sábado, 6 de octubre de 2007

Amor al heavy subvencionado.


En los países escandinavos, tan socialmente avanzados y desarrollados, se dan las más terribles paradojas, un poco como pasa en los EEUU. Por un lado, tienen las tasas de suicidio más altas del planeta y por otro, de vez en cuando, se producen noticias tan curiosas como esta.
En Suecia, un tipo que se declara adicto al “heavy” y a ese grupo machacón “Black Sabbath” ha conseguido que un juez le haya concedido una pensión de invalidez de 400 euros. Al parecer el amigo Roger Tullgren, de 42 años, no puede mantener ningún trabajo y en 2006 acudió a unos trescientos conciertos. A partir de ahora, aparte de los 400 euritos por la buchaca por estar tan malito, el amigo sólo podrá desempeñar trabajos de media jornada.

¿Se imaginan que a cualquiera de nosotros nos pagasen por ser incapaces de dejar de leer libros o cómics? ¿Por no dejar de ver series o ir al teatro o al cine? En fin, vivir para ver.

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