de Nicholson.
A pesar de toda esa riqueza a la hora de retratar a los personajes y sus motivaciones, Nolan en ningún momento se olvida que está dirigiendo un producto de entretenimiento para todos los públicos por lo que desde un enfoque “realista” de la historia sabe dotarla de una enorme espectacularidad basada en unas escenas de acción y gadget más cercanos a las películas de Bond que a los cómics del Murciélago que contentarán a los amantes de las emociones fuertes pero sin ofrecer en este sentido concesiones a la galería y quedando cada una de ellas perfectamente incorporada al nudo de la trama.

En definitiva, una excelente película que deja anonadado al espectador y gustará a todo aquél que guste de disfrutar del buen cine de entretenimiento, adulto y sin papanatismos. Me temo que Nolan muestra el camino pero habrá pocos dispuesto a seguirlo.