miércoles, 30 de abril de 2008

“Por los pelos” de Paul Pörtner


Como no todo va a ser comentar libros, películas y cómics de vez en cuando hay que dejar espacio al teatro. La última obra a la que he asistido ha sido “Por los pelos” dirigida por Esteve Ferrer y adaptada por Luis Colominas, sobre un texto del dramaturgo alemán Paul Pörtner para evaluar la percepción de la gente ante una determinada situación, y que actualmente se representa en el Teatro Gran Vía de Madrid. Una comedia, que apoyada en la presencia mediática de un reparto popular en el que destacan la experimentada Loles León y un grupo de actores jóvenes, pero ya habituales de la pequeña pantalla, logra su único y principal objetivo entretener y hacer pasar un buen rato a los espectadores durante las dos horas que dura la función.

La obra se centra en una peluquería en el barrio de Chueca donde los dos peluqueros, Tony (Roberto Correcher) y Berta (Norma Ruiz) inician la jornada atendiendo a una variopinta clientela formada por López (Mauro Muñiz), un tipo nervioso y huidizo, Azucena (Loles León), una dicharachera y aburrida señorona con mucho tiempo libre y dinero para gastar, y Romero (Alex O´Doguerty). Cuando se descubre el asesinato de una célebre concertista que vivía en el piso de arriba, Romero revela que es un policía y procede a realizar la investigación del caso junto a su ayudante Lara (Alfonso Montón), un caso en el que el resto de los actores se convierten en sospechosos y la participación del público como testigo de todo lo que ha ocurrido es requerida por el inspector para desentrañar el misterio.

Sin duda, lo más destacable de la obra es su ingeniosa y original trama en la que se busca la implicación de los espectadores a un nivel poco habitual en este tipo de representaciones. Para ello, el inspector Romero excelentemente interpretado por Alex O Doguerty (el chofer de “Camera Café”) recaba sus preguntas a lo largo de la obra y durante la pausa para interrogar sobre el escenario a los sospechosos al tiempo que dirige la situación con habilidad para que sean los espectadores quienes crean estar interrogando libremente a los actores mientras estos contestan directamente a las preguntas dirigiéndose al espectador en un curioso diálogo. Ese planteamiento abierto llega a su clímax final cuando se pide que el público vote cuál de los cuatro posibles sospechosos es el culpable, dependiendo del resultado de la votación la representación de un final u otro.

Entre el reparto, aparte del mencionado Alex O´Doguerty, destacan también Loles León en un papel hecho a la medida de su histriónica personalidad al que sabe sacar todo el partido y que la convierte en el verdadero motor de la obra, y un Roberto Correcher que sabe dar el punto justo de exageración a su interpretación de un dicharachero y desinhibido peluquero. Los actores se lo pasan bien en el escenario en una obra que les exige un esfuerzo de improvisación inusual en este tipo de funciones porque aunque existan probablemente unas pautas generales sobre las que construir los finales y responder la impredecible reacción del público y sus preguntas debe suponerles todo un reto. No se engañen, sortear esas situaciones y además hacerlo con gracia y naturalidad resulta muy difícil y resulta muy meritorio que estos actores sean capaces de lograrlo en todo momento.

Ya saben, si están por Madrid y les apetece, les propongo una excelente opción de entretenimiento. Vayan a ver la obra y cuéntenme quién fue el asesino en su función, que yo les contaré el mío.

martes, 29 de abril de 2008

“Fábulas presenta: Jack: La (casi) Gran Evasión de Bill Willingham, Matthew Sturges y Tony Akins



Los “spin-off” suelen ser productos que tienen un origen sospechoso. Siempre se tiende a pensar, con razón la mayoría de las veces, que nacen para explotar el éxito de la serie troncal con unos productos de una calidad generalmente dudosa. En este sentido, la serie dedicada a Jack de las Fábulas -el del cuento de las habichuelas- se aparta de la tendencia general, con un arranque esperanzador, principalmente, por ofrecer lo que se le presupone a todo cómic, una lectura entretenida, inteligente y agradable de leer.

Da una buena idea de la riqueza de contenidos que ha alcanzado la serie de “Fábulas” y su importancia dentro del sello Vértigo la aparición del “spin off” que hoy nos ocupa, pésimamente traducido como “Fábulas presenta: Jack”.(Supongo que poner en grande lo de Fábulas era importante pero tanto costaba haber sido un poco más fiel al original y traducirlo simplemente como “Jack de las Fabulas?”) y que goza de tan buena salud que ya va por su número 21 en yanquilandia.

Dada la cantidad de personajes y la dificultad de explorar –y explotar- todas las tramas sugeridas en la colección principal nació esta colección en 2006, dedicada a uno de los personajes más interesantes y mayor protagonismo obtuvo en los primeros arcos de “Fabulas”, Jack Horner o Jack de las Fábulas, el cuál por imperativos de la trama principal poco a poco fue quedando relegado en importancia a pesar de su potencial, como aventurero y rebelde sin causa.

La historia que se nos presenta en este TPB publicado por Planeta retoma al buscavidas de Jack tirado en medio de la carretera, justamente como quedó tras su aventura holliwoodiense (“Fables” nº 34 y 35 edición americana. Tomo “Fábulas: Tierras Natales” de la Edición Planeta). distanciado de sus congéneres de Villa Fábula y abandonado en medio de la nada. En este punto, Jack es secuestrado por una misteriosa organización de humanos que se dedican a secuestrar fábulas con vistas a que sean olvidadas del imaginario popular y desaparezcan. Jack es trasladado a la residencia “Ramas Doradas”, una “jaula dorada” donde se encuentran recluidas fábulas tan populares como Alicia y Humpty Dumpty de “Alicia en el país de las maravillas” y “ “A través del Espejo, Dorothy y sus cólegas de “El Mago de Oz”, o Paul Bunyan y su Buey Azul, el famoso leñador canadiense, junto a otras fábulas mucho menos conocidas para los no anglosajones como Sam, basado en el “Negrito Sambo” de Helen Bannerman, la Falacia Patética o John Malvado (estos dos últimos los desconozco por completo si alguien puede darme alguna referencia, se agradecería) y el rencuentro con alguna sorprendentemente resucitada de la serie original.

La residencia está bajo el control del temible Señor Refuse y sus subordinadas, las hermanas Page, quienes, a través de los temibles hombres bolsa, tigres y cuervos aulladores, mantienen amedrentadas a las fábulas que intentan fugarse. Esto cambiará, con la llegada del impetuoso Jack, que en poco tiempo organiza un espectacular plan de evasión que permita huir a todas las fábulas presas. Aunque, claro, si lo organiza Jack no hay ninguna garantía de éxito...

Si en la serie principal, Bill Willingham demostró su pasión por los géneros cinematográficos en los que se apoyó para desarrollar la serie, esta estructura se repite en esta primera saga de “Fábulas presenta: Jack” en la que, tomando como referencia el clásico “La gran evasión” de Sturges nos ofrece su particular tratamiento del género carcelario pasado por el tamiz fabulístico, lleno de referencias que van desde el título de la residencia Ramas Doradas que se refiere al libro "La rama dorada" sobre el origen de los mitos del antropólogo James Frazer hasta la inclusión de personajes procedentes del acervo popular anglosajón más o menos populares hasta las referencias a películas - ¿A qué actor clásico les recuerda Mr Refuse? - o series de televisión ("El Prisionero").

La historia que nos presentan Willingham y Sturges es entretenida y agradable de leer en una trama donde predomina la acción frente a la elaboración y el desarrollo de situaciones, algo que redunda en la sensación de embarullamiento que se observa sobre todo a partir del tercer capítulo en el que tras un excelente planteamiento inicial en el que se describe el carácter de Jack y los nuevos personajes se pasa al desarrollo de la fuga en sí. Es complicado depurar, en este sentido, responsabilidades entre los dos guionistas que firman la obra. A Willingham y su buen hacer lo conocemos todos mientras que el novato Sturges puede despertar más dudas, aunque por el buen sabor de boca que deja la lectura de este volumen se gana el beneficio de la duda a la espera de que, en proximas entregas, profundicen en los personajes y motivaciones que simplemente se esbozan en este arco.

En el aspecto gráfico, nos encontramos de nuevo con Tony Akins, al que ya vimos en el tomo de PlanetaFábulas: las crueles estaciones”, sustituyendo al dibujante titular Mark Buckingham. Akins, en esta serie, da muestras de un estilo similar en la composición al de Buckingham aunque su acabado sea menos detallista y la narración carezca de la fluidez del británico. Asimismo, tampoco me convence el tratamiento de Jack al que en ocasiones dibuja como un trasunto de Lobo cuando quizás precise de una caracterización más delicada.

Respecto a la edición de Planeta, creo que tendría que cuidarse algo más la traducción. No sólo ya por el tema del título de la serie que les comento más arriba sino también por algunos giros y frases que quedan raras (página 4: ¿la expresión “que me diese al ojo” daña la vista). Salvando esos pequeños fallos, nos encontramos ante un excelente cómic de entretenimiento que supone para aquellos que todavía no conocen la serie original una excelente oportunidad para adentrarse en el universo de “Fábulas”, sin ser prisionero de las continuidades.


Más “Fábulas” en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

El blog de Matt Sturges aquí.
Una excelente reseña en Zona Negativa, aquí

lunes, 28 de abril de 2008

“Fun home: una familia tragicómica” de Alison Bechdel



Tenía ganas de leer la última obra publicada en España por Alison Bechdel (última y casi única porque salvo unos pocos álbumes recopilatorios editados por La Cúpula de su tira cómica “Unos bollos de cuidados” (“Dykes to watch out for”) nada más hemos visto por estas tierras de esta autora), una obra multipremiada y con muy buenas críticas, con la vitola de haber traspasado en premios y elogios el cerrado mundillo del cómic para haber atraído la atención de la sesuda crítica literaria que la incluyó entre los mejores libros del álbum , cosa a mí entender improcedente.

(¿Es lógico en un concurso de tartas premiar a un bizcocho? ¿O en uno de motos premiar a un deportivo? Los autores y las editoriales, lo mismo les dan de donde vengan los elogios, por supuesto, pero habría que plantearse entre los críticos si no se le hace un flaco favor al medio ensalzando tanto los premios literarios que recibe un cómic). Una vez leída “Fun Home”, la sensación es contradictoria porque aun reconociendo la valentía de la autora a la hora de contar su propia historia y la ambición, inteligencia y sutileza con que lo hace, lo cierto es que la obra no ha conseguido transmitirme gran cosa, algo imprescindible en este tipo de “slice of life”.

Desde el título, con un juego de palabras que se pierde en la traducción española, que hace referencia al negocio familiar, una funeraria en la que la autora pasó su infancia y adolescencia hasta su marcha a la universidad, la autora echa la vista atrás para contarnos como transcurrió su infancia en una bucólica granja de Pennsylvania junto a sus hermanos y padres, profesores de inglés con fuertes inquietudes artísticas que nada tienen de cómicos y sí mucho de trágicos.

La infancia feliz que podría deducirse de la simple narración gráfica a partir del dibujo de la autora, dotada de un estilo muy detallista con un punto “naif” llena de composiciones que describen una cotidianidad costumbrista y doméstica de lecturas, juegos y visionados de televisión, se rompe en cuanto uno empieza a leer los densos textos de la Bechdel y nos descubre la falta de cariño en la que se desarrolló su infancia, analizada con un punto de distanciamiento y dureza que inevitablemente se contagia al lector.

Tras la muerte de su padre en un accidente de tráfico poco claro y sobre el que planea la sospecha del suicidio, la autora se acerca a la figura paterna, un hombre ensimismado y encerrado en sí mismo, incapaz de salir del armario y aceptar claramente su homosexualidad reprimida. Bechdel procura entender a su padre y a su madre a través de un posicionamiento tremendamente racional y alejado de cualquier guiño efectista y melodramático, aunque la ausencia de cariño y el reproche por una infancia infeliz – aunque en la dedicatoria a su madre y hermanos escriba “lo pasamos muy bien, a pesar de todo” – planean sútiles durante todo el relato al tiempo que, conforme va descubriéndonos la figura del padre en toda su contradicción, se muestra ella misma y su evolución personal hacia la aceptación de su propia homosexualidad que es sólo uno de los puntos en común que comparte con el desaparecido coprotagonista y que me parecen la parte más conseguida de la obra.


Muy instructiva y sincrética de lo que es la obra es la ilustración de la cubierta en la que muestra a cada uno de los miembros de la familia viviendo en el “museo” diseñado por papá Bechdel en una habitación distinta, cada uno encerrado en su propio círculo de aficiones e intereses sin compartir apenas nada con el resto.

Me queda la duda hasta que punto es premeditada la contraposición entre la densidad de los textos y el estilo ingenuo de dibujo. El estilo literario de la Bechdel es recargado y analítico en una comparación constante entre su padre y ella misma con distintos modelos literarios que van desde Scott Fitzgerald, Joyce o Proust , entre otros, o la revelación que la supuso la lectura de “Colette” hasta un punto que raya con lo obsesivo y hace la obra sólo accesible en su plenitud para un público culto y minoritario. Por otro lado, Bechdel no parece sentirse segura de su capacidad para dejar que la narración fluya a través de su dibujo, ahogando en muchas ocasiones las viñetas con cuadros explicativos que nada aportan a la historia principal, un defecto importante pero que no quita mérito a la riqueza de interpretaciones con la que la autora dota a la obra y la convierte en objeto para la reflexión.

Allison Bechdel hoy por hoy me parece una autora sobrevalorada, a la que todavía la falta mucho por mejorar en su narrativa respecto a la interacción entre texto y dibujo por lo que demuestra en esta obra. Sin embargo, creo que tiene margen para hacerlo, lo que me hace pensar que lo mejor de la Bechdel está por venir. Lo estaremos esperando.

La edición de Reservoir Books me parece excelente.


Página web de la autora y últimas tiras de su obra “Unos bollos de cuidado” (traducción La Cúpula), aquí.
En Cómics Vol. 2 hay una entusiasta reseña sobre esta obra. Si quieren leerla pinchen aquí.

sábado, 26 de abril de 2008

Nuevo trailer de “20th Century Boys”, entrevista de Urasawa y un poquito de heavy

Pues nada, ya tenemos un primer trailer de la película que se está preparando sobre el manga de Naoki Urasawa 20th Century Boys” del que ya escribí por aquí.



Tras un trailer tan corto uno se queda con ganas de más, ¿no creen?

Cualquiera que haya leído este cómic sabe del gusto de Urasawa por la mejor época del rock de los años sesenta y setenta, pero si todavía albergaban alguna duda ahí abajo le tienen como un Bob Dylan cualquiera.



De hecho, el título del manga es el mismo que una canción de la mítica banda T-Rex. ¿Qué no saben qué canción digo? Pues esta.



Si quieren saber más sobre el polifacético Urasawa y su trabajo ahí abajo les dejo una entrevista en francés y aquí la pueden leer subtitulada en inglés.

viernes, 25 de abril de 2008

Parecidos razonables

...Por si alguien duda de los parecidos en los personajes de "Las olivas negras" con Sfar, Trondheim y Blain, una comparación.



Los autores:


Los personajes:















Juzguen ustedes mismos.

“Las olivas negras: No comerás el cabrito en la leche de su madre” de Guibert y Sfar


Me gustaría poder decir que este tercer álbum de la serie “Las olivas negras” mantiene el excelente nivel de los dos anteriores y, aunque por un lado lo hace, por otro no.

Me explicó. Esta tercera y última entrega de la serie por el momento, me ha decepcionado, ya que aunque la obra mantiene el excelente nivel de calidad e interés de las anteriores entregas con un excelente dibujo de Guibert y agudas observaciones de Sfar acerca de la religión judía y la sexualidad ninguna de las tramas que se han ido planteando y desarrollando a lo largo de la serie se resuelve. Nos encontramos así con una historia en la que se nos birla cualquier tipo de resolución con un final tan abierto que hace presuponer que la idea de los autores es su continuación aunque el hecho de que en los últimos cinco años no haya aparecido ningún nuevo álbum me hace temer lo peor.

Esta tercera entrega retoma la historia en el punto en la que la dejamos en la anterior entrega, con el pequeño Gamaniel tratando de encontrar a su padre para liberarlo de los romanos “ayudado” por el manipulador Josué mientras que Eliaou, acompañado del profeta Yeshayahu, pretenden impedirlo temiendo por el chico. Cuando llegan a Jerusalén, Gamaniel confunde a un esclavo cocinero con un romano al que ataca instigado por Josué. El ama de la casa en la que sirve el esclavo invita a Gamaniel y sus compañeros al circo donde entrarán en contacto con los gladiadores y los enanos y conocerán sus costumbres, hasta que se vean involucrados con estos en los disturbios provocados en la ciudad como consecuencia de la detención del padre de Gamaniel. Mientras, en el campamento de los zelotes, la mujer de Eliaou engaña a este con uno de los romanos desertores.

Este tercer álbum de la serie mantiene el nivel de las anteriores entregas. Sfar nos ofrece una reflexión acerca de la religión judía –uno de sus temas preferidos, como dejó patente en “El gato del rabino”- a través del pequeño Gamaniel, que es su viva imagen, y sus encuentros con distintos personajes a lo largo de sus aventuras para salvar a su padre. Los distintos aspectos de la religión hebrea se encuentran marcados en este álbum por la personalidad de los acompañantes del niño: el fanático y malvado Josué, el astuto y práctico Yeshayahu (Este tipo se parece mucho a Trondheim, ¿no creen?) y el tontorrón y aguerrido Eliaou. A través de ellos y otros personajes, como el cocinero o los gladiadores Sfar, reflexiona sobre distintos aspectos del judaísmo en unas conversaciones ricas y en las que pone de relieve las contradicciones y matices de la religión. Ante la actitud cerril de estos personajes, Sfar contrapone la picardía de los desertores romanos, trasuntos de Blain y él mismo, que se mueven con el mundo en busca de aventuras y bellas mujeres a las que seducir. Frente a la actitud fantasiosa de unos y de otros, los autores ensalzan el punto de vista práctico y lleno de sentido común de las mujeres del campamento, quienes procuran disfrutar de la sexualidad como única vía de escape de la cerrada sociedad en la que viven.

Resulta muy curioso como se superponen y complementan el estilo de estos dos autores. Si Sfar gusta de incorporar enormes bocadillos de diálogo en la historia sin que por ello se resienta la composición de Guibert, este opta porque sean sus viñetas mudas las que hablen, comunicando, con un estilo más directo que mil palabras, ideas y sensaciones al lector utilizando una técnica de dibujo que va evolucionando a lo largo de los álbumes hacia posicionamiento de “línea clara” cada vez más acentuados, en un claro acierto por parte del dibujante. Dos técnicas que contribuyen a enriquecer la historia que nos están narrando y dejan al lector frustrado ante un final abierto que no resuelve nada.

La edición de Kraken correcta aunque dado el carácter de la historia hubiera preferido su edición en un integral. Y, por supuesto, hubiera mantenido la rotulación manual original en lugar de la simplona rotulación mecánica de los tres álbumes.

Esperemos que Sfar y Guibert encuentren pronto un hueco para continuar la historia donde la dejaron y dar un digno colofón a la historia del pequeño Gamaniel. Sus lectores se lo agradeceremos.

Si quieren leer sobre las anteriores entregas de "Las olivas negras" en El lector impaciente pinchen aquí o aquí.

jueves, 24 de abril de 2008

“Un día de cólera” de Arturo Pérez Reverte



El levantamiento del pueblo de Madrid en 1808 contra el ejército francés y los posteriores fusilamientos del día 3, ha sido tratado por multitud de artistas. Desde las universales pinturas de Goya hasta los “Episodios Nacionales” de Galdós se han producido en torno a esos hechos todo tipo de obras de interés. Aprovechando toda esa documentación y que este año se cumple el doscientos aniversario, Arturo Pérez Reverte ha aportado su granito de arena con su última obra, “Un día de cólera”, una novela que, como ya hiciera en “Cabo Trafalgar”, mezcla realidad y ficción para lograr una obra didáctica, entretenida y vibrante.
.
Apoyado en una amplia documentación, en “Un día de cóleraA.P.R. realiza una narración cronológica de los hechos del dos de mayo desde las primera horas de la mañana del día dos hasta la madrugada del tres, utilizando una técnica cercana al reportaje periodístico al estilo de las obras de Dominique Lapierre, Larry Collins o Ryszard Capucinski que a más de uno pueden llevar a confusión y pensar que estamos ante una crónica rigurosamente histórica. Craso error, pues Pérez Reverte no tiene reparos para ir incorporando a la narración, elementos de ficción a la hora de esbozar a los personajes históricos más relevantes que se vieron envueltos en los hechos y a partir de de los mismos deducir sus reacciones, pensamientos y comportamientos para realizar una completa radiografía de la compleja sociedad española de principios del diecinueve.

Pérez Reverte a través de un lenguaje periodístico, directo y conciso, arrastra al lector lejos de la falsa épica de la guerra y describe los hechos con crudeza y realismo, ensalzando la figura de Luis Daoiz al que convierte en el típico héroe revertiano consciente de su destino, fatalista y desencantado pero que, al tiempo, lo afronta solidario con sus compañeros y dispuesto a morir matando. Sin embargo, el verdadero protagonista de la obra y el objeto de homenaje del autor es el pueblo llano de Madrid que se echó a la calle contra los franceses al que el autor retrata a través de la descripción de las pequeñas luchas callejeras protagonizadas por ciudadanos de humilde cuna olvidados por los libros de Historia y que Pérez Reverte rescata del olvido, dejando constancia de nombres, edades y profesiones, víctimas posteriores de la represión francesa.


Las cuatrocientas hojas del libro se devoran con rapidez, seducido el lector por el relato que el autor hace de un episodio histórico apasionante.

Una estupenda narración que hará las delicias de los seguidores del murciano.


Otras obras de Pérez Reverte en El lector impaciente aquí.

miércoles, 23 de abril de 2008

Día del libro.

Que no, que no se me pasa que es el Día del Libro, una festividad especialmente celebrada en Barcelona con el regalo de rosas y libros y que mi pareja y yo celebramos regalándonos libros porque las rosas nos parece que lucen más en las rosaledas y para nosotros cualquier excusa es buena para eso de comprar libros. Mis obsequios han sido los que aquí parecen reflejados y de los que ya les iré contando por aquí.

Philip Roth es uno de los pocos autores norteamericanos de los que no he leído nada y “La Mancha Humana” por lo que sé es una buena oportunidad para iniciarse en su obra.


Michael Chabon, en cambio, es un autor que sigo desde hace tiempo. “Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay” me pareció una estupenda novela y “La solución Final” fue una estupenda decepción. Por lo que he leído de “El Sindicato de Policía Yiddish” el planteamiento invita a la esperanza. Además, el diseño de la cubierta me parece precioso.


Ya les iré contando…

Ah, y que no me olvido de recomendar tebeos siguiendo la iniciativa “En el día del libro regala tebeos” (este año parece que ha tenido menos seguimiento en la voluble blogosfera) pero teniendo tan cercanas las recomendaciones que hice para el Salón, pueden servirse de ellas. Si no se acuerdan pueden echarle un ojo aquí.

Como también es la noche de los libros seguro que encuentran alguna librería abierta para regalar(se) un libro y, si todo falla, relean…

Planeta apuesta por el Cómic Europeo


Esa es la impresión que a mí me da tras ver cómo a partir del Salón de Barcelona se han reactivado las distintas colecciones que la editorial tiene dedicadas a la BD con un montón de interesantes títulos y el rumor acerca de una nueva colección dedicada a autores españoles.

Esto que se podría quedar en pan para hoy y hambre para mañana, parece que se confirma viendo las novedades que Planeta anuncia para los próximos meses con una apuesta continuada por distintos títulos de BD. ¿A qué se puede deber este cambio de actitud? En mi opinión, a dos factores fundamentales: la llegada de un nuevo editor, Carles Miralles, gran conocedor del mercado europeo y con experiencia en este campo tras su paso por Norma Editorial, que ha apostado por la rentabilidad del tebeo europeo a través de la revolución de los formatos (algo que Planeta llevaba tiempo intentando sin llegar a dar con la tecla exacta) con la edición de integrales a precios más que asequibles; y, segundo factor, entrando en una política de colisión directa con los intereses de otras compañías, Norma y Glénat, que hasta ahora dominaban y dominan la publicación de europeo.

Una tercera posibilidad podría ser que ese reforzamiento de la línea europea sea debido a una posible perdida de derechos de DC en 2009, como se lleva tiempo rumoreando en algunos foros, posibilidad que sin ser imposible no creo probable (no hay que descartar nada, que nadie creía posible que perdiera la licencia de Marvel y la perdió). Sobre todo, si - como se comenta por aquí - Planeta se hace cargo de la publicación de DC en Francia, algo que cuadraría con la política de globalización iniciada por el Grupo Planeta y cuyo primer objetivo es hacerse con el Grupo Editis, el segundo grupo editorial francés y que distribuye en grandes superficies a través de su filial Interforum a editoriales como Lombard, Dargaud, Lucky Comics, Studio Boule & Bill et Kana.

En el fondo, todas estas elucubraciones al aficionado no deben afectarle negativamente sino, más bien al contrario ya que con la normalización por fin en la publicación del cómic europeo en nuestro país con una amplía oferta continuada acorde a todos los bolsillos, algo que desde hacía muchos años no disfrutábamos, no deja de ser una buena noticia. La competencia de Planeta con sus nuevos y competitivos formatos puede llevar a editoriales hasta ahora muy conservadoras como Norma a replantearse la edición de su material y buscar nuevas fórmulas con las que competir más allá de su catálogo de autores y obras.

Si la apuesta de Planeta se mantiene de manera continuada la pelota estará en el tejado del resto de editoriales grandes (¿Panini entrará en la guerra del europeo en algún momento o se conformará con su porción de tarta –suculenta, por otra parte- con los superhéroes marvel?). Los próximos meses pueden ser esclarecedores pero un cambio de actitud hacia políticas de venta más agresivas por parte de las editoriales grandes puede perjudicar a las editoriales medianas y pequeñas con una disminución de los títulos de europeo a los que puedan optar y la consiguiente crisis.

El mercado comiquero puede ofrecer más de una sorpresa en los próximos meses y Planeta parece que es la primera en mover pieza. ¿Será cierto que el que pega primero pega dos veces? Será interesante comprobarlo.

martes, 22 de abril de 2008

El trailer de “The Spirit” o esto ya lo hemos visto antes…

Supongo que la mayoría habrán visto ya el primer trailer de “The Spirit” de Frank Miller.

Sigo pensando que es demasiado pronto para sacar conclusiones con cuatro fotos y este trailer pero como Miller no esté jugando al despiste la ambientación de Central City suelta tufillo a “ya visto” que echa para atrás.

Todo en el trailer recuerda demasiado a “Sin City”. Cierto que minuto y medio no da para demasiado pero espero – y deseo - que Miller se haya guardado sus secretos para más adelante porque si no le van a llover palos de todos los colores.

Estaremos atentos.



“Elegy” de Isabel Coixet


Ayer con más miedo que vergüenza fui a ver la última película de Isabel Coixet. Miedo porque su anterior película, “La vida secreta de las palabras”, contra la opinión general me pareció artificiosa, tramposa y aburrida. Sin embargo, curiosamente, esta nueva película a pesar de ser artificiosa, tramposa y aburrida me ha gustado bastante.

Coixet adapta libremente una novela de Philip Roth, “El animal moribundo” y filosofa en imágenes sobre temas trascendentales del hombre contemporáneo como el miedo a la vejez y a la muerte, la soledad o la incomunicación, a través de la tortuosa historia de amor entre David Kepesh, un profesor de literatura maduro y seductor, padre de un hijo al que no comprende y que no le comprende (Peter Sarsgaard) y con una amante oficial con la que tiene sexo cada quince días (interpretada por una bella Patricia Clarkson, que merecería algo más de espacio en la cinta), interpretado por un magistral Ben Kingsley, y una de sus alumnas de origen cubano, Consuela (Penélope Cruz). El profesor, acostumbrado, a buscar relaciones con mujeres bellas sin comprometerse con ninguna, empezará a sentir algo muy especial por Consuela, de la que se enamorará perdidamente hasta el punto de replantearse sus convicciones personales.

Isabel Coixet en anteriores películas ya demostró su gusto por historias atormentadas rebosantes de existencialismo y trascendencia a través de un planteamiento cinematográfico, en mi opinión, excesivamente artificioso y teatralizado, con el que busca más sugerir que contar y que exige del espectador demasiada complicidad a la hora de rellenar los silencios entre los personajes en un discurso excesivamente ambiguo. Si la apuesta le sale bien, la película emociona, si sale mal, aburre hasta las ovejas. Esto, que gente como Bergman o Dreyer dominaban como nadie (porque estos aparte de sugerir, contaban), a Coixet no le sale siempre, logrando resultados brillantes en ocasiones y exasperantes en otras.

En esta película en concreto, Coixet redunda en el tratamiento de los mismos problemas de siempre con la única novedad que esta vez intenta explorar la mentalidad masculina a través de su protagonista, el cuál a pesar de tratarse de un hombre culto, refinado y maduro no deja de enfrentarse a la vida con unos planteamientos adolescentes, en contraposición con las reacciones de la jovencita Consuela. Esa mirada tardoadolescente del protagonista, Coixet la extiende a todos los personajes masculinos de la cinta, como el poeta golfete y vitalista amigo de Kepesh interpretado por un excelente Dennis Hopper, o el hijo, que al tiempo que desprecia al padre acude a él para contarle sus problemas aunque este sea incapaz de entenderle.

Todo este tinglado tan poco creíble se compensa con el excelente trabajo realizado por la pareja protagonista, destacando un incomensurable Ben Kingsley, que realiza aquí uno de sus mejores trabajos. Kingsley demuestra en esta película una química con la cámara espectacular, siendo capaz de transmitir emociones con una mirada o un gesto y llenando los aparatosos silencios a los que tan aficionada es Coixet con la fuerza de su carisma en pantalla. Penélope Cruz también está a gran altura, sin llegar nunca al nivel de Kingsley, ganando su interpretación conforme su personaje gana en carga dramática y aunque nunca se impone al magnetismo de Kingsley en las escenas compartidas, suya es la secuencia más conmovedora de la cinta.

Estéticamente, la película es preciosa, con una magnífica fotografía de Jean Claude Laurrieu , cuya importancia se ve reforzada en el filme por el gusto por la fotografía que muestra Kepesh, fotografía que se adecua a los tonos oscuros y pesimistas característicos de Coixet logrando momentos de una gran intensidad.

En definitiva, una bella película que se sustenta a pesar de los vaivenes de guión en un espectacular trabajo de todo el reparto y la actuación de un Ben Kingsley que por sí misma merece el pago de la entrada.

Les dejo un trailer para que juzguen ustedes mismos.

lunes, 21 de abril de 2008

“Cinder &Ashe” de José Luis Garcia-López y Gerry Conway


Como empezar con las novedades propiamente dichas me agobia -no tengo una pila de pendiente tengo varias- voy a hacer un poco de trampa voy a empezar con la relectura de “Cinder & Ashe”, la miniserie que en su momento publicara Ediciones Zinco y que con la vorágine salonera he reeditado Planeta en una nueva edición en blanco y negro (¿tan difícil era mantener el color de Joe Orlando?) y un tamaño más reducido.

Esta miniserie en el momento de su publicación fue curiosa porque se alejaba de las tradicionales lecturas de superhéroes características de la DC de la época (el sello Vertigo se crearía unos años más tarde) para ofrecernos una historia en la que la mezcolanza de géneros, el tratamiento pretendidamente adulto de los contenidos y lo complejo de la trama a base de continuos flashbacks no eran tan habituales como hoy en día, lo que convierte a “Cinder & Ashe” en una obra adelantada a su tiempo y recordada por los aficionados.

Cinder y Ashe, son dos mercenarios al mejor postor que un poco a lo “Equipo A” no tienen problemas para trabajar gratis cuando se trata de una buena causa. De este modo, aceptan investigar la desaparición de la hija de un granjero. Tirando del hilo, los mercenarios darán con todo un entramado de intereses creados y se volverán a enfrentar con un viejo enemigo de su pasado, el hombre que secuestró a Cinder en Vietnam, el cruel Lacey.

Cinder & Ashe” es un cómic bastante entretenido sin llegar a ser una maravilla, que mantiene su interés a pesar de los años transcurridos gracias al oficio de Conway y el virtuosismo de García-López.

Gerry Conway, construye una compleja estructura de flashbacks para que la historia avance en varias líneas temporales al tiempo, de manera que el lector va descubriendo el origen de los protagonistas y la naturaleza de su relación al mismo tiempo que en el presente avanza la investigación. “Cinder & Ashe” es un tebeo de acción, en la que los personajes no están parados en ningún momento, desarrollándose la trama a un ritmo trepidante, sin dar tregua al lector para procesar la información que recibe en una trama muy elaborada y a la que quizás en algún momento se le eche en falta un momento de pausa para conseguir una mayor carga dramática, algo que probablemente no se le pueda achacar del todo al guionista dado que es difícil contar más cosas en tan pocos números (los guionistas de hoy en día para desarrollar esta historia hubieran necesitado doce números como mínimo pero, claro, son otros tiempos).

Sin duda, lo más relevante de la serie en mi opinión sea la labor del dibujante hispano-argentino García López, quién dueño de una depurada técnica y un trazo fino, pulcro y detallado, que recuerda a grandes clásicos como Raymond o Salinas, realiza un estupendo trabajo a la hora de ilustrar la trama de Conway, autor con el que ya había colaborado en “Atari Force”. García López caracteriza perfectamente a los personajes, tomando como referencia para Cinder a la sofisticada Modesty Blaise de Holdaway en contraposición con el comedido y contenido Ashe. García-López se mueve con desenvoltura a la hora de dibujar cualquier tipo de ambiente y su estilo narrativo resulta muy efectivo a la hora de desarrollar la trepidante historia de Conway con una composición de página que recuerda al mejor Steranko.

En definitiva, “Cinder & Ashe” es un tebeo de los de antes, pensado para que el personal pase un buen rato y disfrute de una buena historia sin mayores pretensiones que la de entretener y que revisado veinte años después de su publicación mantiene el tipo. Para mí no es poco...

sábado, 19 de abril de 2008

Ah, y los premiados populares son...

Y, a través de Entrecómics, me entero de los premiados por el público. Como siempre, difieren:

- Premio a la Mejor Obra Extranjera publicada en España en 2007:"S", de Gipi (Sins Entido).

- Premio a la Mejor Obra de autor español 2007:Pere Pérez, "Guerreros Urbanos: Tormenta de Hostias" (Dolmen).

- Premio al Mejor Guión de autor español 2007:Antonio Seijas, "Un hombre feliz" (Ediciones De Ponent).

- Premio al Mejor Dibujo de autor español 2007:Alberto Vázquez, "El Evangelio de Judas" (Astiberri)

-Premio al autor revelación 2007:Pere Pérez.

- Premio a la Mejor Revista española 2007:Retranca.

- Premio al Mejor Fanzine español 2007:Ojo de Pez.

- Premio a la Divulgación del Cómic:Yexus.

Igual que con los premios de la crítica las "grandes" se quedan fuera. ¿Los gustos de los lectores están evolucionando?

Premios del Salón de Barcelona. Ganadores y análisis


Ya hay ganadores de la vigésimo sexta edición del Salón del Cómic de Barcelona.

Al final, los premiados se han ajustado bastante al pronóstico que les hice aquí así que no puedo poner ningún pero a la elección. Quizás lo más llamativo es el hecho que las editoriales "intermedias" que han apostado por la calidad (Sin Sentido, Astiberri, Diábolo o Dibbuks) se han visto reforzadas copando prácticamente todos los premios en contrapunto con las "grandes" (Planeta, Panini, Norma) que no aporta ninguna obra al palmarés. Especialmente merecidos me parecen los dedicados a "Arrugas", la gran triunfadora, Rogér Ibañez y Manuel Darías, un profesional éste último dedicado desde hace muchos a la divulgación del cómic y al que ya le tocaba un reconocimiento.

Los premiados han sido:

- Gran Premio del Saló, en reconocimiento a toda una trayectoria profesional: Pasqual Ferry

- Premio a la Mejor Obra Extranjera publicada en España en 2007:"S", de Gipi (Sins Entido).

- Premio a la Mejor Obra de autor español 2007:Arrugas, de Paco Roca (Astiberri).

- Premio al Mejor Guión de autor español 2007:Arrugas, de Paco Roca (Astiberri).

- Premio al Mejor Dibujo de autor español 2007: Jazz Maynard I: Home Sweet Home, de Roger Ibáñez (Diábolo Ediciones).

- Premio Josep Toutain al autor revelación 2007:Carlos Areces (Carlös).

- Premio a la Mejor Revista española 2007:El Manglar.
- Premio al Mejor Fanzine español 2007: Fanzine Enfermo
- Premio a la Divulgación del Cómic: Manuel Darias.

viernes, 18 de abril de 2008

Ollie Johnston (1912-2008)


El día de ayer murió el último de los pioneros que ayudó a Walt Disney a construir su imperio de animación y que fueron conocidos como “Los Nueve Ancianos de Disney”, Johnston trabajó durante 40 años con Disney como director de dibujo, participando activamente en clásicos de la animación que están en la memoria de todos como “Blancanieves y los siete enanitos”, “El libro de la selva”, “Los rescatadores”, “Bambi” “La bella durmiente” o “Pinocho” cuando los medios de animación eran mucho menos sofisticados a los que estamos acostumbrados hoy en día (¿Se acuerdan que lloraron con la muerte de Bambi? Pues este señor es el culpable).
Para que se hagan una idea, sólo para “El libro de la selva” fueron necesarios 320.000 dibujos individuales y el trabajo conjunto de 250 personas durante tres años.

Johnston colaboró estrechamente con otro gran artista Frank Thomas (fallecido en 2004) no sólo en la Factoría Disney sino también a la hora de divulgar las técnicas de animación usadas en la compañía en obras teóricas como el clásico “La ilusión de la Vida: la animación de Disney”, que es considerada por los expertos una obra de referencia.


Johnston recibió en 2005 la Medalla Nacional de las Artes estadounidense.

Probablemente Balloo y Mowgly estén hoy un poco más tristes…

D.E.P.

Para visitar la página oficial de Frank Thomas y Olie Johnston pinchar aquí.

La noticia en prensa aquí.

“The Spirit 1” de Darwyn Cooke


Después de leer el primer número de la nueva colección de “The Spirit”, con el “crossover” entre este y el Hombre Murciélago me quedé con una acusada sensación de tiempo perdido pero la curiosidad me pudo y piqué con el primer número de la etapa de Darwyn Cooke, que engloba los dos primeros números de la nueva colección yanqui, que ha empezado a publicar Norma Editorial.

Vaya por delante, que no tengo nada contra las revisiones y versiones de obras importantes por otros autores. Superen o no a los originales, y más allá del trasfondo económico que exista de fondo (el vil metal, siempre lo ensucia todo), creo que todo autor que se sienta capacitado tiene derecho a dar su versión de cualquier personaje, ya que una obra una vez publicada deja de pertenecer sólo al ámbito particular del autor que la creó para pasar a ser patrimonio universal y, por tanto, el público es quién decidirá si merecerá la pena o no que se la recuerde. Mi admiración por el “The Spirit” de Eisner es infinita e independientemente del orden para mí siempre se encontrará entre las cinco o seis verdaderas obras maestras que ha dado el Cómic, y por ese motivo no entiendo la cerrazón hacia las revisiones que se están haciendo del personaje por otros autores como Miller en el cine (¡ ojo, que esta muchos ya han decidido que no les gusta por cuatro fotos!) o el propio Cooke con estos cómics, como poco me parecen apresuradas.

Dicho esto, tengo que decir que el cómic de Cooke me ha dejado bastante frío y no pasa de correcto. A lo largo de estos dos números, Cooke realiza un trabajo profesional con una historia autoconclusiva en cada episodio. En la primera, Spirit interviene para salvar a una periodista secuestrada y en la segunda se cruza con una vieja conocida, P’Gell, y una vieja venganza. Inteligentemente, Cooke, sitúa al personaje en un momento histórico moderno donde los personajes consultan Internet y los medios de comunicación invaden cualquier aspecto de la intimidad, alejándose de las características gráficas que Eisner imprimió a su colección con las historias cortas de ocho páginas de acción trepidante y concentrada, con la splash page inicial que sintetizaba y prologaba la historia, la diferente presentación de títulos incorporados como un elemento narrativo más, o la caracterización de Spirit como personaje subversivo y contestatario frente a la autoridad por uno mucho más formal y políticamente correcto. Todo eso lo deja de lado Cooke en busca de dotar a la obra un sello propio pero me temo que si esa era su intención el resultado es demasiado insustancial.

The Spirit” de Cooke es demasiado rígido, parece que el autor está demasiado preocupado por no meter la pata como para arriesgar con propuestas realmente originales. Los argumentos de las historias de Cooke los conocemos y los hemos leído protagonizados por otros personajes cientos de veces con más éxito. Lo que debe marcar la diferencia de una historia de Spirit es la sorpresa que se espera en cada página y el ritmo trepidante que mantiene al lector pendiente de principio a fin, sorpresa que en el cómic de Cooke no llega nunca y ritmo del que carece, con lo que al terminar la lectura uno se queda con la ceja levantada como Dolan pensando “¿esto es todo?”.

El dibujo de Cooke es excelente pero no sólo se trata de dibujar bien sino también de interesar al lector con lo que se cuenta, dosificando la tensión y en ese sentido Cooke se muestra como un guionista discreto y sus diálogos resultan artificiosos y vacíos, ausente el característico humor del personaje. Probablemente, aquellos que no hayan leído la obra de Eisner puedan sentirse más interesados por esta obra y sea realmente hacia quien va dirigida ya que para aquellos que lo han leído les parecerá insustancial en la comparación, injusta por muchos motivos, ya lo sé, pero inevitable.

Más sobre las versiones de Spirit en El lector impaciente aquí y aquí.

jueves, 17 de abril de 2008

“El gato del rabino” de Joann Sfar


En la Argelia de principios del siglo pasado, el gato del rabino Sfar se come un loro y de este sorprendente modo logra el don de la palabra, cualidad que utiliza para interrogar a su amo y su familia sobre lo divino y lo humano. De este modo se inicia de una de las colecciones más originales e inclasificables que ha dado la BD en los últimos años y uno de los más personales e interesantes del prolífico Joann Sfar.

A lo largo de los cinco álbumes que componen hasta el momento la serie, Sfar hace un amplío recorrido por casi todos los temas que han obsesionado, obsesionan y obsesionarán a los seres humanos con un planteamiento lleno de inteligencia y humor. El gato, que gana y pierde el don del habla a lo largo de la serie, se mantiene fiel a su caprichosa e implacable naturaleza gatuna para poner en evidencia la intransigencia de los violentos, los nacionalistas y los fanáticos frente a la ingenuidad vital e inquieta de su amo, el rabino Sfar, su hija y sus familiares algunos tan fantásticos y legendarios como el Malka de los leones, otros tan terrenales como la dueña del gato, la hija del rabino Zlabya o el marido de esta, el rabino Jacques . Todos, seres humanos llenos de flaquezas y debilidades, presos entre la realidad férrea de las normas religiosas, convenciones sociales o problemas cotidianos con los que conviven frente a la libertad de los animales que van apareciendo a lo largo de los álbumes y con los que el gato entablará amistad, animales de compañía dotados de clarividencia para entender a sus amos, seres imperfectos hacia los que, por otro lado, sienten ciega lealtad.

Sfar desde una aparente sencillez plantea problemáticas universales y terrenales, entremezclando fantasía y realidad en una concepción de la historieta que entronca con autores como Fred (“Philemon”), Herriman (“Krazy Kat”) o Waterson, (“Calvin&Hobbes”) o de la literatura como Cervantes o Pennac ("La Felicidad de los ogros") pero encontrando un camino propio en el que fusiona un universo entre la realidad y la ficción a la medida de las fábulas protagonizadas por el rabino y su gato, en el que la judería sefardí en la que viven se convierte en una Bagdad de “Las Mil y Una Noches” desde la que viajar por el mundo y la fantasía sin desconectar por ello del contexto histórico donde movimientos como el sionismo y el antijudaismo aparecen como contrapeso de ese imaginario en el que sus personajes se mueven.
Asimismo, el viaje se convierten en un elemento más de la historia. El gato a través de los viajes que emprende en compañía del rabino o sus parientes irá acumulando experiencias y madurando, al tiempo que nos va descubriendo elementos del rico patrimonio cultural de la cultura sefardí y hebrea.
Sfar además coquetea con los distintos géneros sin que la serie pierda por ello originalidad. Ora con el costumbrismo a la hora de retratar la vida intramuros de las jóvenes argelinas ó los jóvenes estudiantes de la Torah , ora con la aventura en Jerusalén de África”.


En el aspecto gráfico, podemos observar la evolución constante de Sfar a lo largo de los años y como su estilo va puliéndose álbum a álbum. Sin abandonar su característico trazo nervioso y acelerado que, en ocasiones, da la sensación de falta de acabado, Sfar realiza una de sus mejores obras jugando con ese componente de su estilo para reforzar lo onírico de las historias que narra. Sfar cuenta la historia cómo quiere sin ajustarse a patrones fijos, pasando de viñetas de gran detallismo a otras de una enorme simplicidad formal en función de la idea que quiera plantear.

Da la sensación que el dibujo no es un fin en sí mismo para Sfar sino un medio siempre al servicio de la historia viñeta a viñeta. De este modo, Sfar juega con todo (formas, contornos, perspectivas y sombras) menos con un estricto diseño de página de seis viñetas por página pasando de viñetas recargadas y detalladas a otras de gran simplicidad formal manteniendo alerta en todo momento al lector respecto a lo que está leyendo.. Los elementos atmosféricos se vuelven así en otro elemento importante para crear esas sensaciones a lo largo de la historia.

A través de esta enorme fábula, El gato del rabino, o dicho de otro modo, Joann Sfar intenta entender a sus parientes para entender el mundo que le rodea y del que proviene aunque pocas son las moralejas validas a las que llega a través del enorme “totum revolotum” que es esta serie. Quizás la fuerza del amor en todas sus vertientes como único medio y remedio para enfrentarse y sobrevivir en el mundo sea el mensaje que se esconde a lo largo de todas las tramas que se desarrollan a lo largo de una serie que abre las mentes y nos hace comprender lo parecidos que somos todos más allá de diferencias religiosas y culturales, manteniendo su efecto mucho tiempo después de la lectura de los álbumes.

No sé durante cuanto tiempo, ese gran humanista que es Sfar será capaz de mantener el nivel e hipnotizarnos con las aventuras del gato y su amo sin caer en la repetición. De momento, su capacidad para fabular se mantiene intacta. Si no la han leído todavía, háganlo y decidan por ustedes mismos.


Títulos publicados

1. La bar-mitzva
2. El malka de los leones
3. El éxodo
4. El paraíso terrenal
5. Jerusalén de África
Otras obras de Sfar en El lector Impaciente aquí, aquí y aquí.

La película de Iron Man por partida triple.

Ya les dejé por aquí el primer trailer de la nueva película que está a punto de estrenarse sobre “Iron Man” comentándoles mis temores. Ya les comenté que me apetece verla y que creo que podemos encontrarnos ante una de las mejores adaptaciones de un superhéroe Marvel que se han hecho hasta el momento.

Ya no les cuento más. Miren y juzguen ustedes mismos.








miércoles, 16 de abril de 2008

…"El juego del Ángel" de Carlos Rúiz Zafón, mañana.



Pues sí, señores el que espera, desespera. Y, como ya sabrán los asiduos a este blog, mi desesperación (bueno, quizás no llegue a tanto) de lector se verá por fin mañana satisfecha con la publicación de la que está llamada a ser la novela del año, “El juego del Ángel”. En esta nueva novela, en la que Carlos Ruiz Zafón vuelve a transportarnos a la Barcelona de la Biblioteca de los Libros Olvidados que nos presentó en la exitosa “La sombra del viento” nos cuenta la historia de un escritor obsesionado por un amor imposible en la turbulenta Barcelona de los años veinte que recibe una misteriosa oferta que le puede hacer rico a cambio de escribir un libro como no se ha escrito nunca.

Lo cierto es que las cifras que se manejan son mareantes para el mercado español con una tirada inicial de un millón de ejemplares y una expectación que ha llevado a reunir en la rueda de prensa de presentación que ha tenido lugar hoy en Barcelona a 300 periodistas, como pueden leer aquí.

Esto, no son más que números, lo que realmente me apetece es volver a reencontrarme con Zafón y su capacidad para atrapar al lector con su estilo fluido y elegante y, comprobar si la espera de siete años ha valido la pena o nos encontramos ante un nueva operación de marketing literario.

A partir de mañana saldremos de dudas.

La novela tiene ya página web. Si la quieren visitar pueden hacerlo aquí.

Más sobre “Hellboy 2”, Guillermo del Toro y El Mundo.



Si hace poco vimos el nuevo trailer de la segunda entrega del “Hellboy” de Guillermo del Toro (¿qué no lo han visto todavía? ahí arriba lo tienen), ayer aparecía una interesante entrevista promocional al director de “Cronos” en “El Mundo” con la presentación de este segundo trailer ya traducido.

Ah, y para los que vieron el anterior trailer en inglés y no se enteraron de nada, aquí abajo lo tienen también traducido.



Así, en principio, me parece que gana en efectos respecto a la primera. La historia ya será otro cantar. Yo creo que preferiría una ambientación menos pirotécnica y más gótica al estilo del autor Mike Mignola. Pero, ya saben, Hollywood es Hollywood y del Toro tiene que financiar “At the mountains of madness”.

Los aficionados al chico demonio tendrán que esperar todavía hasta el día 29 de Agosto pero por si están impacientes debajo tienen a uno de los protagonistas invitándoles a acercarse al cine:

martes, 15 de abril de 2008

“Ex Machina 6: Apagón” de Brian K. Vaughan y Tony Harris.

Un buen guionista de superhéroes tiene que tener bien abiertos los ojos sobre lo que ocurre a su alrededor al tiempo que humaniza al superhéroe para hacerle alguién cercano al lector con quién pueda identificarse. Esto, que en principio, parece una verdad de perogrullo fue una de las claves del éxito del resurgir del género superheroico de la mano de Stan Lee en los años sesenta y durante los noventa fue olvidado por buena parte de los guionistas, más preocupados en repetir una y otra vez los mismos clichés que en buscar soluciones a la enésima crisis del género. Sin embargo, si hay un autor que ha asumido esas enseñanzas al pie de la letra y las ha llevado a su máxima expresión en los últimos años ese no es otro que Brian K. Vaughan (“Runaways”, “Y, el último hombre”) en su mejor serie hasta el momento, “Ex Machina”.

Vaughan sin renunciar al componente de fantasía que debe tener todo cómic de superhéroes sabe incorporar en “Ex Machina” un realismo único en la actualidad, que no se veía en los cómics “superheroicos” desde los setenta, centrado en las problemáticas contemporáneas que todos leemos o escuchamos habitualmente en las noticias y apoyado en un cuidadoso estudio de documentación. Sus personajes lejos de comportarse como meros arquetipos asumen comportamientos y reacciones creíbles, con un tratamiento mucho más maduro de lo que estamos acostumbrados a ver dentro del género superheroico.

En este nuevo volumen, que según comenta Tony Harris ("Starman"), el dibujante de la serie, viene a marcar el meridiano de la misma y engloba los números 26 a 29 de la edición norteamericana, aparecen reflejadas todas las características apuntadas, pero Vaughan aporta una novedad que probablemente marque el futuro del protagonista, introduciendo un nuevo personaje aparentemente destinado a desvelar el origen de los misteriosos poderes del alcalde Mitchell al tiempo que provoca un apagón en todo Nueva York que no sólo afecta a sus habitantes sino también a los poderes del alcalde.

Nos encontramos ante uno de los mejores arcos argumentales de lo que llevamos de serie. Vaughan y Harris desarrollan la historia como si de una serie de televisión se tratara y abren, sin abandonar las pautas seguidas hasta ahora, nuevas tramas manteniendo al lector enganchado con la zanahoria del oscuro origen de los poderes de Mitchell Hundred al tiempo que le castigan con las problemáticas que como alcalde de la Gran Manzana tiene que enfrentar en una situación de emergencia como es un apagón.

Los diálogos de Vaughan son espléndidos. Llenos de credibilidad, intensidad e ingenio, expresándose cada uno de los personajes secundarios como se supone que debe hacerlo y robándole en muchas ocasiones protagonismo al personaje principal al tiempo que incorporan elementos de fino humor en inteligentes guiños dirigidos al lector. La aparición del misterioso viajero interdimensional – y a mí que me recuerda a Juan Salvo …. ¿Habrá leído Vaughan a Oesterheld? No sé, no sé…- está tratada con habilidad para que no desentone y, tanto Vaughan como Harris, pasan con nota uno de los momentos llamados a ser claves dentro de la colección. En el aspecto gráfico, Harris ofrece su mejor cara y aunque sus composiciones todavía me parecen excesivamente rígidas y académicas, su estilo pulcro y detallista dentro del tratamiento cinematográfico de la serie casa bien, complementando la labor de Vaughan a la hora de dotar de credibilidad los elementos más fantásticos.

En definitiva, “Ex Machina” se confirma para mí como la serie a seguir dentro del panorama superheroico actual y la apuesta más segura por la renovación del género desde planteamientos inteligentes y alejados de clichés apolillados. La edición de Norma Editorial es correcta y en este tomo incluye un par de artículos de los autores así como un sketchbook.

Para leer más de “Ex Machina” en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.
Para leer sobre “Y, el ultimo hombre” en El lector impaciente aquí y aquí.

Imágenes de Gotham Knights

No sé si acordarán, pero ya les comenté por aquí, sobre la nueva serie de animación sobre Batman, “Gotham Knights”…Pues resulta que ya hay imágenes colgadas y son espectaculares. ¿Qué no me creen? Vean, vean…





Si quieren más tendrán que esperar al 8 de Julio. No me sean impacientes (¿o sí?)

lunes, 14 de abril de 2008

“Jazz Maynard 1 y 2” de Raule & Roger.




Le debía desde hace tiempo (un año más o menos) una entradilla al primer álbum de “Jazz Maynard” y, aprovechando que esta calentita la segunda entrega, comento dos por una.

Si en el primer álbum, “Home, sweet home” los autores presentaron a los personajes sitúandolos en un entorno oscuro y duro como el Raval barcelonés en una historia medida para que la información fluya de una manera natural al tiempo que desarrollaban una trama de acción con un acertado y preciso uso del “flashback”, en el segundo, “Melodía del Raval”, respetando escrupulosamente la continuidad de la historia, los autores cierran algunas de las tramas iniciadas y plantean abiertamente otras apenas esbozadas en la anterior entrega con vistas a su resolución en el álbum que servirá de desenlace a la trilogía.

Jazz Maynard, un trompetista de jazz que esconde mucho más de lo que aparenta, vuelve al Raval barcelonés del que escapó hace diez años para ajustar cuentas con aquéllos que engañaron a su hermana y reencontrarse con su pasado en una historia que destila violencia, intriga y acción. Jazz es mucho más que lo que parece, ya que bajo su aspecto estilizado se esconde todo un ladrón de guante blanco, experto en las artes marciales y con el gatillo fácil. En compañía de su amigo de la infancia, Teo, Jazz se vengará del Pastelero y los hampones que abusaron de su hermana Laura. Sin embargo, la ayuda inesperada de su viejo amigo Judas, el actual capo del Raval, le llevará a aceptar su encargo de robar la legendaria moneda “1933 doble águila,” a La Araña, con un corazón artificial, un encargo del que quizás no salga muy bien librado. Mientras tanto, su antigua novia (y actual novia de Judas), Lucía, investiga las turbias redes de corrupción en el ayuntamiento barcelonés, redes en la que están implicados desde el alcalde hasta la policía.

En “Melodía del Raval”, Raule y Roger confirman todas las buenas expectativas que levantaron con la primera entrega “Home, Sweet Home” y demuestran que desde un planteamiento abiertamente de género los autores españoles pueden contar historias de calidad.
Jazz Maynard” nos ofrece una historia en la mejor tradición del thriller contemporáneo en una historia que conjuga por igual las enseñanzas cinematográficas de gente como Tarantino, Rodríguez o Woo, adaptándolas a un medio, el cómic, y una ciudad, Barcelona, que ofrecen todas las condiciones para ello.

Raule y Roger son en la actualidad lar pareja más compenetrada de autores españoles, y no es de extrañar que una editorial como Dargaud se haya fijado en ellos para editar “Jazz Maynard” en Francia. Si ya en obras como “Amores muertos” y “Cabos sueltos” apuntaban buenas maneras (recopiladas por Diábolo Ediciones en el álbum “Vidas a Contraluz”) en “Jazz Maynard” alcanzan una madurez que les pone el listón muy alto para próximas obras.


En esta obra, Raúle demuestra un excelente uso de los diálogos para desarrollar la trama y un dominio del flashback medido para administrar la información en una caracterización de los personajes sobresaliente que no se limita simplemente a los protagonistas sino que se nota su trabajo en cada uno de los personajes que aparecen en la historia, siendo el único pero la inexactitud con la referencia al pasaporte catalán del primer álbum que no deja de ser una frivolidad.

Sin embargo, lo que resulta asombroso es el nivel alcanzado por Roger Ibáñez, un dibujante de variadas influencias que ha sabido absorberlas para desarrollar un estilo personal reconocible en muy poco tiempo. Así, en Maynard son reconocibles múltiples influencias gráficas tanto de mangas como “Santuario” de Ryoichi Ikegami como de realidades patrias como Rubén Pellejero (“El silencio de Malka”, “Tabú”) o el gran Jordi Bernet (“Torpedo”) pasando por autores de la BD como Boucq (“Bouncer”) o norteamericanos como Bruce Timm o Mike Mignola ("Hellboy"). Sin embargo, todas estas influencias sólo son referentes en la búsqueda de Roger de un estilo propio, algo que consigue en esta serie con un excelente sentido de la narrativa y del uso del color para crear ambientaciones diferentes y sorprendentes que hacen que la historia fluya al ritmo marcado por el guión de Raúle. Roger parece dominar todos los registros del dibujo, pasando con naturalidad de secuencias de acción electrizantes a otras más sosegadas sin transición sorprendiendo en cada página con sus soluciones gráficas en unos álbumes que se disfrutan más con cada relectura.

En definitiva, a la espera quedo con muy sabor de boca a la conclusión de "Jazz Maynard", una serie y un personaje llamados a ser recordados durante muchos años y a nuevos trabajos de unos autores, Roger & Raúle, que han dejado de ser promesas para convertirse en una de las realidades más interesantes del panorama comiquero nacional llamados a realizar grandes cosas. Y, si no me creen, al tiempo.

La edición de Diábolo Ediciones de ambos álbumes es excelente.

Álbumes de Jazz Maynard
1.- Home, sweet home.
2.- Melodía del Raval.

Distintas versiones de Jazz Maynard, aquí.
Blog de Raúle, aquí.
Blog de Roger, aquí.