domingo, 9 de septiembre de 2007

Benedicto XVI que estás en los cielos.



Me resulta escandaloso y sonrojante que Benedicto XVI, el sumo representante de su religión en la Tierra, mantenga una actitud tan retrograda y alejada de lo que es el discurrir de los tiempos que le han tocado vivir. No entiendo, por poner sólo un ejemplo, su actitud cerril por ejemplo, respecto al uso del preservativo en África.
Ahora anda por Austria intentando mantener el orden en sus filas y mantener viva la fe en su figura entre unos fieles que a la fuerza se alejan de una Iglesia en la que no encuentran reflejo para sus problemas terrenales, predicando sobre cómo deben vivir los demás su vida y adoctrinando sobre cosas de las que no entiende ni entenderá. Mientras tanto, la diócesis de San Diego pagará la simbólica cantidad de 122 millones de euros (198 de dólares) para evitar que las víctimas de los abusos de sus sacerdotes les lleven a juicio aprovechando que la legislación norteamericana no parece entender que, de determinados delitos, es víctima toda la sociedad y no sólo aquellos que los padecen.
Supongo que Benedicto XVI sobre este tema no dirá nada y escurrirá el bulto con una mirada al cielo y una oración. Suma y sigue.

Para leer más al respecto aquí y aquí.

“Príncipe Valiente 3” de Manuel de Caldas: una distribución difícil.


A través de Crisei y La Cárcel de Papel me entero de las dificultades que ha encontrado Manuel de Caldas para distribuir en España su excelente edición de “Príncipe Valiente” de Hal Foster. Al parecer, a causa de unas nuevas condiciones contractuales de King Features Syndicate, la distribución de la edición de Caldas sólo puede realizarse en España a través del correo y no por el medio más lógico, el de las librerías especializadas.
La edición de la obra de Caldas en España ha estado marcada por las dificultades desde el principio, no sólo las inherentes a que un aficionado con más ilusión que medios lleve a cabo una tarea de esa envergadura como por el hecho a que su edición haya coincidido en el tiempo con la publicación en España de otra edición realizada por Planeta, una de las editoriales de mayor tradición en la publicación de cómics en España y con una gran influencia dentro de la “industria”.
No voy a entrar en la polémica sobre cuál edición es mejor o peor porque a cualquier aficionado que haya podido comparar una y otra la respuesta le saltará a los ojos por sí sola por evidente y cada cuál debe ser libre para optar por una u otra. Lo que es una lástima es que se prive a Caldas del canal lógico de distribución de su obra entre los aficionados para que la competencia sea ciertamente justa. Y aún es más triste que, al parecer, no puedan cohabitar las dos ediciones en el mercado español cuando - creo - son perfectamente compatibles. La edición de Planeta es más popular y económica lo que puede atraer a nuevos lectores a este clásico del cómic mientras que la de Caldas está dirigida más bien a un público que ya conoce la obra y busca un tratamiento más cuidado que realce el genial dibujo de Foster.
En definitiva, los mayores perjudicados de toda esta historia somos los aficionados al Cómic.