jueves, 31 de mayo de 2007

“Premonition: siete días” de Mennan Yapo


El domingo tocó una nueva visita al multicine por excelencia madrileño con la peregrina idea de ver “Piratas del Caribe 3” (próximamente, entrada sobre esta pelicula). Sin embargo, en las cuatro sesiones que miramos no quedaba ninguna entrada así que decidimos dejarlo para una mejor ocasión y entrar a ver “Premonition”.
La película nos cuenta la historia de un ama de casa interpretada por Sandra Bullock que lleva una, aparentemente, idílica existencia hasta el momento en que empieza a sufrir saltos temporales aleatorios, al despertarse, a lo largo de siete días. Así, la trama se centra en el intento de la Bullock de superar el desconcierto sobre lo que la está pasando y evitar la muerte de su marido antes de que suceda. En el transcurso de sus peripecias, descubrirá que su vida familiar no era tan estupenda como ella suponía y que el destino no se esquiva tan fácilmente.
“Premonition”, la ópera prima del novel Mennan Yapo es un thriller que juega con las premoniciones y la confusión mental a la manera que tan exitosamente dio a conocer a Christopher Nolan con su estupenda “Memento”. Sin embargo, donde la película de Nolan lograba mantener la tensión y el interés del espectador, gracias a la magnífica realización y lo inteligente del guión, en “Premonition” queda bastante devaluado por lo insulso y absurdo de la trama –ojito a la búsqueda de consejo espiritual de la Bullock que no tiene desperdicio- conforme esta se desarrolla. De esta manera, la película se disfruta con agrado y entretiene mientras el espectador va encajando las piezas pero el puzzle se resuelve antes de tiempo y el final resulta muy previsible por lo que se sale del cine con la sensación de que esa película ya se ha visto antes cientos de veces. Quizás lo más destacable de la película sea la actuación de Sandra Bullock en un papel dramático hecho a su medida bastante alejado de las comedias románticas y las películas de acción desenfrenada a las que nos tiene tan acostumbrados.
En fin, que si quieren ver una buena historia sobre premoniciones y saltos temporales vean el anuncio de la televisión de la profesora que narra el cuento de las Mil y Una Noches del jardinero y la Muerte y dejen “Premonition” para el videoclub o su pase en televisión.

miércoles, 30 de mayo de 2007

“Thorgal: El sacrificio”, de Rosinski y Van Hamme.



Norma Editorial nos ofrece el último álbum (hasta el momento) de la serie “Thorgal”, uno de los grandes éxitos del cómic europeo con 29 álbumes a sus espaldas y que desde hace algún tiempo parecía haber perdido el rumbo.
En “El sacrificio”, asistimos a una aventura protagonizada al alimón entre Thorgal y su hijo mayor Jolán en lo que parece un pase de testigo en toda regla si se hacen realidad los rumores que apuntan a que este ha sido el último álbum de la serie guionizado por Van Hamme y a partir del próximo será sustituido por Yvés Sente centrándose la serie en Jolán.
En este álbum, nos encontramos a un Thorgal agonizante debido al veneno ingerido en aventuras anteriores (“El bárbaro”) Aaricia pide ayuda a Frigg y esta les envía a Vigrid, un dios menor aparecido ya en otras entregas, quien les entrega las lágrimas de Tjahzi que le permiten recuperarse durante dos días y viajar al Entremundo para que Manthor el hijo de Frigg, lo cure completamente. Tras un breve encuentro con la Guardiana de las Llaves, Thorgal y Jolán llegan al Entremundo donde Manthor cura a Thorgal a cambio de la promesa de Jolán de entregarle su vida. Mientras, Aaricia ha viajado junto al resto de sus hijos a su tierra natal donde son recibidos por Gunnar, el rey vikingo, y, cuando la familia se reúne de nuevo, Jolán debe hacer frente a las consecuencias de su promesa.
En “El sacrificio” asistimos al enésimo cambio de rumbo de la colección en lo que parece la despedida de un agotado Van Hamme (“Largo Winch” “XIII”) y la preparación de la incorporación de Sente. La historia que nos cuenta Van Hamme transcurre con más pena que gloria de la misma manera que la colección desde hace ya demasiados álbumes y dejando patente que la veta que tan buenas historias nos ofreció se encuentra agotada. “El Sacrificio” es un álbum deslavazado y resuelto apresuradamente pasando la despedida de Thorgal prácticamente desapercibida, un episodio más de la serie al que Van Hamme le resta toda trascendencia dejando incluso abierta la duda sobre si realmente estamos asistiendo a la despedida definitiva de tan emblemático personaje.
“El sacrificio” tampoco pasará a la historia por el dibujo de Rosinski (“La venganza del conde Skarbek”) quien parece utilizar el álbum para experimentar con la acuarela y deriva hacia un impresionismo que si bien en otras obras como “La venganza del conde Skarbek” resulta impactante y acertado en “Thorgal” rechina.
Esperemos que Senté sea capaz de devolver esta serie al lugar que por su importancia en la historia del cómic debe ocupar o por lo menos le proporcione un final más digno del que nos ha ofrecido Van Hamme.

martes, 29 de mayo de 2007

“Jonathan Strange y el Señor Norrell” de Susanna Clarke



Hace un año rebuscando en unos grandes almacenes descubrí un libro que me llamó la atención desde el primer momento en que lo tuve entre mis manos. Su título, “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, en principio, no me dijo nada pero la sinapsis me llamó la atención de tal modo que lo adquirí inmediatamente y devoré sus casi ochocientas páginas en poco tiempo. Es una decisión de la que no me arrepiento.
“Jonathan Strange y el Señor Norrell” es una novela en la que su autora, Susanna Clarke, realiza una medida mezcolanza de géneros, incorporando las dosis justas de fantasía a la estructura de una novela decimonónica en el mejor estilo de una Jane Austen o un Charles Dickens, logrando una obra que deja satisfechos por igual a los incondicionales de ambos géneros.
La historia que narra se sitúa en una Inglaterra paralela donde la magia existe, pero su práctica se encuentra en decadencia frente al Racionalismo y la Ilustración, existiendo únicamente dos magos auténticos: el taimado y avaricioso Norrell y el joven Jonathan Strange, auténtico modelo de las virtudes (y defectos) que debe atesorar todo “gentleman” británico. Ambos, maestro y discípulo, deciden poner su talento al servicio de un doble objetivo, la recuperación de la respetabilidad de la magia en Inglaterra y la victoria frente a las tropas francesas en el contexto de las Guerras Napoleónicas. Empeñados en estos propósitos, los magos corren múltiples aventuras que les llevan desde la curación de la locura de Jorge III hasta participar, bajo las ordenes de Wellington, en las más significativas batallas controlando el clima y desviando los caminos. Sin embargo, la rivalidad entre ambos magos va en aumento hasta llegar a su enfrentamiento y separación reencontrándose únicamente para salvar la vida de la esposa de Strange de un encantamiento que la mantiene presa en Tierra de Duendes.
En “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, Susanna Clarke recrea perfectamente un universo paralelo donde la magia es posible con coherencia y habilidad a través de múltiples pies de página en los que la autora recrea una verdadera historia de la magia en Inglaterra, historia paralela que, en muchas ocasiones, resulta incluso más atractiva que la narración principal. La autora ambienta a la perfección la Inglaterra rural y burguesa que tan bien conocemos gracias a las novelas de Jane Austen, creando unos personajes que nos resultan plausibles y fascinantes al mismo tiempo. La novela arranca con fuerza desde el primer capitulo con la reunión de “amigos de la magia inglesa” y el desafío de Norrell, recordando al Dickens de “Papeles póstumos del Club Pickwick,” y mantiene el nivel durante el resto de una narración en la que viajamos a otros escenarios típicos de la novela gótica como España ó Venecia. La incorporación de los elementos mágicos resulta verosímil, incorporando unas explicaciones tan aparentemente documentadas y minuciosas que por momentos al lector no puede dejar de parecerle natural la existencia de la magia y lo dificultoso de su ejercicio. Las aventuras en Tierra de Duendes o los encuentros con el caballero con el pelo como vilano de cardo recuerdan al Neil Gaiman más inspirado de “Sandman”. Clarke realiza asimismo un uso de la ironía y el humor tan fino que hace de la lectura de su obra un auténtico placer, quitando trascendencia a la narración e invitando al lector a incorporarse al juego del que está disfrutando.
“Jonathan Strange y el señor Norrell” es la constatación que para escribir obras de fantasía de calidad sólo hace falta un autor con talento e imaginación suficiente para no caer en la reiteración de búsquedas mágicas, duendes y monstruos. Hace poco ha salido la edición de bolsillo en las librerías españolas así que no se extrañen ustedes del título y háganse con él. No se arrepentirán.

Aquí pueden leer una más que interesante entrevista a Sussana Clarke.

lunes, 28 de mayo de 2007

“El vecino 2” de Santiago García y Pepo Pérez



Tras la publicación hace un par de años de “El Vecino” parecía que la historia de Titán y su vecino, José Ramón, iba a quedar en suspenso, sin embargo hemos de felicitarnos porque los autores y la editorial Astiberri la hayan retomado ya que en este caso la segunda parte supera con creces a la primera.
Si “El vecino” narraba en clave realista con elementos cómicos la historia de José Ramón, un oscuro opositor que descubre fortuitamente que su vecino Javier es en realidad el superhéroe Titán y se centra en la relación de amistad que surge entre estos dos solitarios, el primero intentando sobrellevar sus estudios y sus problemas para relacionarse con las chicas y el segundo viendo como su vida personal va poco a poco desintegrándose a causa de su identidad secreta, en esta segunda parte los autores nos muestran a través de una historia dura, realista y sin concesiones cómo Javier acaba tocando fondo y se convierte en un sin techo, aislado de todos las personas importantes de su vida anterior y obsesionado con su papel de superhéroe. En el álbum se muestran los intentos desesperados de José Ramón y Lola, la antigua novia de Javier, por intentar dar con Javier quien ha encontrado refugio con un grupo de indigentes escondido a los ojos de todos. Finalmente, José Ramón y Lola dan con él cuando pretende dejarlo todo y huir con Mónica al quimérico Sur.
Si en “El Vecino” Santiago García y Pepo Pérez sentaron las bases de lo que iba a ser una historia de superhéroes centrada en la identidad humana del héroe y en los personajes que en los tebeos “mainstream” son generalmente considerados secundarios y poco relevantes, en “El vecino 2” han llevado al máximo esta premisa a través de una historia en la que el supuesto héroe (más bien antihéroe) Javier pasa por momentos a un segundo plano, para adquirir un marcado carácter coral y, abandonando los estereotipos clásicos del género que fueron su punto de partida, dotar de una personalidad definida y humanidad a cada uno de los personajes. De este modo, asistimos a la evolución de personajes que ya tenían un gran peso en el álbum anterior, como José Ramón y Lola, que han crecido y les han ocurrido cosas en el lapso transcurrido entre una historia y otra que quedan a la imaginación del lector, y se presenta además una serie de nuevos personajes indigentes y marginales, en su mayoría, cada uno de ellos protagonista de su oscura historia, que sin dejar de estar al servicio de la trama principal nos golpean en lo más profundo de las entrañas con historias por desgracias demasiado cercanas y cotidianas, destacando para mí en este sentido la historia de Mónica, buscándose la vida en las calles mientras engaña a su madre con su estupendo trabajo.
En “El vecino 2” tanto Santiago García como Pepo Pérez también han evolucionado. Si su profundo conocimiento del universo superheroico quedó demostrado en la primera parte de “El vecino” mostrando las paradojas existentes en el concepto “mainstream” de héroe (identidad secreta, prioridad del deber frente a vida personal, etc.) con naturalidad, en “El vecino 2” construyen un álbum que, sin abandonar esos referentes, (ojo a la conversación entre Martín y Javier que parece sacada de “Born Again”), absorbe las enseñanzas de autores europeos como Lewis Trondheim o Manu Larcenet a la hora de incorporar elementos costumbrista e intimistas, logrando un equilibrio extraordinario. En este sentido, hay que resaltar la labor de Pepo Pérez que a través de unos recursos muy cercanos al mejor Christophe Blain experimenta con el color para dotar a la obra por momentos de una mayor tensión dramática.
Nada más nos queda esperar que no se demore mucho más una tercera entrega de la serie que nos resuelva algunas de las preguntas que quedan en el tintero: ¿Recuperará Javier su vida anterior?¿Descubriremos cuál es el cuarto poder de Titán? ¿Necesita Javier de las píldoras para ser un héroe? Y, sobre todo, ¿¿Qué oposiciones se está preparando José Ramón que le dejan tanto tiempo libre??

sábado, 26 de mayo de 2007

Más aniversarios y Recomendaciones

Dos aniversarios más se han cumplido esta semana y no son para nada baladíes. Les cuento:

Star Wars”, la obra señera de George Lucas, cumple 30 años. Sí, la primera película de la saga más influyente en el cine norteamericano de las últimas décadas, pastiche de influencias y géneros que van desde las películas de Kurosawa al “Valerian” de Meziéres y Christin pasando por el Western y el “Hamlet” de Shakespeare e implantando defintivamente el merchandaising en el mundo del cine ha llegado a la barrera de los treinta con una salud envidiable y manteniendo el “status” de obra maestra más allá de la vanalización y puerilización de la saga que se ha vivido con las últimas entregas.

La revista de historietas más veterana de España ha cumplido 25 años en su número 1565. Se trata de “El Jueves”, revista satírica que haciendo del humor su bandera nos ha acompañado en los últimos lustros de historia de España sabiendo adaptarse con habilidad a los cambiantes gustos sociales y sobreviviendo allí donde otros proyectos más ambiciosos han fracasado. Ahora que parece haber un repunte de las revistas de cómics sería conveniente que sus autores y editores saquen conclusiones de la experiencia de “El Jueves, la revista que sale los miércoles”. Los autores de la revista lo celebran con un especial de 112 páginas.

Pásense por la página de Neotako, donde el amigo Mojonshon va publicando a su ritmo su tira “Wor Japen de Chöpen”, una tira que destila humor y mala leche a partes iguales. En ella un joven dibujante viaja por el tiempo y el espacio para encontrarse con ángeles cabreados, artistas cabreados y todo tipo de personajes. Además, Mojonshón ha tenido el mal gusto de pedirme colaboración para alguna de las tiras así que pueden encontrarse cualquier cosa.

Jornada de reflexión en las elecciones municipales y autonómicas de mañana. A partir del lunes descansaremos del bochornoso espectáculo de nuestros representantes haciendo el ridículo por verbenas y platós televisivos solicitando el voto sin mayor argumentación en su discurso que el insulto al contrario, la palabrería demagógica y los golpes bajos. A mí me parecen todos y todas el mismo perro con distinto collar así que no esperen aclaraciones ni consejos por mi parte. Son igual de malos todos. Eso sí, mañana hagan el esfuerzo y acérquense por su colegio a depositar el sobre aunque sea vacío, que tampoco hay que ponérselo tan fácil.

viernes, 25 de mayo de 2007

“Ex Machina: Realidad contra Ficción” de Brian K. Vaughan y Tony Harris.



El sello Wildstorm lleva varios años intentando modernizar el concepto de superhéroe para adaptarlo a los gustos actuales. Así, a lo largo de los últimos noventa y lo que llevamos de milenio han ido apareciendo en este sello una serie de colecciones como “Authority” o “Sleeper” (de la que ya nos hemos ocupado por aquí) que sin el lastre de la continuidad y los royalties cinematográficos que paralizan a las dos grandes del género Marvel y DC y de la mano de jóvenes guionistas con ideas nuevas y libertad para desarrollarlas saben aunar calidad y originalidad para ofrecer historias del agrado del lector tradicional y con gancho para las nuevas generaciones. En este grupo hay que englobar “Ex Machina”, ganadora de varios premios Eisner y que da una vuelta de tuerca más a la modernización del género.
En “Ex Machina”, el guionista Brian K. Vaughan (“Y, el último hombre”, “Runaways”), nos cuenta la historia de Hundred Mitchell, la Gran Máquina, el único superhéroe de la Tierra que cuenta con la capacidad de “hablar” con las máquinas y hacer que estas le obedezcan. Tras una corta y accidentada carrera vestido de mallas, Mitchell queda traumatizado por haber fracasado en su intento de evitar el atentado contra las Torres Gemelas del 11S (sólo logra salvar una de las Torres) y decide abandonar su corta carrera como héroe, hacer pública su identidad y presentarse a las elecciones a alcalde de Nueva York y, sorprendentemente, ganarlas. Es en el principio de la legislatura de Mitchell donde se inicia la colección que se encuentra sobre todo centrada en las vicisitudes del Mitchell político, con su particular estilo populista y heroico, para tratar de sobrellevar la dirección de una gran urbe como Nueva York.
El planteamiento de Vaughan le permite acercarse de este modo a los temas candentes en la vida pública norteamericana –y en la nuestra- que generalmente no han sido tratados en un género como el superheroico desde una perspectiva tan realista y adulta. Así, si en anteriores episodios de la serie Vaughan trataba sobre el matrimonio gay o el racismo, en el arco argumental que hoy nos ocupa, “Realidad contra ficción”, se centra en la institución del Jurado. El alcalde Mitchell decide formar parte de un jurado popular para dar ejemplo a la ciudadanía de la ciudad, generalmente renuente a aceptar esta obligación, para encontrarse en medio de un secuestro con rehenes que se resuelve de la manera menos superheroica imaginable. Al mismo tiempo, la policía y los colaboradores de Mitchell en su antigua actividad superheroica se enfrentan a la presencia de un nuevo vigilante enmascarado decidido a ocupar el hueco dejado por la Gran Máquina a cualquier precio.
Vaughan a través de continuos “flashbacks” es capaz de desarrollar y resolver varios hilos argumentales de manera que podamos asistir a las razones y circunstancias que motivaron los acontecimientos que se están resolviendo en el presente. De este modo, la serie goza de un perfecto equilibrio para mantener la atención del lector tanto en los problemas sociales y las rencillas políticas y personales a las que debe hacer frente Mitchell como en las tramas más superheroicas de las que son partícipes la Gran Máquina y sus colaboradores. Probablemente, el punto fuerte de la serie sea éste, la coherencia con que Vaughan desarrolla el personaje de Mitchell mostrando la causa de cada una de las decisiones que va tomando a lo largo de su vida así como el esfuerzo de verosimilitud con que el guionista resuelve las situaciones que plantea.
En el aspecto gráfico Tony Harris (“Starman”) hace una labor correcta a través de un estilo realista y detallista que casa perfectamente con la temática de la serie y ambientando los escenarios de la ciudad de Nueva York donde se desarrolla la acción espléndidamente. Sin embargo, en mi opinión, sus figuras humanas son un tanto hieráticas y carecen de dinamismo lo que en parte empaña los buenos guiones de Vaughan.
De momento, Vaughan va resolviendo con brillantez las situaciones que plantea pero habrá que ver si mantiene el alto nivel ofrecido hasta ahora durante los cincuenta números que prevé dure la serie, aunque viendo los interrogantes que va planteando (el origen de sus poderes, la presencia de su madre y el secreto que sobrelleva…) es casi seguro que seguiremos escribiendo bien de “Ex Machina” por aquí durante bastante
tiempo.
Un tirón de orejas final a Norma por la publicación de parte de la entrevista de Zona Negativa a Vaughan en la tapa interior de la contraportada. ¿Tan costoso es incluir una hoja más para publicarla debidamente y que no nos dejemos los ojos leyéndola? Esperemos que cuiden más detalles como este en el futuro.

jueves, 24 de mayo de 2007

“Spiderman 3” de San Raimi La fuerza del lado oscuro.

Ayer acudí con más miedo que vergüenza a saldar cuenta con el gran estreno del mes (“Piratas del Caribe 3” todavía no se ha estrenado y esa será otra historia), “Spiderman 3”, una película esperada por muchos con insana curiosidad a la vista de los numerosos avances que se han ido produciendo a través de Internet a lo largo del último año. Yo, ya les comento, iba con la mosca detrás de la oreja porque soy fiel en esto del cine a una de esas reglas no escritas que señalan que la última película más cara de la Historia suele ser un pestiño insufrible (salvo contadas excepciones, que esto del cine no es una ciencia exacta y no da para leyes absolutas) y porque la anterior entrega de la serie me había parecido una tontería.
Inasequible al desaliento, compré mi entrada y me dispuse a disfrutar en compañía de las únicas cuatro o cinco personas con las que compartía la sala. Se apagan las luces y tras los anuncios de rigor empieza la película. Tras el primer cuarto de hora de visionado mis temores están confirmados: la película es una solemne tontería. El resto de las dos horas me las pasé con la sonrisa tonta y riéndome por no llorar ante el patetismo subyacente tras tanto despilfarro efectista (el gordito que se sentaba delante de mí no lo resistió y tuvo que salir a llorar un par de veces, me temo).
Si “Spiderman” (la primera) versionaba de una manera bastante fiel el origen del personaje que Ditko y Romita nos ofreció en aquellos primeros e históricos números de “Amazing Spiderman” captando el espíritu inocente del primer Peter Parker y actualizándolo para hacerlo del gusto del público devorador de palomitas actual, esta tercera parte lo subvierte convirtiendo a nuestro pobre Petey en un imbécil redomado gracias a la labor de un Tobey Maguire, que el día que en la escuela de interpretación explicaron la diferencia entre Inocencia y Estupidez debió de saltarse la clase y se pasa toda la película superándose a sí mismo poniendo poses pánfilas, y un Sam Raimi que por momentos se olvida que está filmando una película sobre “Spiderman” para caer en un pastiche macarra de “Fiebre del sábado noche”. De la interpretación del resto del reparto hay poco que salvar. Kirsten Dunst y James Franco se dejan llevar por la tontería que impregna toda la cinta y sus personajes parecen competir con Maguire a ver quién lo hace peor (Maguire les gana de calle, de hecho incluso la Dunst parece más fea en esta que en entregas anteriores).
Respecto a la historia que firman el amigo Sam Raimi y su hermano Ivan decirles que peca de ambiciosa, incorporando personajes y situaciones aparecidas en diferentes etapas a lo largo de la historia del trepamuros en el cómic de una manera precipitada a través de un guión con más agujeros que un queso holandés y carente de toda lógica, de manera que toda la historia no deja de ser un batiburrillo pueril y superficial que enervará al seguidor de “spidey” de toda la vida y dejará perplejo al público en general. Yo hay una serie de cosas que todavía no me explico, a ver si ustedes me las aclaran … - POSIBLE SPOILER- ¿Por qué el hombre de arena es capaz de coger el camafeo después del chapuzón? ¿A qué coño le hace fotos Brock cuando “Spidey” se mete en la alcantarilla siguiendo al hombre de arena? ¿Cómo descubre “Spidey” en el campanario que al traje simbionte le afecta el ruido? ¿Cuál es la amenaza del Duende Jr. a Mary Jane para que deje a Peter? ¿Si te dejas caer el flequillo te vuelves más malo y más tonto de repente? Así tengo unas cuantas más pero tampoco quiero aburrirles – FIN DEL SPOILER-
Además, estos dos hermanísimos parecen no darse cuenta que la esencia del personaje es su identidad secreta y se dedican a mostrar en escenas de acción a Peter vestido de Spiderman durante la mayor parte de la película (claro, que ya tras Spiderman 2 hasta los niños de NY saben que Peter y Spiderman son el mismo) o mostrando el traje por debajo de la camisa sin ningún disimulo. Tristísimo…
A estas alturas dirán ustedes que soy un cascarrabias y que seguro que hay algo bueno en la película. Efectivamente, me da rabia que despilfarren tantos recursos haciendo malas películas cuando con un buen guión y el asesoramiento de alguien que conozca la idiosincrasia del personaje podría hacerse algo más digno y sí ,cierto, en la película hay cosas rescatables. Los efectos especiales y la caracterización de los villanos son asombrosas, destacando en este aspecto la de El Hombre de Arena. Las escenas de acción y lucha son espectaculares, sobre todo el enfrentamiento con Veneno y el propio Hombre de Arena (vamos, cuando Raimi se frena un poquito y no acelera tanto las secuencias que casi no se pueden seguir), aunque sería deseable que al Spiderman enmascarado una voz en “off” le otorgase el don de la palabra y le permitiera burlarse de sus enemigos mientras pelea con su humor corrosivo. También hay un par de chistes con Jameson y con niños que resultan graciosos y el habitual cameo de Stan Lee pero poco más. Sólo que muere uno de los personajes importantes de la saga con lo cuál espero que en futuras entregas la cosa mejore un poquito. También sería deseable que Raimi le pasase el testigo a alguien que pueda aportar algo más a la realización y que contratasen un guionista decente pero me temo que eso sea mucho pedir.
Aquí les dejo un enlace con la página oficial de la película. Si no han visto todavía la película con que le echen un vistazo al teaser y al trailer tienen más que suficiente.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Al abordaje



Lleva desde hace un par de días apareciendo en los diferentes medios de comunicación la noticia del descubrimiento por parte de una empresa norteamericana, Odissey, del mayor tesoro marino recuperado hasta la fecha. Una bagatela de 17 toneladas de oro y plata valorada a ojo de expertos en unos 370 millones de euros. Esto, sin dejar curioso, pues tampoco tendría más allá si no fuese porque los cazatesoros se apresuraron a empaquetar todo el botín en un avión rumbo a su tierra con alevosía y nocturnidad, sospechoso comportamiento que llamó la atención de nuestras autoridades que procedieron a solicitar los permisos correspondientes y el emplazamiento del pecio esquilmado pues imaginan que los descubridores han aprovechado un permiso para realizar una serie de prospecciones científicas bajo supervisión para arramblar con un tesoro que podría encontrarse en nuestras aguas territoriales, lo cuál puede ser más que probable teniendo en cuenta que durante siglos en la ruta de las Indias se hundían casi tantos barcos con llegaban a buen puerto.
A mí lo que me llama la atención de toda esta historia, que imagino acabará amarilleando entre los legajos de alguna corte de Derecho Internacional, es la existencia de corsarios contemporáneos. Sí, corsarios no tan alejados a Drake o Hawkins que en lugar de alfanjes y cartas de navegación usan los más modernos equipos de exploración para sondear las profundidades y, aprovechado una política de hechos consumados, puedan arrasar con nuestro patrimonio arqueológico en aras a su ambición personal. Teniendo en cuenta que somos el país en cuyas costas y aguas territoriales se encuentran más pecios y de los cuáles se dispone mayor información sobre sus rutas y mercancías gracias al minucioso Archivo General de Indias y otras fuentes similares no sería mala cosa que la legislación al respecto se endureciera para evitar que cualquier pillo anglosajón tome del mar lo que algún antepasado o las tormentas hundieron unos siglos atrás. Esos barcos deberían explorarse únicamente para que sus secretos descansen en las vitrinas de los museos y no en las cuentas corrientes de algunos.
En definitiva, esperemos que se aclare el asunto y se tomen medidas para que la exploración de los fondos marinos se realice en el futuro en base a criterios exclusivamente científicos y no crematísticos porque mucho me temo que este tesoro ya nos lo han expoliado.

martes, 22 de mayo de 2007

De aniversarios y celebraciones


Resulta que en estos quince días alejado de mi diaria cita con ustedes se han producido un par de aniversarios curiosos y noticias asociadas que no quiero ni puedo dejar de comentar.

Por un lado, el 50 aniversario de la publicación de uno de nuestros cómics más populares, El Capitán Trueno, que durante años se convirtió en una de las pocas fuentes de distracción y felicidad de varias generaciones crecidas en Dictadura. Este aniversario coincidía con la noticia de un polémico proyecto de película sobre el personaje para el 2009 que todavía no cuenta con reparto ni financiación y que sin embargo apareció oportunamente referido en todo tipo de medios de comunicación (telediarios incluidos) dejando de lado al aniversario. Yo creo que es un poco temprano para fomentar el revuelo que ha producido el “teaser” en cuestión y precipitado criticarlo antes de tiempo aunque el estilo que se vislumbra para la película no me parece que tenga mucho que ver con la idiosincrasia del Capitán y sus amigos. Eso sí, espero que el proyecto fructifique para que el genial Victor Mora (y los herederos del no menos genial Ambrós) pueda cobrar unos jugosos “copyrigthts”.
Podéis echarle un ojo al “teaser” de la discordia aquí.

Por otro, hoy me entero que es el aniversario de Hergé, el genial y últimamente injustamente ninguneado creador de uno de mis personajes preferidos y de los más importantes dentro del cómic europeo y mundial, “Tintin”. Hergé habría cumplido el siglo de haber seguido vivo. Aniversario complementado por la aparición de la noticia la semana pasada de la puesta en marcha por fin de la pospuesta película sobre el personaje por parte de Steven Spielberg y Peter Jackson, y resulta que no se trata de una única película sino de la manida trilogía y, además, en animación 3D. Vamos, que tenemos “Tintín” para rato y ya ardo en curiosidad por ver que se le ocurre a Spielberg (esperemos que le salga algo mejor que “Polar Express” de Robert Zemeckis, película en la que se usó la misma tecnología).

Finalmente los amigos de Mundo Cooperante me informan de que el próximo 30 de Junio va a tener lugar en Madrid la Barha Party, una fiesta solidaria con la que la organización busca fondos para financiar sus proyectos de ayuda a los niños más necesitados en diferentes países en vías de desarrollo. Estén atentos y siéntanse superhéroes por un día contribuyendo a una buena causa.
Si queréis más información sobre la Barha Party y su evolución, podéis pinchar aquí.

Volver…


Pues eso, que como en el famoso tango del maestro Gardel vuelvo y retomo mi actividad bloguera con más ganas que nunca después de mi inoportuno accidente y el forzado parón. Sin la frente marchita pero los brazos y el cerebro algo entumecidos todavía por el golpe y las dosis masivas de televisión y campaña electoral así que les pido comprensión si estos primeros días no estoy todo lo fino con la prosa ni tengo la agilidad de ideas que ustedes merecen.
Háganme caso, amigos lectores, si quieren llamar la atención, seguro que se les ocurren mejores formas que romperse los dos brazos y acabar como el amigo de la ilustración o servidor.
Les comento también que de la impaciencia estoy peor que nunca ya que aunque la convalecencia se me ha hecho agónicamente larga no he superado el síndrome de abstinencia y sigo enganchado a los mismos vicios.

He vuelto. Comencemos...

miércoles, 9 de mayo de 2007

FRACTURA-DOS

Bueno amigos... Lamento el lapsus de estos días pero me temo que he sufrido las consecuencias de la vida sana y deportiva. Montando en bicicleta el domingo le regalé a mi madre (y a mi sufrida pareja que esto escribe) una caída cuyas consecuencias es una fractura en la muñeca izquierda y otra en el codo derecho. Afortunadamente los pronósticos son optimistas y espero retomar próximamente las entradas diarias, sin embargo durante un par de semanas debo guardar reposo lo que un impaciente como yo lleva bastante mal.
Nos vemos pronto (lean mucho y sean buenos)...

viernes, 4 de mayo de 2007

“American Virgin: Cabeza” de Steven T. Seagle y Becky Cloonan.



Vamos hoy con uno de esos cómics que levantan gran expectación por lo atractivo que resulta su planteamiento y lo bien que habla todo el mundo de ellos y que una vez leído no sabes si realmente te decepciona por lo alto de las expectativas generadas o porque realmente el tebeo no da para más. Vamos allá…
El primer arco argumental de “American Virgin”, “Cabeza”, sirve para presentarnos al protagonista de la colección Adam Chamberlain, un joven predicador y escritor de 21 años líder del movimiento por la virginidad en Norteamérica y perteneciente a una influyente familia de telepredicadores y políticos conocida como “los Kennedy de la Biblia”. Adam, por lo demás es un chico bastante normal, que intenta sobrellevar los agobios que le ocasionan sus desequilibrios hormonales junto a la presencia de su odiosa madre entre sermones y firmas de libros, esperando el momento cercano en que su novia Cassie, vuelva de África donde trabaja en los Cuerpos de Paz para poder casarse y perder tan incómoda situación con la única mujer con la que ha prometido que consumará el matrimonio. Sin embargo, su destino se tuerce cuando escucha en las noticias que Cassie ha muerto en África y junto a su hermana, la rebelde Cindy, y el mercenario Mel viaja a África para hacerse cargo del cuerpo de Cassie y encontrar a sus asesinos para vengarse, poniendo en tela de juicio, de este modo, todas sus creencias.
Más o menos este es el resumen del primer arco argumental de “American Virgin” que entretiene pero que deja bastantes interrogantes abiertos acerca de la capacidad de Seagle (“Sandman Mistery Theatre”) para desarrollar todo el potencial del personaje. En estos episodios Seagle se ha centrado en el personaje de Adam mostrando situaciones realmente divertidas referentes a las dificultades que tiene para mantener su promesa de virginidad cuando se enfrenta a una revista porno, a un grupo de chicas africanas rodeándole o la despedida de solteros de su primo, pero más allá de éstas bromas fáciles habrá que ver si será capaz de desarrollar todas las posibilidades de humor negro y crítica social que encierran el resto de los personajes que le rodean y su capacidad para afrontar la nueva situación que deja abierta al final del último episodio.
Sin embargo, es en el aspecto gráfico donde la serie me provoca más interrogantes. El estilo de Becky Cloonan (“Demo”) por lo visto hasta ahora no acaba de convencerme. Cloonan tiene una estética bastante cercana al manga que le resta expresividad a los personajes y reduce las posibilidades de la colección a la hora de transmitir la tensión sexual constante que padece el pobre Adam.
En definitiva, “American Virgin”, se encuentra en ese punto en el que o mejora o se quedará simplemente en una buena idea mal desarrollada. Habrá que seguir atentamente lo que nos ofrecen Seagle y Cloonan en los próximos episodios.

jueves, 3 de mayo de 2007

“Sunshine” de Danny Boyle.



Aprovechando el macropuente del 2 de Mayo nos acercamos a ver "Sunshine" y el sabor que se te queda tras la pelicula es muy agridulce.
“Sunshine” es la aportación de Danny Boyle al género de la ciencia ficción tras la celebrada “Trainspotting” y sus fallidas incursiones en el género de terror con “28 días después” o “La Playa”. Y, lo cierto, es que se trata de una aportación bastante escasa.
“Sunshine”tiene lugar a mediados del siglo XXI. La Tierra se está muriendo debido a que el Sol se apaga. Una expedición internacional se dirige, a bordo de la nave “Icarus II” – con semejante nombre ya es bastante previsible lo que va a pasar-, a lanzar una bomba atómica en el Sol para intentar reactivarlo y salvar así a la especie y al planeta. A lo largo de su viaje, reciben una señal de socorro de la “Icarus I”, una nave que se lanzó unos años antes con la misma misión y de la que no se tenían noticias. La tripulación intenta el rescate y, a partir de ahí, los hechos se desencadenan y la acción se precipita.
“Sunshine” es una película para los incondicionales del género de la ciencia ficción. La recreación de un posible viaje espacial al Sol, de la tecnología para lograrlo y la vida dentro de una nave está bien documentada en base a los últimos estudios científicos y documentales divulgativos al respecto. Sin embargo, si el espectador está buscando algún tipo de originalidad en su argumento y desarrollo que busque en otra parte. La trama principal de “Sunshine” –el lanzamiento de la bomba- se queda bastante corta y sólo resulta interesante durante la primera parte de la película en la que Boyle trata de emular al mejor Kubrick de “2001: una odisea en el espacio”, centrándose en la presentación de los personajes y las fricciones entre ellos en el ambiente claustrofóbico de la nave. Sin embargo, Boyle no es Kubrick y su talento no le da para rellenar con estos elementos los 107 minutos de la película por lo que busca la solución en otra referencia del género espacial, “Alien: el octavo pasajero” de Ridley Scott. De este modo, la segunda mitad de la película abandona la recreación científica y la relación entre los tripulantes por el terror espacial con unos resultados más que discretos. Asimismo, el desenlace de la misión resulta confuso y pesado con una búsqueda forzada de trascendencia a través de una pirotecnia exagerada y poco efectiva con unas secuencias finales tan poco conseguidas que casi echan al traste todo el intento de coherencia científica anterior. El reparto en general hace un buen trabajo intentando no naufragar ante tantas inconsistencias del guión, destacando sobre el resto un Hiroyuki Sanada (“El último samurai”) sobrio y creíble en su papel de capitán y Chris Evans (“Los 4 Fantásticos”) que pasa de ser una antorcha humana a un astronauta congelado.
Ah, una última cosa…Si a pesar de todo deciden acercarse a ver la película no piensen al principio que se han equivocado y están viendo un episodio de “Héroes”. No, es mera coincidencia.
Si quieren echar un ojo a la web oficial de la película pinchen aquí.