viernes, 14 de septiembre de 2007

Tres finalistas para los “Oscar”, ¿alguien las ha visto?

Curioso el dato que las tres películas españolas elegidas para intentar representar a España en la ceremonia de los Oscar todavía no se hayan estrenado. ¿Será sintomático de algo? Se me ocurre, a lo mejor que el cine español, aunque no se cansen de repetirnos lo bueno que es – y hay algunas excepciones que realmente lo son – no conecta con el perfil del público que actualmente va a las salas. Pero, a lo que vamos, las candidatas son:

- “Las Trece rosas”, que cuenta la historia de trece mujeres republicanas fusiladas en Madrid en las postrimerías de la Guerra Civil. La dirige Emilio Martínez Lázaro (“El otro lado de la cama”, “Lulú de noche”) y cuenta con la presencia de Pilar López de Ayala (“Juana la loca”) como uno de los principales alicientes para ir a verla. Se estrena el 19 de octubre.

- “Luz de domingo” de José Luis Garci (“Volver a empezar”). ¿Cuántas veces ha estado en la terna este hombre? Yo creo que no falla ningún año lo cuál no deja de parecerme un poquito inquietante y preocupante. En esta película adapta un relato de Ramón Pérez de Ayala en lo que se supone va a ser una denuncia del caciquismo del siglo XIX. Sin saber casi nada de la película, casi me la imagino plano a plano. Si quieren verla, a partir del 16 de noviembre.

- “El orfanato” de Juan Antonio Bayona, una historia de fantasmas en el que Belén Rueda ("Mar adentro") regresa a un orfanato donde pasó su infancia, es la que a priori más me atrae. ¿Por qué? Varios motivos. Ser de un director novel con una propuesta por el género de terror interesante, ser una película de género que puede ser mejor entendida fuera de nuestras fronteras que las dos anteriores y contar con el amigo Guillermo del Toro (“El laberinto del fauno”) como coproductor, cuya presencia me da ciertas de garantías. Al parecer en Cannes, donde fue presentada, gustó bastante. Se estrena el 11 de octubre.

Bueno, se abren las especulaciones. Sin haber visto ninguna, ¿cuál elegirían? Yo lo tengo claro. La respuesta el día 27 del corriente y el 22 de Enero sabremos si la elegida opta al final a la figurita del tío Oscar.

“Cabo Trafalgar” de Arturo Pérez-Reverte.





Si hay un autor que parece haber apostado por la novela histórica como medio de divulgación y revalorización de nuestro pasado histórico en estos momentos que desde diferentes ámbitos se esfuerzan en negar y rescribir los acontecimientos al servicio de un oportunismo político cuánto menos discutible, ese no es otro que Arturo Pérez-Reverte, y “Cabo Trafalgar” es un buen ejemplo de ello.
En “Cabo Trafalgar”, Pérez Reverte se retrotrae al año 1805 para realizar una recreación de la batalla de Trafalgar en la que la flota hispano-francesa fue completamente derrotada por la inglesa al mando del almirante Nelson. Para ello, Pérez-Reverte realiza un relato de la batalla y sus prolegómenos a través de la voz de tres personajes distintos embarcados a bordo de la nave Antilla, tres personajes de distinta extracción social que sirven al autor para ofrecer distintos planos y secuencias de la batalla así como hacer apuntes sobre la situación social e histórica de la España del momento.
Pérez Reverte sigue un esquema similar al de anteriores obras, como “La sombra del águila” o su celebre saga de “El capitán Alatriste” se aproxima a un acontecimiento crucial de nuestra apasionante historia nacional a través de unos protagonistas ficticios que le permiten encuadrar al lector en el contexto histórico en el que se desarrolla la trama. Probablemente, “CaboTrafalgar” es la novela en la que Pérez Reverte ha intentado ser más fiel a las crónicas históricas describiendo el desarrollo de la batalla y sus antecedentes mediante una narración ágil, que casa bien para describir las sensaciones que debían vivir los protagonistas de las grandes batallas navales. Como es característico en su obra, Pérez Reverte da voz a sus protagonistas para narrar los acontecimientos en los que participan a través de un estilo directo y conciso, no exento de jerga ni vulgarismos propios de la época y la extracción de los personajes, dotando de una personalidad desencantada y amargada a unos protagonistas que a pesar de sus esfuerzos asisten impotentes a la derrota en la batalla y la decadencia de su país.


Lo más destacable de “Cabo Trafalgar” es que se trata de una novela entretenida, que se lee de un tirón, siendo un buen punto de partida para aquellos que quieran profundizar en el conocimiento de la historia y demuestra que en España se pueden realizar buenas novelas sobre motivos históricos navales, terreno que parecía acotado para escritores anglosajones como Patrick O´Brian.
Ya saben, si no tienen nada mejor que hacer este fin de semana embárquense a bordo del “Antilla” y participen en el mayor combate naval de la historia. Seguro que lo disfrutan.